“El Chueco”, líder criminal y presunto asesino de dos sacerdotes, poseía una lujosa casa en la Sierra Tarahumara
Como a la gran mayoría de los capos, a José Noriel Portillo Gil le gustaba presumir su opulencia y muestra de ello es la enorme propiedad que se mandó a construir en la localidad de Bahuichivo
El nombre de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, se convirtió en uno de delincuentes más buscados por las autoridades mexicana.
Al sujeto originario de Urique, Chihuahua se le acusaba de ser el presunto asesino de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, de 79 años; y Joaquín César Mora Salazar, de 81 años; pero también de la muerte del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, todo ello ocurrido en junio del año pasado.
De hecho, existía una recompensa cercana a $270,000,000 dólares para quien brindara información fidedigna que llevara a su captura, pues también se supo que era un peligroso jefe criminal encargado de dirigir a una célula del grupo delictivo “Gente Nueva”, considerado como el brazo armado y operativo del Cártel de Sinaloa en Chihuahua.
No obstante, el miércoles de esta semana el sujeto de 30 años, quien en 2018 también ejecutó a un profesor estadounidense Patrick Braxton-Andrews, apareció muerto en el municipio de Choix, Sinaloa.
Una vez que la noticia comenzó a figurar en los medios de comunicación, surgieron nuevos datos sobre estilo de vida que acostumbra darse el capo.
En este sentido, el programa informativo Telediario presentó imágenes de una lujosa casa que “El Chueco” había mandado a construir en pleno corazón la Sierra Tarahumara.
La propiedad ubicada en la localidad de Bahuichivo, en la barranca de Urique, Chihuahua, es muy extensa y proyecta una arquitectura similar a la empleada en construcciones estadounidense, con finos acabados de manera en interior e incluso con un patio que sobresale por estar completamente cubierto con pasto sintético.
Por donde se le vea, la propiedad contrastaba con las demás viviendas, pues a esto debe sumarse que en la comunidad sólo habitan 800 habitantes, en su gran mayoría pobres.
Cabe señalar que enfrente de la lujosa residencia también se edificó una autentica fortaleza donde una decena de sicarios se encargaban de cuidar a su patrón.
Hace un par de meses, elementos de la Fiscalía de Chihuahua y de la Secretaría de Marina ingresaron al domicilio en busca del capo, pero éste llevaba algún tiempo escondido en otro sitio.
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