Extrabajadora de limpieza en supermercado denuncia abuso sexual por parte de supervisor

Presenta la queja a la Comisión del Trabajo de California, pero un año después no ha visto ninguna consecuencia

Los indocumentados que son víctimas de abusos laborales podrían calificar para un alivio migratorio temporal. (Cortesía)

Los indocumentados que son víctimas de abusos laborales podrían calificar para un alivio migratorio temporal. (Cortesía) Crédito: Cortesía

Durante cinco meses en el año 2021, Elena vivió un infierno cuando se vio obligada a mantener relaciones sexuales con su supervisor por miedo a perder su empleo en la limpieza de un popular supermercado especializado en productos hispanos de la ciudad de Victorville en el condado de San Bernardino.

“Yo tenía el turno de las 10 de la noche a las 3 de la mañana. Entré a ese trabajo por un amigo que me recomendó, y el supervisor empezó a invitarnos a los dos a cenar a la salida del trabajo, y no mostró ningún interés por mí hasta que me cambió de la sucursal de Adelanto a la de Victorville”, dice Elena.

“Yo me puse contenta porque ya no tendría que ir hasta Adelanto. Pero ahí fue cuando comenzó el acoso. Yo soy viuda con 4 hijos. En esa época, todos eran menores de edad; y me urgía el dinero”.

Por miedo a perder su único ingreso, y debido a que es indocumentada, dice que accedió al abuso.

“Me exigía que me fuera con él al menos dos veces por semana. Cuando de plano, ya no aguanté más, le pedí que me dejara en paz, pues ya había logrado lo que quería. Se empezó a poner muy violento y agresivo, y a amenazarme con reportarme a migración”.

Elena tuvo que soportar el abuso sexual en su trabajo por miedo a perder sus ingresos. (Cortesía)

Elena, tiene 49 años y es una inmigrante de Jalisco, México, que lleva casi 20 años en el país.

“Con mucho miedo, le dije lo que estaba pasando al dueño de la compañía de limpieza para la que trabajaba, y que es contratada para limpiar los supermercados, pero no hizo nada”.

Por el contrario, narró que la respuesta a su denuncia fue que el supervisor empezó a ponerle presión laboral. 

“Se ensañaron contra mí, y buscaba como darme más trabajo, o exigirme que limpiara con más detalle las cosas. Claramente no hallaban como molestarme”.

Después se enteró que el hombre ya no sería su supervisor, pero de repente volvía a su trabajo diciendo que todavía era.

“Todo ese tiempo, yo me sentía con mucho asco y muy frustrada. Una vez le pedí un permiso para faltar y no me lo quiso dar. No me tomé el día por temor a que me fuera a despedir”.

La gota que derramó el vaso fue cuando después de negarse a seguir manteniendo relaciones con su supervisor y de acusarlo, comenzó a notar que al salir de su trabajo, estaba siempre un carro estacionado afuera.

“Empecé a angustiarme mucho, y a temer que me hicieran algo a mi o a mi hijo, el más grande. Ellos tenían toda la información mía”.

Al final, Elena dice que ya no aguantó más y renunció. 

“En enero de 2022 presenté una queja ante la Comisión del Trabajo de California. Me dijeron que solo me podían ayudar si había usado mi nombre real para entrar al trabajo, y les dije que sí”.

La Comisión del Trabajo le asignó un abogado, quien recién le envió una carta en inglés que no entiende.

“Lo último que supe por algunos excompañeros, es que mi abusador había sido despedido del trabajo, pero no he sabido de ninguna sanción contra el dueño de la compañía de limpieza que sabía lo que estaba pasando y no tomó ninguna medida”.

Hasta la fecha, Elena dice que se siente frustrada.

“Siento que no hicieron nada por mí; y que los abusadores se salen con la suya, saben cómo evadir sus delitos y salir intactos”.

Recalcó que se atrevió a denunciar a su abusador a la Comisión del Trabajo porque un amigo la convenció de no quedarse callada. 

“Después me enteré de que mi supervisor ya le había hecho lo mismo a una empleada más joven”.

Elena pidió a La Opinión no publicar su nombre completo.

Las inmigrantes que trabajan como conserjes de noche se enfrentan contra un problema que está muy extendido: los abusos sexuales por parte de sus supervisores. Así quedó establecido durante una audiencia legislativa en Sacramento en 2015. De acuerdo con el Departamento de Justicia, hay más de 17,000 asaltos sexuales al año en el lugar de trabajo. 

Raúl Saldaña, abogado en migración . (Cortesía)

Nuevas protecciones

De acuerdo a las nuevas políticas anunciadas por el Departamento de Seguridad Nacional, los inmigrantes indocumentados que sufran abusos de sus empleadores como robo de salarios y discriminación por género podrán obtener un alivio a la deportación cuando reporten esas violaciones a una agencia de gobierno. 

Básicamente la nueva política garantiza un permiso de trabajo temporal mientras los trabajadores cooperan con los investigadores.

El abogado en migración Raúl Saldaña, dijo que esta nueva política de Acción Diferida va a ayudar con un permiso de trabajo por dos años a aquellos trabajadores mientras sus quejas de abusos están bajo investigación.

“Estamos hablando de casos donde nos les pagan lo suficiente, menos del salario mínimo o no les dan tiempo extra”, explicó.

Pero precisó que el permiso de trabajo es solo por el tiempo que dure la investigación y tienen que ser casos actuales, y se puede extender mientras esté el proceso.

“Lo que queremos explorar es si las personas que reciban esta protección de migración, pueden obtener un Advance Parole (un permiso para viajar fuera del país) porque al regresar y tener una entrada legal, pueden calificar para una petición familiar de residencia”.

Pero esto último aún no está definido.

En el caso de Elena, quien no es cliente del abogado Saldaña, dijo que ella podría calificar para beneficiarse de esta nueva política si la investigación aún está en pie.

Sin embargo, mencionó que mejor que eso es que esta madre podría solicitar una Visa U que se da a las víctimas de crímenes que colaboran con las autoridades. Esto siempre y cuando la Comisión Laboral de California le da una certificación, que es el requisito para solicitar dicho alivio.

Por lo pronto, mencionó que la nueva política del Departamento de Seguridad Nacional da cierto tipo de esperanza, pero si hay la opción del Advance Parole, sería un gran beneficio.

“Es un programa limitado. Ojalá se pueda extender; y entendemos que algunos trabajadores pudieran tener miedo de solicitarlo, porque si el permiso de trabajo es solo por dos o cuatro años, existe la preocupación de que su información quede en manos de las autoridades de migración y más tarde se pongan en riesgo de una deportación”.

El abogado Saldaña concluyó diciendo que antes de solicitar un alivio bajo la nueva política, es muy importante que el inmigrante sostenga una conversación con su abogado de migración para que entre ambos decidan qué es lo mejor.

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