Un mes después del arresto de Ovidio Guzmán, el Ejército abandona la comunidad donde cayó el hijo del Chapo

Los militares se despidieron de los pobladores a quienes por más de 30 días cuidaron y brindaron asistencia social

Comunidad de Jesús María

La calma finalmente volvió a Jesús María después del "Culiacanazo 2.0". Crédito: Juan Carlos Cruz | AFP / Getty Images

A poco más de un mes de aquel 5 de enero de 2023, llamado Jueves Negro o “Culiacanazo 2.0”, en que Sinaloa estuvo en llamas por la captura de Ovidio Guzmán López, elementos del Ejército Mexicano abandonaron la comunidad de Jesús María, donde cayó el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, lo que deja ver que la seguridad finalmente regresó a esa región.

Los militares se despidieron de los pobladores a quienes por más de 30 días cuidaron y brindaron asistencia social, lo hicieron mediante una ceremonia cívico-militar, la cual se llevó a cabo en un jardín de niños. En ella se firmó la retirada de los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) del poblado que acaparó las miradas nacionales e internacionales.

Durante la ceremonia, los soldados del Ejército Mexicano entregaron una bandera al plantel educativo, dieron obsequios a las maestras y repartieron dulces a las niñas y niños. Por su parte, los menores estudiantes tuvieron la oportunidad de despedirse de los militares mediante mensajes y una convivencia sin protocolos.

Adán Landeros Espinoza, teniente coronel de Infantería, explicó que al principio las personas tenían desconfianza de los elementos castrenses y no parecían cómodos con su presencia, situación que cambió al paso de los días, pues ahora tienen confianza en la Armada de México, Guardia Nacional y Fuerza Aérea.

En su informe, la Sedena dijo haber beneficiado a cerca de 8,000 mil familias, según su propio conteo, repartiendo alimento y agua embotellada, realizando consultas médicas y odontológicas, haciendo reparaciones en las viviendas y en las escuelas, entre otras tareas.

Tanto el jardín de niños donde se realizó la ceremonia, como una escuela primaria, fueron de los inmuebles que más trabajos de reparación tuvieron, debido a que las balas los dañaron terriblemente, razón por la que los padres de familia se negaban a enviar a sus hijos a clases.

Los militares se retiraron dejando las clases reanudadas, una aparente calma y la vida normal de los habitantes de Jesús María. Levantaron su campamento, pero aseguraron que las labores de vigilancia continuarán, aunque ahora de manera más discreta.

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