Racista llamaba a asesinato en masa de la comunidad judía
Bryan Scott Bradford está afiliado a un violento grupo de supremacistas blancos que propaga horribles actos de violencia; el individuo ya fue detenido
Agentes federales detuvieron en San Fernando a un supremacista blanco que durante dos años había ofrecido armas de tercera dimensión e instaba a un “asesinato en masa de judíos” en el condado de Los Ángeles.
El fiscal federal en Los Ángeles, Martín Estrada, informó que Bryan Scott Bradford, de 34 años, fue detenido bajo cargos de conspiración para distribución de metanfetaminas, y por posesión de cartuchos de arma de fuego, que tenía prohibido tener por delitos que cometió hace 11 años en el Valle de San Fernando.
“El peligro potencial para la comunidad no puede ser exagerado”, dijo el fiscal Estrada.
El funcionario identificó a Bradford como “delincuente convicto afiliado a un violento grupo de supremacistas blancos que propugna horribles actos de violencia contra los judíos y que parece había estado fabricando armas de fuego y poseía un artefacto explosivo improvisado”.
La Oficina de Investigaciones Federales (FBI) en Los Ángeles identificó al acusado como integrante de los Pájaros Carpinteros del Valle de San Fernando, una organización de afiliación nazi supremacista blanca; es decir, que supone presunta superioridad mental o física de quienes tienen apellidos de origen europeo y tono claro de piel.
“El acusado se describe a sí mismo como antisemita asociado con un grupo de supremacistas blancos que propagan el odio a los judíos y otras minorías”, dijo el subdirector regional del FBI en Los Ángeles, Donald Alway.
Advirtió que “la retórica de odio que cruza la línea hacia la violencia llamará la atención de las fuerzas del orden y aquellos que participen en tal extremismo serán responsables si actúan de acuerdo con su retórica violenta”.
Eso fue precisamente lo que pasó con Bradford. Desde el 2021 publicaba en internet instructivos para fabricar armas de tercera dimensión o 3D.
Las armas tridimensionales son similares a las convencionales, incluidos fusiles de asalto AK 47 o R15, pero que se fabrican con materiales duros y con capacidad de disparar igual que las armas hechas con aleación de aluminio que se venden en armerías.
Las balas o cartuchos son los mismos para armas de aleación de aluminio y tridimensionales.
El problema es que en Estados Unidos no está prohibido imprimir armas tridimensionales, pero sí transferirlas a otras personas o exportarlas.
Por esa limitante, Bradford publicó en redes sociales, principalmente en Telegram, enlaces y manuales de instrucciones sobre granadas de mano, la guerra biológica y la “Revolución aria”, y se ofreció a fabricar armas de fuego y partes de armas de fuego para otros usando impresoras 3-D, según la denuncia.
Cuando las autoridades fueron a detenerlo a su casa, encontraron un calendario con una nota escrita a mano que decía: “Resolución de Año Nuevo: conquistar el mundo: salvar la raza aria *Hornear a todos los judíos”.
Encontraron también una impresora para armas tridimensionales con calcomanías de cruces gamadas y suásticas, como las que usó el ejército nazi, y 116 municiones de armas de fuego que podrían usarse en las tridimensionales.
El sujeto había cometido varios errores. No lo podían detener por su retórica racista ni por fabricar las armas tridimensionales, pero sí por ofrecer esas armas y por tener las municiones de arma de fuego.
Una corte prohibió a Bradford tener armas y cartuchos como parte de una sentencia por robo en el 2012.
Aparte de su afiliación nazi, las autoridades habían arrestado a fines del año pasado a otro miembro de los Pájaros Carpinteros, Kris Dean Drakakis, quien este año se declaró culpable de poseer fentanilo, metanfetaminas y heroína con intención de distribución. Drakakis entregó mensajes en los que Bradford le ofreció metanfetaminas en venta en noviembre pasado.
Los dos únicos cargos por los que fue detenido conllevan una sentencia de hasta 35 años de prisión.
Aunque son cargos que no vinculan a Bradford directamente con su intención de matar en masa a miembros de la comunidad judía angelina, son su intención.
El jefe de policía de Los Ángeles, Michel Moore, expresó su satisfacción en colaborar en el caso con autoridades federales “en la búsqueda de interrumpir el tráfico de armas y el impacto devastador que estas armas de fuego tienen en nuestras comunidades”.
El caso ahora pasó al Grupo de Trabajo contra el Terrorismo en Los Ángeles, una organización interinstitucional, y por parte de la fiscalía federal lo continúa la fiscal adjunta Reema El-Amamy, de la Sección de Delitos de Terrorismo.
Los Pájaros Carpinteros o Peckerwood del Valle de San Fernando se formó en el sistema penitenciario de California y sus miembros se han involucrado en violencia por motivos raciales, tráfico ilegal de drogas, armas de fuego y en fraudes.
La primera vez que el condado de Los Ángeles actuó contra esa organización fue entre el 2016 y el 2017, cuando las comunidades afroamericana y latina protestaron porque la policía detenía desproporcionadamente a jóvenes por faltas menores y sin embargo, toleraba la actitud y retórica del grupo de San Fernando.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) criticó que muchos jóvenes de color eran detenidos como presuntos sospechosos de pertenecer a pandillas mientras las autoridades dejaban de actuar ante una pandilla violenta con miembros solo de raza blanca.
Esta publicación cuenta con el apoyo de fondos proporcionados por el estado de California, administrados por la Biblioteca del estado de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de Asuntos Americanos de Asia y las Islas del Pacífico de California como parte del programa Stop Hate. Para denunciar un incidente de odio o un crimen de odio y obtener apoyo, visite https://www.cavshate.org/.