Mujer sufre ataque de odio en el Metro de Long Beach; supervisora Hahn pide explicaciones

Después de que una mujer de origen asiático fue golpeada mientras viajaba en uno de los trenes de la Línea Azul del Metro de Long Beach al centro de Los Ángeles, la Junta de Supervisores pidió al principal sistema de transporte público del condado, una rendición de cuentas completa de la seguridad y el cumplimiento de la ley.

Fue la presidenta de la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles y directora del Metro, Janice Hahn, quien solicitó un informe completo sobre dónde estaban los embajadores de tránsito y los oficiales de seguridad contratados por Metro cuando una mujer fue golpeada en la Línea Azul la semana pasada.

El incidente ocurrió el 17 de mayo en la Línea Azul rumbo al norte, cuando una mujer de 53 años cuya identidad no quiso revelar por razones de seguridad, fue golpeada por otra mujer que también usó insultos raciales, lo que bien puede considerarse un ataque de odio.

“Pensé que iba a morir. Me sentí tan avergonzada y que mi dignidad fue ultrajada”, dijo sollozando la víctima durante una entrevista con el programa Eyewitness News de la cadena de televisión ABC.

Relató que tomó el tren con un amigo en la estación de Long Beach el miércoles 17 de mayo por la tarde, y se sentó junto a un hombre.

Luego dos mujeres con un perro abordaron el tren; y se pusieron a caminar a lo largo del pasillo.

Su amigo comenzó a discutir con una de ellas, cuando estiró su mano para ayudarla en caso de que se cayera. “Le dije que eso no se miraba bien, y retirara su mano del pasillo, porque él era un hombre y ella, una mujer. No lo hagas. Puede darse un malentendido”.

Fue entonces cuando un hombre le gritó: “Escuché una voz atrás. Hey mujer asiática, no le digas a ese hombre eso”.

Cuando una mujer comenzó a gritar, la víctima y su amigo decidieron cambiarse de vagón, pero la mujer los siguió.

“Traté de hacerme a un lado, pero me comenzó a golpear y caí hacia atrás. Siguió golpeándome… Estaba tratando de impedírselo y afortunadamente mi amigo finalmente la bloqueó”.

Una testigo del incidente, Twila Mahone, entrevistada por EyeWitness News dijo que la víctima durante 11 minutos estuvo hablando con la policía para que el conductor parara el tren hasta que finalmente lo detuvo en la estación Artesia.

“Fue un ataque muy muy brutal que nunca debió pasar”, dijo la testigo.

La víctima comentó que el hombre que la interrumpió por primera vez le tiró intencionalmente el teléfono de la mano y lo destrozó. Todos los sospechosos huyeron de la escena antes de que llegara la policía.

“No planeo volver a poner un pie en el Metro.Tengo mucho miedo de que me vuelvan a atacar”.

En un comunicado, el Departamento de Policía de Long Beach indicó que la información del sospechoso y el motivo de la golpiza se encuentra bajo investigación.

“Hasta este momento no hay información que indique que se trata de un incidente motivado por el odio o los prejuicios”, dijeron.

Sin embargo, la víctima quiere que se considere un acto de odio asiático.

La supervisora Hahn señaló que el Metro tiene contratos policiacos multimillonarios, seguridad y 300 embajadores que han sido contratados para viajar en los autobuses y trenes.

Pero cuestionó: ¿dónde estaban cuando golpearon a esta mujer en la Línea Azul la semana pasada? 

“Con tantas capas de seguridad, ¿por qué nadie ayudó a esta mujer? Está lejos de ser la primera vez que se presenta un ataque a nuestros trenes en los últimos meses”. 

La supervisora anunció que pedirá un informe completo para saber dónde estaban los embajadores de tránsito, la seguridad y los oficiales de policía de Long Beach asignados al Metro en el momento de este ataque. 

“¡Basta! ¡Ya es suficiente! Nuestros trenes deben ser seguros para nuestros residentes”.

Agregó que también le pedirá al Metro que explique el protocolo de lo que sucede si un pasajero necesita pedirle al operador del tren que lo detenga y si se siguió en este incidente.

Dave Sotero, vocero del Metro dijo que tan pronto como se alertó a Metro sobre este incidente, comenzaron a extraer grabaciones de video para comprender qué ocurrió.

“Estamos en el proceso de revisarlos todos y pronto compartiremos nuestros hallazgos con la Junta de Metro y el público. Pero queremos dejar en claro que Metro no tolera e investigará agresivamente cualquier incidente de crimen, acoso o intimidación en nuestro sistema”.

Los problemas de inseguridad en el servicio del Metro no son nuevos.

De acuerdo a un reporte de Los Ángeles Times publicado en abril, desde enero, 22 personas han muerto en los autobuses y trenes del Metro, aparentemente en su mayoría por sobredosis, pero al mismo tiempo, los robos, violaciones y asaltos graves han aumentado 24% comparado con el año pasado.

Muchos consumidores de drogas se quedan dormidos en los vagones, y algunos no tienen reparo en masturbarse en los asientos de los vagones, según lo relatado bajo anonimato por el conductor de un tren al LATimes.

La estación más problemática en cuanto a criminalidad es la MacArthur Park/Westlake ya que se encuentra situada junto a un mercado de drogas al aire libre, coincidentemente enclavada en un vecindario densamente poblado por inmigrantes.

Coincidentemente esta estación es una de las que tiene mayor pasaje con 22,000 personas que usan los trenes a diario.

Según el LATimes, la Autoridad Metropolitana del Transporte del Condado de Los Ángeles, reportó que entre noviembre y diciembre, se registraron 26 emergencias médicas, mayormente presuntas sobredosis de drogas.

En el 2022, se registraron, 6 muertes y un tiroteo, relacionados casi todos con el consumo de drogas. 

Esta publicación cuenta con el apoyo de fondos proporcionados por el estado de California, administrados por la Biblioteca del estado de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de Asuntos Americanos de Asia y las Islas del Pacífico de California como parte del programa Stop Hate. Para denunciar un incidente de odio o un crimen de odio y obtener apoyo, visite https://www.cavshate.org/.