Familiares temen que las autoridades traten de culpar a la niña de 14 años
Investigan posible abuso sexual de una menor latina en base militar Camp Pendleton
Una niña de 14 años que huyó de su casa y fue encontrada dos semanas después en una barraca de la base naval de Camp Pendleton habría sido abusada sexualmente y, según sus familiares, las autoridades militares intentan encubrir los hechos, pero la agencia que averigua el caso informó que el asunto sigue en investigación 40 días después de arrestar a un sospechoso.
Casaundra Pérez, la tía de la menor, dijo a La Opinión que el caso presenta varias irregularidades y teme que las autoridades traten de culpar a su sobrina.
La oficina de Servicios de Investigaciones Criminales de la Marina (NCIS) dijo por su parte que debido a la naturaleza de la investigación, no puede ni confirmar ni negar nada que se relacione con el caso, tampoco proporcionó detalles.
La oficina del Sheriff del condado de San Diego confirmó varios datos. La menor huyó de su casa entre el 9 y el 10 de junio, su abuela la reportó el 13 de junio e informó que la niña, a quien identificó como menor con “discapacidades de aprendizaje”, se había ido antes de su casa pero no tardaba tanto en regresar y estaba preocupada.
Oficiales del sheriff integraron los datos de la menor en bancos nacionales de personas extraviadas.
Un par de semanas después, la base naval de Camp Pendleton, entre San Diego y Los Ángeles llamó al sheriff para informar, el 28 de junio, que había encontrado a la menor en una barraca de esa instalación.
El vocero del sheriff, teniente David LaDeau, dijo que agentes de su oficina fueron a la base naval a recoger a la menor, la llevaron con un médico y después la devolvieron a su abuela.
Pero la tía de la menor expresó que cuando la niña estuvo de regreso en casa dijo que investigadores de la marina la interrogaron sin presencia de un tutor, familiar, o representante de derechos humanos, y que más tarde se informó a la familia que la niña había dicho al guardia a la entrada de la base naval que tenía 22 años de edad.
Casaundra Pérez explicó sentirse ansiosa y molesta sobre la manera en que se ha llevado el caso. La mujer aseguró que la niña fue abusada sexualmente y que, por su edad, es imposible que haya dado consentimiento.
“Es imposible que se confunda la edad infantil de mi sobrina, aun si usara maquillaje, se vería en su rostro que es una niña”, dijo la tía, “lo que pasó fue que la vigilancia a la entrada la dejó pasar sabiendo que era una niña”.
También una captura de pantalla divulgada en anonimato de una bitácora del 28 de junio de la base dice que “una menor femenina de 13 años de edad fue encontrada en la barraca 343”.
El día 2 de julio, oficiales de NCIS arrestaron a un infante de marina como sospechoso, y una fotografía de esa detención se publicó en Instagram.
“Podemos confirmar que un Marine asignado al Batallón de Logística de Combate 5, 1er Grupo de Logística Marina fue detenido para ser interrogado por los Servicios de Investigación Criminal Naval el 28 de junio de 2023, como se vio en las redes sociales el 2 de julio de 2023″, dijo el capitán de relaciones públicas Chuck Palmer respecto a esa fotografía.
La tía asegura que ese infante de marina fue liberado, y que la averiguación trataría de encubrir los hechos.
“Mi sobrina fue traficada y potencialmente comprada por un infante de marina en Camp Pendleton, Fue violada por un marine en Camp Pendleton cuya identidad aún es desconocida para la familia”, declaró Causandra.
Por parte de la oficina de CNIS, el caso está abierto y continúa pero no confirmó su el infante de marina detenido fue liberado.
“Por respeto al proceso de investigación, el NCIS no comenta, confirma detalles relacionados o confirma la existencia de investigaciones en curso”, dijo esa agencia en un muy breve comunicado.
Mientras tanto, la familia ha recaudado más de 7,000 firmas en apoyo a la menor indígena del Kumeyaay.
La campaña dice que “la niña supuestamente habría sido traficada y vendida a un infante de marina en Camp Pendleton. El personal de seguridad de la base permitió que el perpetrador trajera a una menor a las instalaciones y, dada su edad, no pudo dar su consentimiento, lo que resultó en un daño y una explotación inimaginables”.
“Buscamos justicia para esta niña indígena de 14 años. Las tasas de violencia contra las niñas y mujeres indígenas son astronómicas y, a menudo, se ocultan debajo de la alfombra. El 94 por ciento de las mujeres indígenas habrá sufrido violación, agresión sexual y/o coerción en su vida. No podemos permitir que este caso sea víctima del ciclo de noticias. Estamos buscando justicia”, agrega la campaña.