Reviven el viacrucis de Semana Santa en la Iglesia de la Placita Olvera
Los feligreses representan los pasajes de la pasión de Cristo; y abogan por los inmigrantes, desamparados, trabajadores de la salud, vendedores ambulantes y hasta por las parejas de mismo sexo
Al menos cinco veces en los últimos años, Rafael Serrano ha personificado a Jesús en el viacrucis que cada Viernes Santo se celebra en el templo de Nuestra Señora de Los Ángeles en la Placita Olvera de Los Ángeles.
“Lo hago con mucho respeto, y es un sueño hecho realidad porque desde que era niño y que mi mamá me llevaba en nuestro pueblo Tarimoro, Guanajuato a ver las Tres Caídas, tuve el presentimiento de que un día representaría a Jesús en el viacrucis”.
Su anhelo se le hizo realidad porque ya son cinco años consecutivos que asume el papel de Jesucristo. “Es una vivencia muy bonita, que me gustaría que otra persona la tomara el próximo año para que experimenten lo bello que es”, dice Rafael de 39 años, quien se gana la vida como cocinero.
Junto con un grupo de entre 20 y 30 feligreses se preparó durante alrededor de mes y medio para escenificar el viacrucis también llamado Vía Dolorosa que son las diferentes etapas, 14 estaciones que vivió Jesucristo desde su captura hasta su crucifixión y sepultura.
“Yo me doy cuenta durante todos los momentos del camino de la cruz, que las personas que presencian este rito de la Iglesia Católica son invadidas por una gran paz a medida que avanza la ceremonia”.
En la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, más conocida como la Iglesia de la Placita Olvera, ya es toda una tradición, la escenificación del viacrucis.
“La diferencia este año es que aunque es dentro de la Iglesia, hemos marcado simbólicamente al centro de Los Ángeles como el camino de Jesús. De manera que Jesús al cargar la cruz, se va encontrando en cada esquina con diferentes realidades como los migrantes, los desamparados, los trabajadores y a todos aquellos que enfrentan diferentes retos, y a quienes les da palabras de consuelo”, dice el padre Arturo Corral, párroco de Nuestra Señora de Los Ángeles.
Este año el sacerdote siente un especial gozo por celebrar a través del viacrucis los misterios de la Pascua, y el que Jesús haya vuelto de la muerte a la vida.
“Mi mensaje es que debemos alegrarnos de tener fe y esperanza. Al encontrarnos con Jesucristo aprendemos a amar, a poner los pies sobre la tierra y dar una palabra de consuelo para tener una realidad más pacífica donde haya lugar para todos los inmigrantes y la diversidad; y donde no exista la discusión de razas sino el respeto”.
Y agregó que estos días santos son preciosos y de celebrar.
“Este Viernes Santo, Dios nos abre la perspectiva de que todos tenemos un lugar, y nos hace ver que la fe transforma la vida”.
Fueron feligreses, mayormente inmigrantes, de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles quienes participaron como actores en la escenificación de la Pasión de Cristo.
“Esperamos el próximo año volver a las calles con el viacrucis como lo hemos hecho siempre otros años, antes de la pandemia”, dice el padre Corral.
Explica que los participantes son papás y mamás que forman parte de los diferentes grupos de la Iglesia.
“No es solo una actuación sino una expresión de devoción que la viven con mucha fe”.
Rodrigo López y Martha Guerrero, organizadores del viacrucis, dijeron que sin duda la fe en Dios mueve a los feligreses a ser parte del camino que recorrió Jesucristo por Jerusalén, desde que fue sentenciado a muerte hasta su crucifixión.
“Todos estamos muy motivados y con mucho ánimo”, dijo Rodrigo.
Víctor Zúñiga, quien lleva 4 años representado a un soldado romano en el viacrucis viviente de la iglesia de la Placita Olvera, dice que para él, es una gran satisfacción participar y pasar el mensaje a la gente.
“Es una tradición que traje conmigo desde que emigré del estado de México a Los Ángeles hace 30 años”, dice Víctor, quien trabaja en una bodega.
Al padre Juan Francisco González por primera vez le tocó ser el narrador del viacrucis, aún cuando lleva 29 años como sacerdote.
“Hoy nos centramos en la adoración de la cruz y en la obra de Jesucristo en la cruz, y meditamos sobre la pasión de Nuestro Señor”.
Y recuerda que en este Viernes Santo, “el señor vuelve para darnos esperanza y redención. Ante los misterios de la vida, solo nos queda aceptarlos y vivirlos, pero Dios nos da la oportunidad de volver a él, acercarnos a los sacramentos y congregarnos como familia de la Iglesia”.
Cientos de feligreses acudieron a ser testigos del viacrucis que en cada una de sus estaciones, abogaba por algún grupo especial de la comunidad angelina, como los desamparados, los vendedores ambulantes, los inmigrantes, las parejas del mismo sexo, los prestadores de servicios de salud, los matrimonios, los gobernantes, un reparto equitativo de la riqueza y muchos otros temas.
“Ayúdanos a descubrir tu rostro en cada persona que tiene que emigrar y dejar su tierra”, dijo el padre González.
También pidió por los médicos, enfermeras, paramédicos, asistentes, consejeros, psicólogos y psiquiatras, y por la aceptación de las parejas del mismo sexo.
Asimismo hubo una oración especial “por los voluntarios que nos ayudan con nuestra pesada cruz del cansancio, la enfermedad, el dolor y la enfermedad”.