“Cuando mi esposa estaba agonizando, me dijo que me tirara por la ventana”: sobreviviente del tiroteo en Texas

Wilson García le pidió a su vecino Francisco Oropeza que disparara más lejos para que su bebé pudiera dormir. Oropeza respondió con un ataque indiscriminado contra la casa de García y mató a 5 personas, incluido un niño de 9 años.

"Cuando mi esposa estaba agonizando, me dijo que me tirara por la ventana": el padre hondureño que perdió a su mujer y un hijo en un tiroteo en Texas

El alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers, encabeza la búsqueda de Francisco Oropeza. Crédito: Getty Images

Wilson García intentaba dormir a su hijo de mes y medio el pasado viernes cuando escuchó tiros. El vecino estaba disparando en el patio de su casa.

El estruendo sobresaltó al bebé. García dejó al niño con su esposa, Sonia Argentina Guzmán, y fue a la casa del vecino acompañado por otro hombre para pedirle que disparara su arma más lejos porque su hijo no podía dormir.

La familia hondureña García Guzmán se encontraba en una casa en el pequeño pueblo de Cleveland, en el condado de San Jacinto en Texas, Estados Unidos.

En la casa había 15 personas, muchas de ellas supuestamente en un retiro de la iglesia.

García contó a periodistas que habló “respetuosamente” con su vecino. “Nos dijo que estaba en su propiedad y que podía hacer lo que quisiera”.

Después de la discusión, García llamó a la policía cinco veces y se tranquilizó cuando le dijeron que la ayuda venía en camino.

Sin embargo, desde la ventana vio a su vecino recargar el arma y correr hacia su casa.

Frente de la casa en Cleveland, Texas, donde ocurrió el tiroteo el 29 de abril.

Reuters
La policía de Cleveland, Texas, aún está buscando al sospechoso, descrito como un hombre mexicano armado con un rifle.

Su esposa Sonia le dijo que entrara, y que el vecino no le dispararía a una mujer. Pero ella resultó ser la primera víctima cuando el hombre disparó indiscriminadamente contra la casa y mató a 5 personas, todos hondureños, incluido un niño de 9 años.

“Cuando mi esposa estaba agonizando, me dijo que me tirara por la ventana porque ya mis hijos estaban sin mamá. Entonces tenía que quedar uno de los dos vivos para que los cuidara”, dijo conmovido García, que habló con las televisiones locales.

Entre las víctimas está el hijo de García, Daniel Enrique Laso, de nueve años, y dos mujeres que murieron mientras protegían al bebé y a la hija de dos años de García.

“A mi hijo de un mes y medio lo protegieron con un montón de ropa, para que el asesino no lo matara también”, contó a los periodistas.

Durante una vigilia que se celebró el domingo después del tiroteo, García dijo entre lágrimas que una de las mujeres le había dicho que saltara por una ventana para salvarse de los disparos y cuidar en el futuro a sus hijos sobrevivientes.

Las autoridades identificaron a las víctimas como Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, de 21; Julisa Molina Rivera, de 31; Jose Jonathan Casarez, de 18; y Daniel Enrique Laso, de 9.

“No tengo palabras para describir lo que pasó”, dijo García a medios locales. “Es como si estuviéramos vivos pero al mismo tiempo no lo estamos. Lo que sucedió realmente fue horrible”.

Tres niños que resultaron heridos fueron llevados al hospital y recibieron el alta el domingo, informó el diario Houston Chronicle.

Persecución y recompensa

El sospechoso fue identificado por las autoridades como Francisco Oropeza, de 38 años. Se presume que es mexicano.

Oropeza escapó y sigue fugado.

Este lunes, medios en EE.UU. informaron que el sospechoso había sido deportado del país en cuatro ocasiones.

Francisco Oropeza

Reuters
Un agente del FBI aseguró que el sospechoso Francisco Oropeza, de 38 años, está “armado y es peligroso”.

Las autoridades ofrecieron una recompensa de US$80.000 por información que conduzca a su arresto, financiada por el gobernador de Texas, Gregg Abbott, el FBI y funcionarios locales.

La policía aseguró que el sospechoso debe ser considerado armado y peligroso.

Puedo decirles ahora mismo que no tenemos pistas“, dijo el detective especial del FBI, James Smith. “No sabemos dónde está. No tenemos ninguna pista en este momento sobre dónde puede estar. Nos encontramos en un callejón sin salida”.

Después del tiroteo, más de 150 policías se reunieron en un área boscosa cerca del lugar por donde presumen que Oropeza escapó a pie. Allí encontraron ropa y un teléfono.

Los perros finalmente perdieron el rastro del sospechoso, dijo el alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers. Sin embargo, la búsqueda continuó el domingo, con la participación de más de 200 uniformados.

Consultado sobre el tiempo de respuesta a las múltiples llamadas de auxilio de García, Capers dijo que los policías llegaron lo más rápido posible y que solo tenía tres funcionarios patrullando en el área.

El peso de la ley

El canciller de Honduras, Enrique Reina, tuiteó: “Exigimos que se aplique todo el peso de la ley contra los responsables de este crimen“.

El incidente se produjo días después de que 9 personas resultaran heridas en un tiroteo durante una fiesta de adolescentes en el oeste de Texas.

Hace dos semanas, 4 jóvenes fueron asesinados a tiros durante una fiesta de cumpleaños en Alabama.

Los incidentes con armas de fuego son la principal causa de muerte de niños y adolescentes de Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.


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