Franky Carrillo, sobreviviente de una condena injusta, se lanza para el Congreso
Fue injustamente acusado y encarcelado por un crimen que no cometió y sirvió una sentencia de 20 años antes de ser liberado y exonerado
Franky Carrillo suelta la risa cuando le preguntamos si en algún momento durante los 20 años que pasó en las prisiones de California, pensó que un día andaría en campaña para ir al Congreso de Estados Unidos.
“Cuando estaba en prisión, pensaba, ¡carajo! la gente detrás de esa barda debe llevar una vida de maravilla, hacen lo que quieren. Cuando salí libre, salí con esa mentalidad. Si uno lucha, tiene el deseo y buenos pensamientos, uno puede hacer lo que quiera”.
Franky, quien a sus 16 años fue condenado a pasar el resto de su vida privado de su libertad, y en 2011 fue exonerado cuando otros hombres confesaron ser los autores del crimen del que se le acusó, ha decidido competir por el distrito 27 del Congreso, ahora en manos del republicano Mike García.
El distrito 27 es uno de los distritos claves para que el Partido Demócrata pueda retomar el control de la Cámara de Representantes.
“Debe ser muy difícil para una persona encarcelada por tanto tiempo participar en la política, pero yo lo quiero hacer para representar a la comunidad. Mi corazón está listo para servir y ayudar a cambiar la mentalidad de los representantes en el Congreso”.
Y puntualiza que quiere ir al Congreso para ayudar a cambiar el sistema de justicia criminal.
“Las acciones que se tomaron para condenarme injustamente por un crimen que no cometí, siguen todavía vigentes contra otras personas”.
Y pide a todos imaginar que escuchan a un juez que los condena a pasar su vida en prisión por un crimen que no cometieron.
“Cuando eso me pasó, dije tengo que luchar. Me eduqué a mí mismo. Le escribí a abogados, reporteros y a cualquiera que pensé que podía ayudarme. Siempre tuve claro que la justicia iba a prevalecer. A los 37 años fui exonerado, y finalmente recuperé mi vida”.
Pero dice que aprendió una lección: hay gente que abusa de su poder y se beneficia del sistema.
“Luego está el resto de nosotros que seguimos las reglas y somos jodidos exactamente por el mismo sistema. Las personas que manipularon el sistema, los directores ejecutivos, los administradores de fondos de cobertura, las grandes corporaciones que suben nuestros precios, obtienen exactamente lo que quieren. Mientras tanto, nos joden las aseguradoras, las farmacéuticas, las petroleras y esos políticos que ponen en el poder”.
Por eso es que hace campaña para destituir al congresista Mike Garcia.
“Él es parte del problema. Ahora mismo los extremistas MAGA (Make American Great Again) como Mike García controlan el Congreso. Quieren quitarnos nuestros derechos y hacer que el sistema sea aún más difícil para la gente común. Ese mismo sistema que me condenó por un asesinato que no cometí, fue conducido por miembros de una pandilla del alguacil para obligar a los testigos a mentir en mi contra”.
Franky tiene 49 años, es hijo de padres inmigrantes mexicanos. Su padre ya fallecido nació en Torreón, Coahuila, y su madre en Guadalajara, Jalisco. Franky nació y se crió en el este de Los Ángeles. Es padre de tres hijos, Teodoro de 32 años, Akiva de 9 años y Frida de 6 años.
Pudo probar su inocencia con el apoyo de los abogados de la organización Innocence Project, y tras una demanda civil contra el condado de Los Ángeles y algunos agentes del sheriff, obtuvo una compensación económica por los daños causados tras dos décadas de su vida perdidas tras las rejas.
Al salir libre, Franky se inscribió para estudiar en la Universidad Loyola Marymount de Los Ángeles, donde se graduó como sociólogo. Actualmente vive en Lake Hughes, una zona no incorporada en el norte del condado de Los Ángeles.
Franky busca ser el representante al Congreso por el distrito 27 que abarca el norte de California; Lancaster, Palmdale, Santa Clarita, una tajada de Los Ángeles y algunas partes rurales del Antelope Valley y el Alto Desierto.
Este es un distrito que antes era totalmente republicano, pero se ha ido haciendo cada vez más demócrata.
“La elección primaria va a ser el 5 de marzo, justo un día antes de que cumpla 50 años. Así que espero celebrar mi cumpleaños, con la noticia de que estuve entre los dos que más votos consiguieron para la elección general”, dice Franky.
Y considera que después de 12 años de libertad, una persona con su historia, debe tener la oportunidad de avanzar y participar políticamente.
“Quiero darle a la gente la esperanza que muchos necesitamos. Después de tantos años encarcelado, uno sale con esta mentalidad de ayudar y alzar la voz para apoyarnos unos a otros, y avanzar”.
Franky platica que la transición de la prisión a la libertad no fue fácil. “Pasé 4 años estudiando. Me casé, tuve dos hijos, me divorcié, y tengo un rancho que es un paraíso”.
Hace 4 años comenzó a participar activamente en el Partido Demócrata del condado de Los Ángeles, y actualmente es copresidente del comité de entrevistas judiciales de dicho partido.
La supervisora Hilda Solis lo nombró comisionado de la nueva Comisión de Supervisión de la Libertad Condicional.
“Tengo muchas responsabilidades, y entiendo el proceso del Partido Demócrata”.
Así fue como mucha gente lo animó a lanzarse para una contienda política.
“En el pasado, traté de competir por un asiento en la Asamblea, pero no tenía la experiencia propia de un partido. Tenía a mi hija Frida de brazos, y decidí esperar, aunque tenía una buena historia de sobrevivencia, me faltaba la experiencia y seguridad que ahora tengo”.
Franky se encontrará a la tarea nada fácil de impedir la reelección del congresista republicano Garcia, excombatiente en Irak, quien ha mantenido una agenda conservadora en el Congreso, es partidario de Trump y se opone al aborto.
“Este hombre llegó a esa posición en los brazos del expresidente Trump, quien le ha hecho mucho daño a la comunidad. Respeto al congresista por ser veterano de la guerra, pero no nos ha ayudado en nada”.
Dice que él será el candidato de las bases y como congresista presentaría leyes para protegernos y ayudarnos.
Franky planea hacer su campaña con los donativos de los pequeños donantes, y confirma que no tomará dinero de las corporaciones.
“Nuestra campaña se hará en 100% con las donaciones de los pequeños donantes. No estoy tomando un centavo de los PAC corporativos (los comités de acción política).
Y reitera que está comprometido a defender a todos los que han sido víctimas del sistema.
“La única forma en que cambiaremos el sistema es si elegimos personas que entiendan cómo es nuestra vida para asegurarnos de tener jueces que respeten la ley, no sus intereses políticos o financieros”.
Él conoce – dice – lo que se siente ser ignorado, marginado, olvidado.
“Cuando me mandaron a prisión por un crimen que no cometí, perdí completamente la fe en el sistema. Pero con el paso del tiempo, aprendí que somos capaces de cambiar el sistema y mejorar nuestras vidas, siempre que haya buenas personas que estén dispuestas a luchar por lo que es correcto. Y eso es exactamente lo que haré. Pero nunca dejaré de lado la idea de que la justicia prevalecerá”.