Farmacias en varias ciudades de México venden medicinas mezcladas con fentanilo y las hacen pasar por medicinas legítimas

Una investigación del diario Los Ángeles Times descubrió que numerosas farmacias en varias ciudades del noroeste de México están vendiendo píldoras recetadas falsificadas mezcladas con drogas fuertes y mortales y haciéndolas pasar por productos farmacéuticos legítimos.

En Tijuana, píldoras vendidas como oxicodona dieron positivo por fentanilo, mientras que pastillas vendidas como Adderall dieron positivo en metanfetamina.

Las pruebas realizadas en Cabo San Lucas y cerca de San José del Cabo arrojaron resultados similares, aunque allí, incluso los analgésicos más débiles, incluidas las píldoras vendidas como hidrocodona, también dieron positivo por fentanilo.

Muchos medicamentos son casi indistinguibles de sus contrapartes legítimas.

En total, la investigación del diario angelino encontró que el 71% de las 17 píldoras analizadas dieron positivo para drogas más potentes.

Un equipo dirigido por investigadores de la UCLA registró resultados similares en un estudio la semana pasada.

Aunque las farmacias mexicanas son conocidas por vender una amplia gama de medicamentos que requieren receta médica en Estados Unidos, los expertos generalmente creían que esas píldoras correspondían a lo que los dueños de las tiendas decían que eran.

“Cada vez que tenga productos falsificados que contengan fentanilo, habrá personas que los usen y mueran”, dijo Chelsea Shover, investigadora de la UCLA y autora principal del estudio.

Los consumidores, incluidos turistas estadounidenses, que sin saberlo compran estas píldoras adulteradas corren un mayor riesgo de sobredosis cuando ingieren drogas mucho más fuertes de lo que esperaban.

Los expertos que estudian los efectos de las drogas ilícitas en México dicen que los datos de mortalidad del país subestiman enormemente las muertes por sobredosis.

Mientras que más de 91,000 personas murieron por sobredosis en los EE.UU. en 2020, México reportó solo 1,700 fallecimientos ese año por todas las drogas, incluido el alcohol.

El fentanilo se ha estado infiltrando en el suministro de drogas ilícitas durante aproximadamente una década, desde que los traficantes se apoderaron de la droga sintética como una alternativa más barata a los opiáceos tradicionales, y con un mayor margen de ganancias.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. han descrito que el fentanilo es hasta 50 veces más fuerte que la heroína. Una dosis tan pequeña como 2 miligramos puede ser fatal.

A diferencia de la heroína, fabricarla no requiere el espacio ni los gastos de un extenso campo de amapolas, solo un laboratorio y los productos químicos adecuados.

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