Urgen a los migrantes a tener paciencia y apoyarse en grupos samaritanos, ante el fin del Título 42

Giovani Arias huyó hace una semana de Colombia para salvar su vida y ya se encuentra entre los dos muros paralelos que mandó construir Trump en la frontera entre Tijuana y San Diego.

“Yo estaba muy bien en Medellín, tenía mis 50 becerros, tenía mi jeep; no es que fuera uno millonario, pero para todo me alcanzaba”, platicó Giovani a La Opinión a través de los barrotes del primer muro.

“Lo que pasó es que recibe uno una llamadita… y sale uno paniqueado, a salvar la vida”, dijo.

De Medellín viajó a Panamá, de ahí a Cancún, y luego voló a Tijuana. Unas horas después de llegar al aeropuerto encontró un lugar donde paisanos suyos le platicaron que podría cruzar a la zona donde ahora acampan cientos de personas. Se hirió la cabeza al pasar por debajo del muro.

La Opinión le preguntó si traía consigo las pruebas y evidencias que va a tener que entregar bajo Título 8 para solicitar asilo.

“Yo no creo en la justicia colombiana”, respondió, “si denuncio ya no lo cuento; vengo confiando en la justicia de Dios”.

Como Giovani, todos los días llegan a la misma zona de la frontera decenas de personas, quienes a su vez mencionan que detrás de ellos viene cientos, tal vez miles, a esperar el fin de Título 42, pero sin una idea clara de qué esperar o qué van a tener que hacer.

“Lo que estamos viendo en la frontera es un cuello de botella de la migración que se acumuló en los últimos más de tres años con el Título 42”, dijo en charla telefónica con este medio la directora ejecutiva de la organización America’s Voice, Vanessa Cárdenas.

“No es sorpresa que haya un caos en la frontera. Suponemos que van a pasar unas semanas antes de que las cosas se ordenen”, advirtió la directora de la organización que busca garantizar los derechos laborales, civiles y políticos de las familias inmigrantes.

Más de 2.8 millones de personas fueron impedidas de solicitar asilo en la frontera durante los últimos 32 meses mediante la medida conocida como Título 42 que termina este jueves.

Donald Trump aprovechó la pandemia e impuso en marzo del 2020 el Título 42, que supone que todas las personas que cruzaban la frontera a entregarse a oficiales federales para pedir asilo eran potenciales portadores de Covid-19, y por tanto debían ser expulsadas de inmediato a territorio mexicano, sin escuchar sus razones para solicitar asilo.

Al saber que el Título 42 termina, comunidades enteras que se abstenían de llegar a la frontera ahora comienzan a arribar con la esperanza de que sin esa medida sean aceptados en el país, pero llegan con escasa o nula información.

“Quizás, para las personas que ahora llegan a la frontera, saber que van a tener que esperar semanas, quizás unos meses, antes de que el proceso marche como debe no es la mejor noticia, pero el volumen de gente que está llegando es muy alto y va a tomar un poco de tiempo reglamentar”, explicó Cárdenas.

De acuerdo con la directora ejecutiva, lo mejor que pueden hacer las personas es buscar a las organizaciones de base, muchas de ellas religiosas y las de defensa de los derechos de los migrantes, para que tengan una información correcta y sepan qué es lo que deben de hacer.

Mientras tanto, al terminar Título 42 este jueves, los cientos de personas que acampan entre los dos muros fronterizos en San Diego podrían ser considerados indocumentados, porque entraron sin permiso a una zona fronteriza federal, y como indocumentados tendrían que pagar una multa de hasta $250 y perderían cuando menos por dos años el derecho a solicitar asilo.

Pero esos migrantes desconocen qué se espera de ellos cuando el viernes inicie Título 8, un proceso en el que los migrantes, mediante aplicación para móviles, primero hacen cita y muestran las evidencias de que corren riesgo en sus lugares de origen, y ya con esa cita se presentan en orden ante oficiales de asilo federales.

La directora de America’s Voice dijo que es una situación difícil en la que prevalece mucha desinformación.

“Esto es una llamada de atención para que la administración del presidente Joe Biden haga mejor trabajo de informarles”, dijo Cárdenas.

Advirtió que, en tanto siga la desinformación y los migrantes se acumulen en la frontera, corren riesgo de caer en manos de malos actores, como los coyotes y también son blancos de políticos conservadores que ya comienzan a mezclar el flujo migratorio con el de drogas como el de fentanilo, sin ofrecer ninguna prueba.