Autoridades de Santa Ana desalojan de las aceras a puestos de tacos irregulares
El departamento de salud de la ciudad dijo que los vendedores no contaban con la licencia y los alimentos no eran preparados con las medidas de higiene necesarias
Vendedores de camiones de tacos y restauranteros del condado de Orange con sus permisos en orden, aplaudieron el reciente cierre de más de 100 puestos de venta de alimentos sin permisos en la ciudad de Santa Ana.
Esta fue la respuesta a una queja de meses de los vendedores y otros miembros de la comunidad con la ciudad de Santa Ana y la Agencia de Atención Médica del Condado de Orange.
Tras una investigación de varias semanas, la semana pasada las autoridades de salud lograron clausurar estos puestos localizados en las aceras y que estaban vendiendo alimentos, según los investigadores, no aptos para el consumo humano mientras operaban sin el permiso de salud adecuado.
Roberto Guzmán, dueño de un camión de tacos y miembro de la Orange County Business Association, dijo que es una buena respuesta a sus retos como empresario ya que los vendedores sin permiso estaban inundando la ciudad de Santa Ana.
“Hablamos con la ciudad, hablamos con el departamento de cumplimiento de códigos y nos apoyaron”, dijo Guzmán. “Esto es solo el principio porque no va a acabarse de un día para otro. Han quitado a muchos puestos pero siguen apareciendo”.
Inicialmente el grupo se había quejado, ellos aseguraban que los vendedores sin permisos que están esparciéndose por toda la ciudad de Santa Ana no son pequeños vendedores ambulantes. Son dos o tres corporaciones que van dejando puestos en las aceras y explotan a sus empleados con bajos salarios.
Al terminar sus jornadas se van del lugar llevándose miles de dólares en ganancias y sin pagar ni un dólar en impuestos porque no están registrados.
Paul Eakins, portavoz de la ciudad de Santa Ana, dijo que lo más preocupante es que los vendedores estaban violando el código de salud al servir alimentos inseguros que pueden enfermar a las personas.
Durante la redada de los puestos ilegales, Eakins indicó que se decomisó toda la comida insegura pero no tomaron el equipo de los vendedores.
“Nuestro personal les dio a los vendedores información sobre lo que deben hacer para obtener el permiso e inspecciones adecuadas; además, cómo asegurarse de que su comida se prepare adecuadamente para que, si quieren reabrir en el futuro un negocio, pueden hacerlo legalmente”, indicó el portavoz.
Las calles más afectadas son los corredores mayores como la Calle Primera, Bristol y Main Street, pero hay muchas más que son el objetivo de los vendedores ambulantes sin permisos.
Eakins recalcó que la ciudad de Santa Ana es muy amigable con los vendedores de comida que están trabajando con los permisos adecuados y siguiendo los códigos de salubridad.
La nueva alcaldesa de Santa Ana, Valerie Amezcua, dijo en un comunicado que si bien disfrutar de las comidas de los vendedores ambulantes se ha vuelto popular, no se debe permitir que las condiciones alimentarias inseguras pongan en peligro la salud pública.
“Aplaudo los esfuerzos del personal de la Ciudad y el Condado para proteger a nuestros residentes”, dijo la alcaldesa.
Los reclamos al condado de Orange por no poner orden no solamente llegaron de los vendedores de comida autorizados, sino también de la comunidad que se empezó a quejar porque los puestos cubren las aceras haciendo difícil que las personas con discapacidades puedan desplazarse.
“Hay vendedores que están legalmente autorizados a operar en las aceras, pero no pueden bloquearla debido a los requisitos de la Acta de Americanos con Discapacidades (ADA), por lo que se debe poder pasar con una silla de ruedas”, dijo Eakins.
Falta mucho por hacer
Guzmán agradeció que se esté escuchando a los vendedores y restauranteros que cuentan con los permisos adecuados y pagan las cuotas requeridas. Agregó que les informaron que en el condado de Orange están buscando sanciones más estrictas ya que las que existen actualmente no son suficientes.
Subrayó que la ley SB 972 que entrará en vigor el primero de enero del 2023 no es para los vendedores ambulantes sin permiso, ya que ellos no están cumpliendo con las reglas que se piden.
“De entrada no traen agua caliente, no tienen refrigeración, están cocinando a la intemperie”, dijo Guzmán.
En 2018 se aprobó la ley SB 946 que autoriza la venta ambulante en las banquetes de California, pero dejó en vigencia algunas barreras en el código que imposibilita que los vendedores de comida puedan obtener permisos.
Con la aprobación de la SB 972, los vendedores podrán tener acceso más asequible y fácil a los permisos, espacios de comisaría y equipos que antes les era difícil obtener.
Eakins reiteró que las inspecciones continuarán ya que no es trabajo de un día.
“Seremos vigilantes porque hay una diferencia entre conocer el restaurante donde vas a comer y conoces al dueño, a comer en la calle y no saber quién te vendió la comida si te enfermas”, dijo el portavoz.
La División de Cumplimiento de Códigos de la Ciudad junto con la División de Salud Ambiental (EHD) de la Agencia de Cuidado de Salud y el Departamento de Policía de Santa Ana (SAPD) apoyaron a la Agencia de Atención Médica del Condado de Orange con la investigación y decomiso.