Presentan una demanda contra una cárcel de California por permitir abusos sexuales contra las reclusas

Un grupo de mujeres que pasaron un tiempo encarceladas en la prisión federal Dublin en California han presentado una demanda contra la dirección de la cárcel de mujeres y el Buró Federal de Prisiones (BOP), alegando que los funcionarios de la prisión federal no detectaron o ignoraron por completo las señales de advertencia del abuso sexual continuo que ha ocurrido allí durante décadas.

La demanda presentada el miércoles alega que la agresión sexual contra las mujeres detenidas ha sido rampante durante mucho tiempo en la prisión federal Dublin, pero que los responsables de que esto ocurriera pudieron evitar las graves consecuencias de estos actos hasta ahora.

La Coalición de Mujeres Prisioneras de California (CCWP) se unió al grupo de víctimas en la querella legal para denunciar el abuso “sistemático” en la cárcel de mujeres, ubicada al norte de California.

Las demandantes aseguran en la querella que han soportado “horribles” abusos y explotación a manos de empleados penitenciarios, que incluyen violación y agresión sexual, comentarios sexuales degradantes; manoseos y otras formas de abuso durante los exámenes médicos; y amenazas de deportación para las detenidas inmigrantes.

“La gente llama a FCI Dublin un ‘club de violaciones'”, dijo Amaris Montes, una abogada que representa al grupo que presentó la demanda, durante una conferencia de prensa frente a un tribunal federal en Oakland el miércoles. “Este litigio muestra que los oficiales de la FCI Dublin están ejecutando un sistema de tráfico dentro de esos muros. Las presas individuales han tenido que soportar violaciones, manoseos, voyeurismo, desnudamiento forzado, comentarios sexualmente explícitos todos los días y mucho más”.

“Las cosas deben cambiar en esta prisión, y la BOP ha demostrado que no van a hacer cambios por su cuenta”, dijo en un comunicado A.V., una miembro de CCWP que cumple actualmente su condena en la cárcel de Dublín. “El abuso sexual, el acoso y las represalias no fueron parte de nuestras sentencias”, agregó.

Por su parte, G.M., una de las demandantes, dijo que la querella pretende lograr un cambio en la prisión y que los oficiales rindan cuentas. “Somos la mamá de alguien, somos la hija de alguien. Estamos aquí (en la cárcel) para ser rehabilitadas, pero cuando somos abusadas no podemos serlo”.

Amaris Montes, abogada de Rights Behind Bars, que apoya la demanda explicó que se necesita un cambio sistémico que garantice que las sobrevivientes sean liberadas y reciban atención y que promueva la seguridad de todas las reclusas.

La demanda sigue a una serie de querellas legales presentadas contra empleados de la cárcel federal de Dublín por abuso sexual.

Al menos ocho miembros del personal han sido acusados por el Departamento de Justicia de EE.UU. en medio de una investigación, que ya dejó una sentencia contra un funcionario de la cárcel que fue encontrado culpable de abusar de tres mujeres detenidas.

El mes pasado, otros dos guardias que trabajaban en la prisión federal se declararon culpables de abusar sexualmente de varias mujeres encarceladas.

Susan Beaty, abogada de California Collaborative for Immigrant Justice (CCIJ), subrayó que la violencia se repite “una y otra vez” en las prisiones y que se debe hacer algo para corregir estos comportamientos. “Ya basta”, opinó.

Esta no es la primera investigación contra la cárcel federal de Dublín, en 1995 tres reclusas fueron agredidas sexualmente después de que los guardias dejaran entrar a hombres encarcelados en sus celdas.

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