Bromista utiliza un fétido spray en una secundaria de Texas y varios estudiantes terminan hospitalizados
Durante dos días, en la escuela Caney Creek prevaleció un aroma putrefacto del cual las autoridades nunca determinaron su origen hasta que un estudiante se responsabilizó de los hechos
Un reporte emitido por el escuadrón de Bomberos y Rescate de Caney Creek da cuenta de una broma que, al salirse de control, envió a varios alumnos de la escuela secundaria Caney Creek al hospital y además propició el cierre del plantel.
Desde el miércoles un intenso e insoportable olor se detectó en el colegio ubicado aproximadamente a 45 millas al norte de Houston, Texas, así que fue necesario evacuar las instalaciones y solicitar el apoyo de los Bomberos para tratar de descubrir de dónde provenía un fétido aroma relacionado con presunta una fuga de azufre o algún compuesto similar.
Sin embargo, después de una minuciosa revisión no se logró determinar a la fuente del hediondo aroma.
De esta manera, los alumnos fueron convocados para retomar sus clases presenciales el jueves, pero el putrefacto olor seguía presente en el ambiente y ello terminó por enfermar a media docena de estudiantes quienes reportaron fuertes dolores de cabeza al grado de terminar ingresados en un hospital cercano.
Aunque en su momento se registró el inmueble con equipos de detección de gas, siempre se aclaró que la peste no era dañino al organismo. No obstante, al menos otros ocho alumnos informaron sentirse enfermos.
Durante una entrevista concedida al canal de televisión KHOU-11, Raymond Flannelly, jefe de bomberos de Caney Creek, señaló que ante lo compleja que se iba tornando la situación y temeroso de las consecuencias, un estudiante —cuya identidad se mantiene en resguardo— optó por declarar que había utilizado un spray para jugarles una broma a sus compañeros de escuela.
“Un estudiante confesó haber traído un spray hediondo, de broma y altamente concentrado llamado Hensgaukt Fart Spray, el cual crea un aroma parecido al de una combinación entre excremento y vómito“, dijo.
Al respecto, trascendió que Jeff Stichler, director de la Secundaria Caney Creek, se comprometió con los padres de los alumnos de la institución educativa para trabajar con la Oficina del Fiscal de Distrito hasta hacer respetar el Código de Conducta Estudiantil y las leyes del Estado de Texas mediante lo que presumiblemente será una severa sanción para él o los responsables del bochornoso incidente.
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