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‘Líderes’ corruptos y antidemocráticos piden luchar por la democracia en México

Cuando Felipe Calderón y Vicente Fox invitan a una manifestación en defensa de la democracia, hay que dar dos pasos atrás y reflexionar sobre lo contradictorio de su convocatoria

VIDEO: Opositores a AMLO realizan concentración en contra del “plan B” del INE y derriban lona alusiva a Genaro García Luna

Manifestaciones en México en contra del "plan B" del INE propuesta por AMLO. Crédito: Agencia Reforma

El expresidente Felipe Caderón, quien se robó la elección de 2006 en México (todo documentado y probado), es uno de los líderes que llamó a marchar el 26 de febrero en el Zócalo.

El expresidente Vicente Fox, quien “cargó los dados” y él mismo confesó que hizo todo lo posible para evitar que el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador no ganara las elecciones en 2006, es otro de los “líderes” que llamó a participar en la marcha en “defensa” de la democracia.

Con estas acciones en el pasado, lo que defienden ambos exmandatarios es contradictorio a su mensaje.

Casualmente, ambos tuvieron a Genaro García Luna en sus filas: Calderón le dio el puesto de secretario de Seguridad Pública Federal, principal responsable de la seguridad de los mexicanos; mientras que Fox le dio el puesto de director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), con el objetivo de “combatir” la corrupción y el narcotráfico.

García Luna, quien operó la guerra contra las drogas y con la que se inició una matanza contra miles de mexicanos que hasta la fecha no se ha podido detener, fue encontrado culpable en Estados Unidos por sus nexos al narcotráfico, días previos a la marcha del 26 de febrero.

Sí, la mano derecha de Fox y Calderón fue encontrado culpable del delito que se supone debería de haber combatido, pero casualmente ambos mandatarios dicen desconocer la complicidad de quien fue su mano derecha con el narco.

Con estos dos personajes apoyando una marcha, la gente no solo mexicana, sino cualquier individuo en su sano juicio, no participaría por sentido común, por humanidad; porque esa convocatoria simplemente no tiene lógica. En efecto, es imposible creer que estas dos personas que han participado en fraudes electorales y han sido determinantes en el dolor, muerte y pobreza que han sufrido los mexicanos por lo menos en los últimos 20 años, nos pidan que marchemos por la democracia que, según ellos, está en riesgo. En serio.

Verdaderamente no tienen vergüenza estos personajes que creen que los mexicanos somos unos tontos, que no tenemos memoria y que ya damos por olvidado todo lo que le hicieron al país durante sus mandatos.

Estoy seguro que si los organizadores de esa manifestación el 26 de febrero no hubieran utilizado tácticas de manipulación, como el perder el empleo —de las delegaciones representadas por la oposición en Ciudad de México y algunos negocios—, la mitad de los que asistieron no habrían llegado.

Además, muchos de los que sí participaron por convicción no sabían en realidad lo que significa el Plan B de la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador; si a ellos les hubiera hablado con la verdad, estoy seguro que tampoco habrían participado.

Claro que había gente que, aun sabiendo las mentiras de la marcha, sí participó. Pero no era la mayoría, sino gente identificada con ese pequeño grupo que se veía beneficiado directa o indirectamente por los robos y negocios ventajosos que hacían en el pasado las corporaciones con los gobiernos de Fox, Calderón y mandatarios anteriores.

En esta columna solo hablamos de dos personajes. Pero imagínese el cuadro de horror: a la marcha llegaron Roberto Madrazo, confeso de participar en fraudes electorales; Alejandro ‘Alito’ Moreno, señalado de corrupción y que ahora ya ni en su partido (PRI) lo quieren; Elba Esther Gordillo, mujer que ya estuvo en la cárcel por corrupción; José Ramón Cossío, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 2003 a 2018, momento en que el gobierno era un narcoestado y quien decidió no investigar el incendio de la Guardería ABC, donde perdieron la vida 49 niños, pero como estaba involucrada la familia del expresidente Calderón, no hizo nada.

Estos son nuestros “líderes”, los que dicen que la democracia está en riesgo, los que quieren que el pasado regrese. Lamentable.

Gracias por leer hasta el final.

Agustín Durán es editor de Metro del diario La Opinión en Los Ángeles, una de las ciudades con más mexicanos fuera de México.

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