Volcán Popocatépetl: conoce la leyenda de amor que se esconde en su montaña
El Popocatépetl esconde en sus montañas una hermosa leyenda de amor que comparte con el volcán Iztaccíhuatl; conoce de qué trata su historia.
El volcán Popocatepetl arroja ceniza y humo visto desde la comunidad de Santiago Xalitzintla, estado de Puebla, México, el 22 de mayo de 2023. Crédito: ERIK GOMEZ TOCHIMANI | AFP / Getty Images
Popocatépetl e Iztaccíhuatl son la segunda y tercera montaña más altas de México, llenas de historia pero también de leyendas de la zona.
Una de ella narra que estos dos volcanes representan a una doncella y a un joven guerrero de Tlaxcaltecas.
Iztaccíhuatl era la joven princesa de esta población, con una belleza jamás antes vista y quien se enamoró perdidamente de un guerrero de Popocatépetl, uno de los más apuestos y más fuerte de su pueblo.
La leyenda cuenta que durante una guerra de Tlaxcaltecas con sus enemigos más fuertes, los aztecas, el guerrero Popocatépetl le pidió al cacique de su pueblo la mano de la princesa Iztaccíhuatl. Este aceptó la propuesta, pero con la condición de que este volviera sano y salvo de la guerra para desposarla.
De esta manera, el guerrero partió a la batalla, mientras la princesa lo esperaba. Sin embargo, un celoso rival del guerrero Popocatépetl la engañó y le dijo que su amado había muerto en combate.
Arrastrada por la tristeza y el desconsuelo, murió de tristeza por la presunta perdida de su amado.
Con el pasar de los días, Popocatépetl volvió victorioso de la batalla para casarse con Iztaccíhuatl, pero fue informado de la mala noticia. Motivado por el amor y la tristeza, el guerrero ordenó que se construyera una gran tumba bajo el Sol, amontonando 10 cerros para levantar una enorme montaña.
Una vez construida, tomó el cuerpo inerte de su princesa, y recostándola sobre la cima de la montaña, la besó por última vez para después. Desde entonces permanecen juntos, uno frente a otro, con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos que se convertirían en dos enormes volcanes que permanecerán inmutables hasta el final de los tiempos.
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