Sierra & Tierra: El carbón nos está matando
Javier Sierra es columnista del Sierra Club. Sígalo en Twitter @javier_SC
La industria carbonera sigue tratando a nuestra atmósfera como su retrete particular, causando la muerte prematura de miles de personas cada año.
Un nuevo estudio del Sierra Club concluyó que cada año, la contaminación de hollín (o materia particulada) procedente de las plantas térmicas de carbón causa la muerte prematura de unas 3.800 personas nacionalmente. La mitad de estas defunciones las causa solo el 10% de estas instalaciones y, por tanto, se las considera supercontaminadores. El reporte, titulado “Fuera de Control: El Mortal Impacto de la Contaminación Carbonera”, concluyó que las tres plantas carboneras más letales son General James M. Gavin (Ohio, 244 muertes), Labadie (Missouri, 195) y Keystone (Pennsylvania, 160).
La exposición a la materia particulada puede causar ataques de asma, reducción de la función pulmonar, males coronarios y muerte prematura, especialmente entre niños y ancianos.
Los latinos no nos libramos de esta lacra. Para nosotros, las tres plantas más letales son W A Parish (Texas), Martin Lake (Texas) y Labadie (Missouri). Similarmente, las tres compañías eléctricas carboneras que más daño hacen a nuestra comunidad son NRG Energy Inc, Berkshire Hathaway Inc. y Vistra Corp.
El reporte explica que en general solo el 4% de las muertes prematuras ocurre en el condado donde está situada la planta contaminadora debido a que las corrientes de viento arrastran la contaminación a lugares distantes donde más se sufren los daños. Por ejemplo, en Nueva York, un estado con gran densidad latina, la contaminación de hollín causa la muerte prematura de 234 personas cada año, pese a que este estado no contiene ninguna planta carbonera.
El reporte reveló que las instalaciones que más daño causan no tienen planes de reducir ni eliminar su contaminación, y que más de la mitad todavía en funcionamiento carece de controles efectivos contra la esta mortal polución.
La Campaña Más Allá del Carbón, junto con comunidades de todo el país, ha logrado el cierre o anuncio de cierre de 370 plantas carboneras. Pero todavía quedan 160 de ellas activas. Es por ello, que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) debe ser audaz en el refuerzo de las protecciones contra la contaminación de hollín. El actual borrador no aborda las emisiones de plantas carboneras que generan la materia particulada. Por otro lado, la EPA sí tiene la autoridad de exigir a las plantas más letales que instalen controles de contaminación o de clausurarlas sin más.
La industria carbonera tiene los días contados. Según la Agencia Internacional de Energía, la solar superará a la carbonera como la más importante del mundo para el 2027. Y en Europa, las energías solar y eólica están abrumando a la carbonera y gasera con un 22% de la capacidad generadora de electricidad.
Lo que está por ver es cuándo el sentido común y el uso de la energía limpia y renovable triunfarán sobre un combustible que nos está matando.