Tras la captura del Chapo, el Ejército Mexicano ubicó a sus hijos y decidió no capturarlos
Un agente de la DEA alertó a la Secretaría de la Defensa Nacional sobre un viaje que harian Los Chapitos a Mazatlán, la ciudad donde arrestaron a su padre dos meses antes
En enero de 2016 las autoridades mexicanas dieron uno de los golpes más fuertes al narcotráfico, al concretar el tercer y último arresto de Joaquín “El Chapo” Guzmán, para después ser extraditado a Estados Unidos.
Tan solo dos meses después, en marzo, el ejército pudo dar un golpe igual de contundente que habría significado el debilitamiento del Cártel de Sinaloa, pues dos de los hijos del Chapo, Iván Archivaldo y Joaquín Guzmán López, fueron ubicados por fuentes de inteligencia militar y de la DEA.
Así lo revela una serie de correos enviados entre el agente de la Agencia Antidrogas de EE.UU., Mathew A. Emrich, y un capitán de la Tercera Región Militar con sede en Mazatlán, y que forman parte de los archivos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el colectivo Guacamaya.
En ese intercambio de información se detalla un viaje que realizarían los jóvenes narcos, conocidos como “Los Chapitos” a Mazatlán, es decir, la misma ciudad en donde un par de meses antes cayó su padre.
Emrich, quien al parecer colaboraba con el Ejército brindando información sobre números telefónicos, fotografías y otro tipo de datos relacionados con narcotraficantes, alertó a los militares sobre el paradero de Iván y Joaquín, según señalan los archivos a los que el semanario Zeta tuvo acceso.
“Capitán. Buenas tardes. Recibimos información que los hermanos Iván y Joaquín Guzmán Salazar van a viajar a Mazatlán esta semana. Es posible que mañana vamos a tener la información del viaje con números. Si obtenemos la info ¿tienen ustedes un equipo que puede realizar la vigilancia sobre el campo y por vía electrónica? Debemos tener más info mañana y solo quería checar si están interesados”, escribió el agente de la DEA al capitán, cuya identidad no se revela.
Sin embargo, la respuesta que obtuvo no fue la esperada, pues el mando militar señaló que, aunque ellos también tenían información sobre los Chapitos al ser objetivos de interés, al no tener una orden de aprehensión en su contra se recomendaba no detenerlos.
“Buenas noches, sobre las dos personas que nos menciona, dice mi jefe que sí son de interés, pero debido a que no cuentan con orden de aprehensión y si se detienen, de acuerdo al nuevo sistema penal que existe en este país, este tipo de personas se nos van cuando los ponemos a disposición, y estos amigos ahora andan desarmados o con un arma que alcanzan fianza. Por eso creemos que no se puede actuar y quemaríamos la fuente, creemos que es mejor esperar otro lugar donde es factible que se encuentre con mayores elementos de prueba”, respondió el capitán.
Emrich contestó un día después que los individuos sí contaban con orden de aprehensión y extradición a Estados Unidos. “Capitán. Buenos días. Muchas gracias para la recomendación. Nosotros entendemos y no las disculpas no son necesarias. Vamos a monitorear la situación y les pasaré a ustedes la inteligencia que obtengamos. Los 2 hermanos tienen órdenes de detención y extradición. Estamos en contacto”, escribió.
Después de ese intercambio de correos no se encontró más información relacionada con los hermanos, por quienes la DEA ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. Actualmente, tanto Joaquín Guzmán como Iván Archivaldo continúan libres y operando una facción del Cártel de Sinaloa que lideró su padre.
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