Rechazan ordenanza que pondría fin a la charrería en Los Ángeles
Los charros esperan llegar a un acuerdo para que salga una ley municipal que beneficie a todos, y no afecte la actividad charra
Las asociaciones de charros rechazaron una ordenanza que pretende prohibirles el uso de las chicharras, bozales o bajadores de alambre, verijeros, espuelas afiladas fijas o modificadas, lazos y reatas, ya que aseguran que acabaría con la práctica de la charrería y los rodeos en la ciudad de Los Ángeles.
Todos los instrumentos que quieren prohibirles – dicen – son clave para la práctica de la actividad charra.
“Esta ordenanza es el resultado de las presiones y compromisos que el concejal Bob Blumenfield tiene con las asociaciones protectoras de animales; y está bien, pero lo único que pedimos nosotros es que nos escuchen sobre temas que claramente estos políticos han demostrado en las juntas del Concejo que no conocen. Ni el concejal ni el abogado de la Ciudad saben de lo que hablan. Nosotros somos los expertos”, dijo Esteban Escobedo Reynoso, charro y vocero de la Federación Mexicana de Charrería-California.
Agregó que en la última junta de enero, no los dejaron hablar, y solo le permitieron el uso de la palabra a quienes quieren desaparecer charreadas, jaripeos y rodeos.
“En Los Ángeles tenemos tres lienzos de charros que desaparecerán si esta medida se aprueba”.
La ordenanza de Blumenfield prohíbe el uso de prácticas, técnicas y aparatos dañinos en rodeos y eventos relacionados; y cuando el abogado de la Ciudad redactó el lenguaje del proyecto de ley municipal, agregó a la prohibición, cualquier práctica, técnica o instrumento que puede o que cause daño físico, tormento o sufrimiento al animal.
“Cuando preguntamos a los concejales por qué habían votado a favor, nos dijeron que lo hicieron por un voto de cortesía, pero cómo votan por algo que no entienden y no quieren entender”, cuestionó Escobedo.
Dijo que han llegado a un punto en el que están dispuestos a negociar para que la ordenanza tenga un lenguaje que convenga a todos los actores involucrados, pero quieren ser escuchados.
Señaló que les preocupa que Los Ángeles, la segunda ciudad más grande del país, apruebe una medida que sirva de ejemplo para que luego otras ciudades también quieran prohibir las charrerías y rodeos.
“El problema es que no muestran estadísticas de los daños que dicen que nosotros infringimos a los animales. Por ejemplo, se menciona en la ordenanza que se prohíben las chicharras eléctricas cuando no empleamos nada que sea eléctrico”.
Hizo ver que los acusan de usar instrumentos de tortura contra los animales. “A nosotros más que nadie nos interesa tratar y cuidar bien a nuestros animales. A la ordenanza de prohibición le agregaron cosas como porque ejemplo, los verijeros, cuando son hechos de algodón y lana de borrego precisamente para no lastimar a los animales; luego además nosotros no utilizamos la espuela brava (afilada) que ellos quieren prohibir”.
Escobedo dijo que Blumenfield representa al distrito 3 (Woodland Hills, Canoga Park, Reseda, Winnetka y el sur del Valle de San Fernando) al que consideran predominantemente blanco con residentes que no sabe lo que es un rodeo o una charreada. “¿Cómo se pone a querer legislar sobre un tema que nadie de su distrito practica y conoce; y acabar con una tradición de más de 100 años de cultura. En México, la charrería ha sido declarada patrimonio universal por la UNESCO; y los estados del sur de Estados Unidos, California, Arizona y Texas son donde más se practica”.
De hecho, dijo que California es el estado con más charros de la nación.
Escobedo enfatizó que definitivamente los esfuerzos por aprobar esta medida son un reflejo de racismo y discriminación hacia una tradición latina.
“Quieren pasar una medida sin tener datos suficientes y sin conocer el tema. Nosotros queremos lo mejor para nuestros animales, y no queremos lastimarlos”.
Hasta el cierre de la edición, La Opinión se encontraba a la espera de una respuesta de la oficina del concejal Blumenfeld.
La organización de defensa de los animales con sede en Los Ángeles, Last Chance for Animals ha tomado el liderazgo a favor de esta ordenanza.
“Las chicharras eléctricas y las correas tienen un propósito: infligir suficiente dolor como para hacer que animales normalmente dóciles muestren un comportamiento salvaje que hace que los vaqueros parezcan valientes”, dijo Tracy Reiman, vicepresidenta ejecutiva de la organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA).
Agregó que innumerables animales en eventos de rodeos y charrería han sufrido fracturas de huesos, han salido con los pulmones perforados, cuellos rotos y han pasado por muertes agonizantes.
“Esta ordenanza sería un buen paso para poner fin a eventos que dejan a los animales con los cuerpos rotos”.
En el lenguaje de la moción, Blumenfield escribió que la Ciudad de Los Ángeles tiene un historial de actuar en el mejor interés del bienestar animal.
“La Ciudad asumió un papel de liderazgo al prohibir el uso de ganchos para toros en el manejo de elefantes en circos ambulantes o exhibiciones, y la venta de productos de piel. La acción para abordar el trato inhumano de los animales en los rodeos y eventos similares está muy atrasada”.
Agregó que numerosas ciudades estadounidenses tienen prohibiciones o restricciones de rodeo, incluidas Pasadena, Irvine y el condado de Napa en California; Fuerte Wayne, Indiana; San Petersburgo, Florida; Pittsburgh, Pennsylvania; Southampton, Nueva York.
“En 1992, Pittsburgh aprobó una ordenanza que prohibía el rodeo o evento relacionado en los que los animales sean inducidos o alentados a actuar mediante el uso de cualquier práctica o técnica, o cualquier dispositivo mecánico, eléctrico o manual que cause daño físico, tormento o sufrimiento.
“Los rodeos a menudo usan una serie de implementos inhumanos, que incluyen picanas eléctricas, correas en los flancos y espuelas para alentar el comportamiento agresivo en los animales para producir un producto de entretenimiento.
“Los animales sufren lesiones significativas durante los eventos de rodeo comunes, como montar toros y broncos, peleas de novillos y lazos de terneros. Muchos animales son sacrificados como resultado de las lesiones sufridas durante estos eventos. Hay una serie de eventos de rodeo en el condado y la ciudad de Los Ángeles que utilizan métodos o instrumentos inhumanos durante sus eventos.
“Es hora de que nuestra Ciudad actúe en interés del bienestar animal en este tema como lo ha hecho en el pasado con otros temas”.