“Era sarcástico, era punzante”: periodistas de Los Ángeles recuerdan a Fernando Páramo, notable editor de deportes de La Opinión y personalidad del boxeo

La muerte de Fernando Páramo ha puesto de luto a La Opinión, periódico al que ayudó a crecer de manera considerable en la década de los 80; el gustado columnista y también narrador de boxeo dejó huella en los deportes del sur de California

Fernando Páramo (centro) con su compañero Rigo Cervantez y Pelé en la redacción de La Opinión.

Fernando Páramo (centro) con su compañero Rigo Cervantez y Pelé en la redacción de La Opinión. Crédito: Rigo Cervantez | Cortesía

Cuando el periodista deportivo Rigoberto “Rigo” Cervantez habla acerca de su colega Fernando Páramo, los recuerdos empiezan a fiuir con facilidad. Uno de ellos es cuando Páramo, quien fue un notable editor de Deportes de La Opinión, le dio luz verde a Cervantez para la creación de un personaje durante la cobertura de la Copa del Mundo de México 1986.

“Juanito era un niño vendedor de chiclets que nos encontró en el aeropuerto”, dice Cervantez. Se trataba de un niño que se colaba a los estadios del Mundial, que conocía a la perfección los barrios de la Ciudad de México y que tenía de 16 años porque nació en 1970 como “mascota” del primer Mundial de fútbol en México.

“Juanito representaba una visión del México del influyentismo, de los pobres, de la injusticia social, de todo eso”, explica Cervantez. “Juanito llegó a tener tanta popularidad como si fuera un personaje del Mundial, y resultó que cuando terminó la cobertura a Juanito la gente lo seguía y querían armar una colecta para mandarle dinero… Cobró vida”.

La historia de Juanito en las páginas de La Opinión es una de tantas que unieron por muchos años a Cervantez y otros periodistas de la época en el sur de California con Fernando Páramo, quien este domingo falleció en Los Ángeles a consecuencia de cáncer de pulmón tras haber sido hospitalizado seis días antes. Tenía casi 70 años.

Nacido en Uruapan, Michoacán, Fernando Páramo fue un periodista completo. Además de haber sido el segundo editor de deportes de La Opinión y un gustado columnista, hizo carrera como narrador deportivo en las arenas y estadios angelinos, incluso siendo ganador de premios, y también se desempeñó como productor, publicista y hasta promotor de boxeo.

Su llegada como editor de deportes de La Opinión a principios de 1984 ayudó al periódico a crecer de manera considerable. Aceptó ese puesto dejado vacante tras el retiro del ilustre editor Rudy García, pero puso sus condiciones, incluyendo la contratación de Cervantez para ayudarle con la cobertura del fútbol.

“Yo creo que su legado fue haber hecho una apertura al fútbol, darle más cobertura, que estaba un poco en el olvido”, opina Cervantez. “Eso también le dio mucha relevancia al periódico en un mercado como el de Los Ángeles, que en aquella eṕoca ya había mucho mexicano, mucho latinoamericano, centroamericano, y todos ellos aficionados al fútbol”.

Cervantez, a su vez un longevo y exitoso periodista deportivo, dice que la cobertura ampliada del fútbol, incluyendo la visita de equipos a la región, ayudó a que la circulación diaria del periódico pasara de 60,000 o 70,000 a más de 120,000 o 140,000.

“Fue un periodista con una personalidad y una ideología muy especial, muy diferente, y que se acopló bien con el momento que vivió La Opinión en esa época para una cobertura y un seguimiento de la noticia y los personajes del deporte”, dice Cervantez.

Esos personajes incluían a Julio César Chávez, a quien Páramo cubrió de manera extensa desde sus inicios. El periodista trabajó incontables noches de boxeo en el Olympic Auditorium, la Sports Arena y el Forum de Inglewood.

“Era sarcástico, era punzante en sus columnas, era incisivo, era bravo, era duro en sus comentarios”, apunta Cervantez.

Fernando Páramo supo divertirse en el periodismo deportivo, dicen sus amigos. /Foto: Cortesía José Fuentes-Salinas
Fernando Páramo siempre supo divertirse en el periodismo, dicen sus amigos. /Foto: Cortesía José Fuentes-Salinas

“Todo se puede perdonar, menos el aburrimiento”

José Fuentes, periodista que trabajó con Páramo por más de 20 años en La Opinión y en el popular semanario Impacto USA, piensa que lo que distinguió más a Páramo fue su habilidad para capturar en sus artículos la emoción y alegría de los deportes, sabiendo dejar atrás la narrativa demasiado extensa de otros tiempos.

“Con él comentábamos que todo se puede perdonar, menos el aburrimiento”, dice Fuentes aludiendo a las conversaciones cuando su colega salía a fumar afuera de las oficinas de La Opinión frente a la plaza Pershing del centro de Los Ángeles. “Como michoacano, él conocía perfectamente el lenguaje con que a la gente le gusta comunicarse, la mentalidad de ellos, y estaba bien informado”.

Fuentes guardó en un álbum recortes de artículos del periódico, incluyendo algunos de Páramo, como una columna de octubre de 1995 previo a una pelea de boxeo entre el mexicano Leonardo Aguilar y el japonés Yosuke Nishijima en el Forum.

“Yo -decía el asiático, con toda la seriedad del mundo- me fortalezco mentalmente meditando en la tranquilidad de la montaña… cargo grandes piedras en las cuestas de esa montaña y arranco raíces en mis entrenamientos”, se lee en la columna impresa. “Después, vendría el contraste: Yo -arrancó el cachanilla, carcajeándose alegremente- como tortillas y frijoles con chile y eso me da fuerza“.

Páramo conocía profundamente el boxeo y otros deportes, pero saber hacerlos interesantes y divertidos fue una de sus grandes virtudes.

“El boxeo era una de sus grandes pasiones y cuando empezó el apogeo del boxeo en Las Vegas con Julio César Chávez, Fernando no se perdía una pelea en Las Vegas; le apasionaba Las Vegas y le apasionaba el boxeo”, recuerda Cervantez, su compañero de mil batallas junto a otros como el reportero gráfico “Chiquilín” García, Ricardo Jiménez y Carlos Alvarado.

Uno de los grandes momentos de Páramo en el boxeo fue cuando le tocó ser parte de la narración de HBO de la histórica pelea entre Marvin Hagler y Thomas Hearns de 1985. El cronista trabajaba perfectamente en inglés y fue premiado cuatro veces con el Emmy por sus transmisiones de boxeo en vivo.

“Tiene muchísimo mérito. No es fácil narrar en otro idioma que no es el tuyo. Le doy más crédito por eso”, comenta Ricardo Celis, comunicador deportivo que actualmente es el narrador en español de DAZN.

Un periodista deportivo que pavimentó el camino para otros

Páramo no solo supo entretener a su audiencia, sino que impactó positivamente a muchos jóvenes inmigrantes de entonces, incluyendo algunos futuros comunicadores.

“Cuando llegué a Estados Unidos, él fue una de mis inspiraciones”, admite Eduard Cauich, actual reportero y editor de Los Angeles Times en Español. “Era el inicio de los 90, no había internet, no había todo lo que tenemos hoy en día. Cuando llegas a este país, no sabes inglés ni nada, entonces buscas lo que hay [en espanol] y él fue una de las caras y voces que conocí”.

Para Cauich, el legado de Páramo es que “pavimentó el camino para muchos de nosotros latinos en los medios de comunicación, creo que rompió muchas barreras que nosotros a lo mejor no entendemos hoy en día”.

Andrés Cantor, el más famoso cronista de fútbol en Estados Unidos, comparte esa idea, como se lo hizo saber a La Opinión en una entrevista reciente.

“Para mí que crecí en Los Ángeles, La Opinión era la biblia del deporte. No existía internet, no existía cómo enterarte de las noticias del fútbol”, contó el narrador de Telemundo Deportes, quien admiraba los trabajos de Páramo, Cervantez y “Chiquilín”.

Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, lamentó la mala noticia. “Con profunda pena me entero de la partida de una gran persona de la comunidad del boxeo”, escribió en Twitter.

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