La Fed reconoce que una “recesión suave” es posible para finales de 2023: por qué

La Reserva Federal (Fed) advirtió que es probable que la economía experimente una recesión “leve” a finales de 2023, como consecuencia de la crisis bancaria en Estados Unidos.

La predicción se dio durante la reunión de marzo del Comité Federal de Mercado Abierto, donde se realizó una presentación sobre las posibles repercusiones de la quiebra de Silicon Valley Bank y otras entidades en el sector financiero.

Aunque el vicepresidente de supervisión de la Fed, Michael Barr, dijo que el sector bancario “es sólido y resistente”, los economistas del banco central dijeron que la economía se verá afectada.

Las proyecciones posteriores a la reunión indicaron que los funcionarios de la Fed esperan un crecimiento del PIB de solo el 0.4% para todo 2023.

“Dada su evaluación de los posibles efectos económicos de los desarrollos recientes del sector bancario, la proyección del personal en el momento de la reunión de marzo incluía una recesión leve que comenzaría a fines de este año, con una recuperación durante los dos años siguientes”, indicó el resumen de la reunión.

Aunque inicialmente esa crisis había provocado algunas especulaciones de que la Fed podría mantener el límite en las tasas, los funcionarios enfatizaron que se necesitaba hacer más para controlar la inflación.

Varios formuladores de políticas cuestionaron si mantener las tasas estables mientras observaban cómo se desarrollaba la crisis. Sin embargo, cedieron y acordaron votar por otro aumento de tasas.

Pero la preocupación por las condiciones económicas generales siguió siendo alta, particularmente a la luz de los problemas bancarios.

Tras el colapso de SVB y otras dos instituciones, los funcionarios de la Fed abrieron un nuevo servicio de préstamo para los bancos y suavizaron las condiciones para los préstamos de emergencia en la ventanilla de descuento.

Las actas señalaron que los programas ayudaron a la industria a superar sus problemas, pero los funcionarios dijeron que esperan que los préstamos se ajusten y que las condiciones crediticias se deterioren.

El índice de precios de gastos de consumo personal, que es el indicador de inflación más observado por los políticos, aumentó solo un 0.3% en febrero y subió un 4.6% sobre una base anual. La ganancia mensual fue menor de lo esperado.

El miércoles temprano, el índice de precios al consumidor mostró un aumento de solo 0.1% en marzo y se desaceleró a un ritmo anual de 5%, esta última cifra un punto porcentual por debajo de febrero.

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