La vivienda segura y estable es un derecho humano, por el Congresista Adam Schiff

Pero para miles de californianos, está lejos de su realidad.

Continúan saliendo a la luz varias controversias surgidas de cara a las pasadas elecciones presidenciales

Congresista Adam Schiff de California  Crédito: Chip Somodevilla | Getty Images

En mi infancia, mi padre, que trabajaba como vendedor de ropa, pudo comprar nuestra primera casa con solo un año de su salario, 18,000 dólares en aquel momento.

Hoy, el costo de la vivienda se ha disparado, al igual que el costo de la vida en general, desde los precios de la gasolina hasta los precios de los huevos y los medicamentos recetados. 

Pero los salarios siguen estancados. La razón: las corporaciones se niegan a traspasar las ganancias de las que se benefician a los trabajadores. Muchas familias no pueden pagar el alquiler después de una emergencia médica grave o cuando un despido acaba con sus ahorros o altera su estabilidad financiera.

La asequibilidad de la vivienda afecta desproporcionadamente a las comunidades de color. Se enfrentan a la peor parte del aumento de los costos de la vivienda junto con salarios más bajos.  En consecuencia, les resulta más difícil convertirse en propietarios de viviendas y comenzar a construir una riqueza generacional.

California se enfrenta a una crisis de desamparo. Uno de cada tres personas sin hogar del país reside en California: más de 160,000 personas. Una variedad de factores han contribuido a esta terrible situación, desde la plaga de la droga fentanilo y las crisis de salud mental hasta la pandemia de COVID-19 y el aumento desenfrenado de los costos de alquiler. 

Pero todo esto se ve eclipsado por un problema mayor: la escasez crítica de viviendas disponibles, asequibles y de transición para satisfacer las necesidades de nuestra población sin vivienda.

Podemos y debemos mejorar esta situación.

Queremos conectar a los californianos sin hogar con soluciones de vivienda a largo plazo. Esto  requiere financiamiento, infraestructura y apoyo comunitario, también a largo plazo. Requiere que las instituciones federales, estatales y locales trabajen juntas para encontrar soluciones que se puedan aplicar a abordar la crisis de personas sin hogar. Debemos determinar qué funciona y qué no. Asegurarnos de que estamos invirtiendo en soluciones comprobadas de los problemas de las personas sin hogar. 

En este momento, eso simplemente no está sucediendo.

También debemos crear una economía que funcione para todos los californianos, para que nadie tenga que decidir entre conservar el techo sobre su cabeza o comprar un medicamento que salve vidas. Eso comienza con el aumento de los salarios, la reducción de los costos y la garantía de que programas críticos como el Seguro Social y Medicare estén protegidos.

Durante la pandemia, en el Congreso ayudé a que se aprueben leyes para proteger a los inquilinos y propietarios de viviendas de los desalojos y las ejecuciones hipotecarias. A principios de este año, presenté allí la Ley de Conversión de Hoteles a Viviendas,  destinada a generar fondos para asociaciones establecidas precisamente para convertir hoteles, moteles y propiedades residenciales no utilizadas en refugios y viviendas. También apoyar servicios integrales a fin de que la gente obtenga los recursos que necesita. También presenté en el Congreso la Ley de Mejoramiento de la Vivienda Justa, cuyo propósito es proteger a quienes dependen de vales federales para pagar el alquiler de discriminación, y la Ley del Consejo Interinstitucional sobre Vivienda Asequible para proporcionar a los gobiernos federal y locales los datos y la investigación que necesitan para preservar y fortalecer las viviendas asequibles existentes, programas de asistencia de vivienda, vivienda pública y cupones de vivienda federal.

Pero también está claro que el gobierno federal necesita enviar más recursos a los gobiernos estatales, tribales y locales, y especialmente a California. En el Congreso he trabajado para dirigir millones de dólares para proyectos locales en Los Ángeles que sirvan a las personas sin hogar y a quienes sufren de inseguridad alimentaria, así como para crear incentivos fiscales que se usen para construir viviendas más asequibles. Y he apoyado los esfuerzos para proporcionar decenas de miles de millones de dólares mediante Ley para dar fin al Desamparo.

Debemos actuar con urgencia para abordar la crisis paralela que incluye la asequibilidad de la vivienda y la falta de vivienda en California. Seguiré cumpliendo un papel de liderazgo en los esfuerzos para construir viviendas más asequibles y para ayudar a conseguir los recursos para aquellos programas que tengan un historial comprobado de proporcionar hogares a las personas sin hogar.


Adam Schiff representa en el Congreso en Washington al Distrito 30 de California. Es candidato a senador federal en las elecciones nacionales de 2024.

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