Inmigrante guatemalteca encuentra su pasión en los jabones con ingredientes naturales

Lo que empezó como un pasatiempo se ha convertido en una fuente de ingresos para su familia

Karla Ordoñez, creadora de los Tilika Soaps. (Cortesia)

Karla Ordoñez, creadora de los Tilika Soaps. (Cortesia) Crédito: Cortesía

En su natal Guatemala, Karla Ordoñez estudió para socióloga, y en Los Ángeles, diseño de modas, pero ha sido en la creación de jabones y aceites naturales que ha encontrado su pasión.

“Tuve la oportunidad de estudiar sociología en la Universidad de San Carlos en Guatemala, pero cuando estaba en el noveno semestre, ocurrió una tragedia en mi familia y dejé mi país para venir a Los Ángeles”, recuerda.

Al llegar a Estados Unidos a Karla que le ganó la necesidad de generar ingresos y se puso a trabajar en lo que pudo. “Hice de todo, cuidé niños, limpié casas, fui maestra de español, incluso repartí el periódico La Opinión“.

Pero peleaba consigo misma porque no era lo que ella quería hacer.

Así que se inscribió en Los Angeles Trade Technical College donde estudió por tres años, diseño de modas. “Me gané dos premios en el Fashion Show“.

Cuando empezaba a dar sus primeros pasos vendiendo sus diseños, quedó embarazada a los 43 años de su hijo Esteban, y el tiempo se le acortó.

“La idea de hacer jabones se dio cuando pensé en crear un jabón para lavar las prendas manchadas por el sudor excesivo”.

Pero también dice que la motivó ver que muchos de los jabones ofrece la industria del jabón, son hechos con aceite reciclado de restaurantes de comidas fritas.

“Lo venden por contenedores a gente que hace jabón. Es puro químico, y por eso vemos tantos problemas en la piel”.

Karla Ordoñez quiere que sus jabones contribuyan a la salud de quienes lo utilizan. (Cortesía Karla Ordoñez)

Al darse cuenta de esta problemática, se metió de lleno a investigar cómo hacer jabones con ingredientes naturales saludables.

“Muchos me preguntan dónde aprendí, y les digo que sola, investigando, leyendo y practicando durante 6 meses”.

En ese aprendizaje dice que le ayudó mucho que su clase favorita en la preparatoria era la de química. “Hice muchas pruebas de jabones hasta alcanzar el producto que yo quería”.

Primero regalaba muestras para que la gente los probara y le dijeran si les gustaba.

Una vez que se sintió lista y preparada, en 2019 se lanzó a vender sus jabones a un swap meat (un mercadillo al aire libre) de la ciudad de Gardena en el condado de Los Ángeles.

Su primer jabón fue de cúrcuma y aceite de semilla de uva con propiedades para prevenir el cáncer de la piel.

Karla admite que al principio que se lanzó al mundo de los pequeños negocios, no dejó de limpiar casas y cuidar niños hasta que sus jabones comenzaron a tener más aceptación.

Karla Ordoñez tiene muchos planes para su negocio de jabones y aceites naturales. (Cortesía Karla Ordoñez)

“Aunque la primera vez que saqué mi permiso para vender en el swap meet de Gardena, tenía mucho miedo; al final del día me encantó porque vendí tanto, y así fue como empecé”.

Las ventas del primer día la animaron para aplicarse más en la creación de sus jabones, y hoy tiene 15 diferentes tipos.

Entre los ingredientes que usa para sus jabones destaca el áloe vera, aceite de oliva, semilla de uva, aceite de coco, aceite de girasol, frutas como tomate, papaya, limón, naranjas; hierbas como romero y lavanda. Muchos de los cítricos y frutas las cultiva en su propio jardín.

También ha creado tres tipos de aceite para la piel, aceite de naranja, de castor y uno relajante.

“En estos años, nadie ha venido a decirme que el jabón los irritó, ni he tenido ninguna queja”.

Karla dice que le encanta hacer sus jabones, pero en ese proceso ha luchado contra sus propios miedos ya que la comercialización le cuesta más trabajo que crear.

“Parte de mi trabajo ha sido educar a la gente en la salud e higiene de su cara y piel, y enseñarles cómo mis jabones les ayudan a lograrlo. Mucha gente no tiene la costumbre de lavarse la cara”.

Su meta siempre ha sido hacer jabones a base de frutas y hierbas como una especie de medicina preventiva.

Por lo tanto, sus jabones ayudan a exfoliar, hidratar, reducir la grasa, prevenir el acné, cerrar poros, tratan las quemaduras, protegen del sol, alivian la irritación de la piel, reducen los signos de envejecimiento y dan un toque juvenil a la piel.

Karla cuenta que le puso por nombre a su negocio Tilika Soap, en memoria de su papá que le apodaba tilica, como se les llama popularmente en México a las personas delgadas o flacas.

“Mi papá viajaba mucho a México y como yo era muy delgada, empezó a llamarme tilica”.

En la actualidad Karla vende sus jabones en farmers market de Costa Mesa, Ontario y Orange, además de Los Ángeles.

También le pueden hacer pedidos por teléfono al 323-208-2094; y en Instagram en @tilikasoap.

A cuatro años de haberse lanzado sus Tilika Soap, dice que desde hace dos años está dedicada 100% a su trabajo.

 “Me encanta lo que hago, es mi pasión hacer los jabones desde cero”.

Pero dice que aspira a más como colocar sus productos en varias tiendas diferentes y establecerse en un solo lugar.

“Ahora yo hago todo sola, pero otra de mis metas es proveer trabajo a otras personas”.

Karla se entusiasma al decir que lo que empezó como un hobbie se ha convertido en un ingreso que ayuda a solventar los gastos de su casa.

“Yo invitaría a las personas a que se dé una oportunidad de apoyar a los pequeños negocios de nuestra propia gente que están surgiendo y a que prueben mis jabones y aceites para que vuelvan a lo natural”.

Los jabones de Karla son de cúrcuma, áloe y romero, café y cacao, lavanda, limón, naranja, papaya, berries, flor de jamaica, tomate, rosas, carbon, algas y eucalipto y leche de cabra.

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