Crecen protestas de padres contra la sexualización educativa en el sur de California

Un profesor homosexual en Glendale denunció la ideología transgénero y fue despedido; no se debe permitir este libertinaje dice un activista defensor de derechos civiles

Marina Vivar (izq.) se opone a la hipersexualización que su hija Thelma recibe en clases.

Marina Vivar (izq.) se opone a la hipersexualización que su hija Thelma recibe en clases. Crédito: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia


Temécula, North Hollywood, Huntington Beach y Glendale son distritos donde padres de familia y autoridades escolares se han opuesto a la presunta enseñanza hipersexualizada y el uso de polémicos libros sobre educación sexual para los estudiantes, desde primaria hasta la preparatoria.

A mediados de junio, la junta directiva del Distrito Escolar Unificado de Temécula, en el condado de Riverside votó para despedir a la superintendente Jodi McClay, tras una controversia sobre la prohibición de un libro de estudios sociales llamado Social Studies Alive! que aborda el asesinato de Harvey Milk , el supervisor de San Francisco y activista por los derechos de los homosexuales, a quien el presidente de la Junta Escolar, Joseph Komrosky calificó como un “pedófilo”.

“Una declaración ofensiva de una persona ignorante. Esto no es Texas o Florida. En el Estado Dorado, nuestros niños tienen libertad para aprender. Felicidades, Señor Komrosky, tienes nuestra atención. Mantente alerta”, respondió en su cuenta de Twitter el gobernador Gavin Newsom.

A comienzos del mes, violentos enfrentamientos sucedieron afuera de la primaria Saticoy, en North Hollywood entre padres de familia que protestaron por una asamblea escolar que fue planeada y aprobada finalmente durante el Mes del Orgullo de la comunidad LGBTQ.

“¡Basta! ¡Ya es suficiente!”, dijo a La Opinión Manuk Grigoryan, un padre de familia armenio que participó en las protestas contra el LAUSD. “Que no se metan con mis hijos porque no voy a tolerar que estén expuestos a ningún tipo de libros de adoctrinamiento sexual”.

En Huntington Beach, esta semana, los miembros del Ayuntamiento votaron 4-3 para respaldar a la alcaldesa provisional Grace Van Der Mark que pretende que libros considerados obscenos o pornográficos no estén disponibles para los estudiantes.

Van Der Mark no pidió la prohibición de los libros, sino que se restringiera el acceso de los niños en las bibliotecas públicas de la ciudad, si no estaban bajo la supervisión de un adulto.

Entre varios títulos de libros, la alcaldesa se refirió a “Gender Queer”, un libro que contiene imágenes explícitas de dos varones practicando sexo oral. La Opinión tiene en su poder imágenes del libro.

Juan José Gutiérrez, un activista defensor de derechos civiles, quien aseguró a La Opinión haber estado en la más reciente junta del Distrito Escolar Unificado de Glendale, se refirió a que la instrucción académica, manifestó que “es sumamente desafortunado que, buscando equidad y justicia para todos los seres humanos que tengan preferencia u orientaciones heterogéneas u homosexuales se tomen decisiones tan trascendentales para la vida de los niños”.

“Desde mi punto de vista. Van a crear gravísimos problemas emocionales a millones de estudiantes, niños a quienes deberían disfrutar de una salud mental sana en su niñez y en pleno desarrollo”, dijo. “Y como decía [el poeta cubano] José Martí, que la niñez sea la edad de oro”.

El caso de Ray Shelton
Ray Shelton un profesor gay que tenía 25 años de antigüedad fue despedido del GUSD por manifestarse en contra del currículo académico en las escuelas del distrito.

En la junta escolar del 18 de abril, Shelton expresó como ciudadano y residente de la ciudad de Glendale: “Dos más dos es igual a cuatro. El mundo no es plano. Los niños tienen penes; las chicas tienen vaginas El género es binario y no se puede cambiar. La biología no es fanatismo”.

“La heterosexualidad no es odio. La confusión de género y el delirio de género son trastornos psicológicos profundos. Ningún profesional o padre cariñoso apoyaría el envenenamiento químico o la mutilación quirúrgica de los genitales de un niño”, expuso el exprofesor de la escuela primaria Mark Keppel.

Aquella tarde, ante la Junta Escolar Shelton llevaba una playera que decía: “Make Biology Great Again” (Haz que la biología vuelva a ser grandiosa). Después de esto, Shelton fue disciplinado, puesto en ausencia administrativa y señalado como “nazi”, y por haber dado un “discurso de odio”.

“Mi mayor preocupación es que ellos están empujando la ideología transgénero en los salones de clases”, declaró Shelton a La Opinión. “El asunto es que leen acerca de transgenerismo no en los libros de educación sexual, sino en los libros de salud, donde los estudiantes pueden explorar lo que es el sexo”.

Shelton afirmó, que, en efecto, el Distrito Escolar Unificado de Glendale (GUSD) “está adoctrinando a los niños, y, en todas las escuelas, enseñan desde el sexto y séptimo grado cómo tener sexo anal”.

Dijo que su abogado David Piktorak está preparando “una gran demanda” contra el GUSD por violación de sus derechos civiles de libre expresión.

“Ninguna agenda”
A las denuncias de adoctrinamiento de los estudiantes con la agenda LGBTQ descritas por Shelton y que las clases de educación sobre la salud son “hipersexuales y que algunos maestros han enseñado sexo anal”, Kristine Nam, directora de comunicaciones del distrito respondió que el GUSD “no adoctrina a los estudiantes con ninguna agenda social o política”.

“No enseñamos actos sexuales de ningún tipo como parte de nuestro plan de estudios”, dijo. “Nuestro distrito investigó minuciosamente las denuncias específicas presentadas por la Sra. [Marina] Vivar y Thelma [González] sobre este tema y no encontró ninguna evidencia para respaldar sus afirmaciones”.
La portavoz del distrito señaló que en el GUSD la educación sexual y la prevención del VIH se enseñan en los grados 7 y 9.

“El plan de estudios está alineado con la Ley de Juventud Saludable de California, que se estableció en 2015, y se enseña en las clases de ciencias de 7º grado (primavera) y de salud de 9º grado. Los padres/tutores pueden revisar los materiales para el plan de estudios de educación sexual con anticipación y optar por que su hijo no participe en estas lecciones si así lo desean”, expresó en una respuesta por escrito.

“La opción de optar por no participar pertenece solo a cierto plan de estudios, incluido el desarrollo/maduración y la educación sexual”.

Sin embargo, los padres o tutores de los niños no pueden excluir a su hijo/a de ninguna lección que haga referencia a personas e historia LGBTQ+, según lo dicta la Ley FAIR, que se inició en 2011.

Padres de familia han protestado contra la educación sexual y LGBTQ durante el mes de junio en varias escuelas del sur de California.

“Se me revuelve el estómago cuando escucho la clase de libros que les están presentando a los niños”, declaró Juan José Gutiérrez. “A cualquier político o a cualquier grupo no se le debe permitir este tipo de libertinaje educativo en las escuelas; debería haber una línea roja que no se pueda cruzar, hasta que los hombres y mujeres por lo menos hayan rebasado la adolescencia y estén un poco formados emocionalmente”.

Madre e hija “intimidadas”
“Mami, tengo sida” fue la frase que dejó helada a Marina Vivar, cuando su hija Thelma González le contó los síntomas de un dolor de cabeza que tenía.

Según la madre, la niña estaba confundida, debido a las clases de educación sexual recibidas en Glendale High School.

Las clases de educación sexual en su escuela la tenían confundida.

“No, mi hija, cuando te duele la cabeza no se trata del sida”, respondió Marina, quien es una de las voces más fuertes de los padres de familia en contra del Distrito Escolar Unificado de Glendale (GUSD) por lo que considera es “adoctrinamiento hipersexual y explícito” a los estudiantes.

“En los libros y materiales escolares les enseñan sobre las crisis de identidad de género, no sobre la salud mental “, dice Marina, a La Opinión. “Les hablan sobre los efectos de las hormonas para cambiar de sexo, donde se encuentra el punto G cuando tienen relaciones sexuales y hasta como tener sexo anal”.

Marina aseguró a La Opinión que ha denunciado públicamente estas enseñanzas ante la Junta Escolar, a quienes reclama el derecho como madre para educar a su hija en temas de sexualidad.

De hecho, informó que, en la Biblioteca de Arte y Cultura de Glendale, disponen de mucho material para los niños, referente a la comunidad LGBTQ, incluyendo libros como “La vida secreta de los caballeros del campo”.

Dicho libro narra el romance de dos hombres, donde el personaje principal creció solo y estaba acostumbrado a las decepciones, hasta que conoció a un “extraño encantador” de quien se enamoró. Luego, todo sale mal y se queda solo de nuevo.

Otro libro: “Felix Ever After” (Félix para siempre) se centra en “Felix Love” un adolescente afroamericano transgénero que está “desesperado por encontrar y sentir el amor”.

En su último año de secundaria, antes de ir a la universidad, Félix “está luchando un poco con su identidad: como un hombre transgénero, afroamericano y queer, le preocupa que sea demasiado complicado encontrar el amor”.

“Les están enseñando de todo a los niños y por eso todos están confundidos, pero no les dicen las consecuencias de sus acciones”, afirma Marina.

“Les enseñan porquerías”
En efecto, en el libro titulado “Comprehensive Health” (Salud Integral), la lección 24.2, página 745 titulada ¿Qué es la sexualidad? Las palabras clave que los niños aprenderían en el noveno grado son: sexo biológico, bisexual, heterosexual, homofobia, homosexual, intersexual, orientación sexual, sexualidad y transgénero.

“A los estudiantes les enseñan cómo practicar sexo anal”, expresó Celena “N”, una madre de familia opuesta a la educación sexual en las escuelas de Glendale. “Durante una transmisión por Zoom, una madre se dio cuenta de que esas porquerías es lo que la maestra estaba ensenándole a los niños en la escuela Rosemont”.

Esta afirmación fue negada por Kristine Nam, directora de comunicaciones del GUSD.

Niños y niñas comparten los mismos vestuarios
Marina Vivar declaró que, por el hecho de defender los derechos de su hija y los suyos como madre de familia, la han amenazado con quitarle la patria potestad de su hija cuando faltaba a la escuela por razones médicas.

Y, preocupada por el bienestar de todos los niños que acuden al Distrito Escolar de Glendale, expresó que Kelly King, asistente de la superintendente escolar, Vivian Ekchian sostiene que “está bien” que niñas biológicas compartan los vestuarios con los niños.

En una entrevista, King afirma: “Tenemos entrenadores masculinos que están horrorizados ante la idea de tener una niña biológica cambiándose de ropa delante de ellos”.

“El otro estigma es tener un maestro alrededor de una niña bajo cualquier circunstancia. Es aterrador para ellos, [y] una cosa que repiten y dicen: “no es una niña, no es una niña”, solo hay chicos en el vestuario hasta que llegan y lo experimentan; y se dan cuenta de que solo tienen chicos en el vestuario y entonces, eso ayuda”.

“Una aberración”
Ray García, un padre de familia escribió que esta persona {Kelly King] “necesita tratamiento mental y, por lo tanto, no debe estar en una posición de autoridad”.

“¿Por qué tenemos almas perdidas trabajando con nuestros hijos?”, opinó Craig Jones sobre el video. “Despídanla ahora mismo. Los llamados educadores perversos, en cambio son explotadores. No puede confiar a ella sus hijos”.

De acuerdo con Marina Vivar, Kelly King ayudó a aprobar una regla en el distrito escolar de Glendale, en el sentido de que, si un niño dice que es transexual o piensa que es niño en lugar de niña y viceversa, “si el niño o la niña tienen miedo de hablar con sus padres, ella interviene como abogada de los niños”.
Una vez que se detectan los presuntos problemas mentales de los estudiantes, son referidos a un psicólogo y un especialista.

“Si el niño piensa que es niña, comienzan a darle hormonas para que ya no siga creciendo como niño o niña”, informó Vivar. “También, hay una maestra llamada Lisa que convence a los niños de comer lo que ella les recomienda y hasta les pide que la llamen mamá, porque será la abogada que los va a defender si alguien trata de hacerlos entender que lo que piensan de sí mismos no es verdad”.

“Esto que está pasando en Glendale es una aberración y el presente nos intimida a todos los padres”, dice. “A mí ya trataron de asustarme con que me quitarían a mi hija con los servicios sociales si no paro de hablar”.

La doctora King no respondió a preguntas sobre el tema a La Opinión.

Anulan matrícula de Thelma; policía de Glendale empuja a la niña
“Tenemos información válida de que usted ya no vive en Glendale…”, indica un correo electrónico de Hagop Eulmessekian, de la Oficina de Servicios de Apoyo a los Estudiantes en el Distrito Escolar de Glendale, a la madre latina, sobre los motivos por los cuales chica discapacitada, quien fue eliminada de la matrícula escolar desde el 7 de junio.

La orden del distrito fue que no se presentara a Glendale High School, pero madre e hija se presentaron en la escuela, preguntado por el examen de educación individualizada (IEP), que debe aplicarse a estudiantes con discapacidades. Ambas fueron rechazadas por Hagop Eulmessekian y dos policías del Departamento de Policía de Glendale.

“Primero, un policía la tomó del brazo y no le permitió entrar a clases; después, mi niña quiso entrar a clases por una puerta lateral de las oficinas”, dijo la madre.

En un video que Vivar proporcionó a La Opinión, se observa un contacto del policía Mercado con la menor.

“No toques a mi hija”, dijo ella.

“No la toqué”, respondió el policía. “No va a entrar al campus”.

Sin embargo, fotografías proporcionadas por Marina Vivar a La Opinión muestran huellas de abrasiones en el brazo de la niña.

El agente fue identificado por el GUSD como un “Oficial de Recursos Escolares”.

Corrección y aclaración
Sobre la historia publicada el domingo 25 juniov titulada “Crecen protestas contra la sexualización educativa”, Kristina Nam, directora de comunicaciones del Distrito Escolar Unificado de Glendale
(GUSD) aclara que: “Ray Shelton nunca recibió medidas disciplinarias ni fue despedido del GUSD. Presentó su jubilación el 3 de marzo de 2023 y fue aprobada por la Junta de GUSD el 18 de abril de 2023”.
Ante las declaraciones de Marina Vivar, madre de familia de una estudiante del GUSD, indicó lo siguiente:
“La señora Vivar excluyó a su hija de la educación sexual; Thelma [Gonzáles] nunca participó en la clase de educación sexual en Glendale High School”.
Además, la institución asegura que: “GUSD sigue las leyes y políticas establecidas por el Estado de California para apoyar a los jóvenes transgénero, la doctora Kelly King no creó ninguna política del GUSD relacionada con el servicio a los estudiantes transgénero”.
Nos disculpamos con nuestos lectores y lectoras.

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