iPhone 15: Malas noticias para los usuarios con la adopción de los puertos USB-C
Apple planea aprovechar un vacío legal en las normativas internacionales para poder implementar los puertos USB-C en sus iPhones de una forma que podría perjudicar a los usuarios
Apple planea que sus dispositivos de entrada cuenten con soporte para USB-C 2.0 mientras que los equipos más costosos tendrán la versión 3.0 Crédito: Shutterstock
A medida que se acerca el esperado lanzamiento del iPhone 15, han comenzado a circular nuevos rumores que podrían generar revuelo entre los fieles seguidores de Apple. Según fuentes cercanas a la empresa, los próximos teléfonos de la marca podrían incluir una característica que no será del agrado de todos los usuarios.
La introducción de puertos USB-C en los dispositivos de Apple no fue precisamente una elección por parte de la compañía de la manzana. Normativas internacionales y la creciente demanda de dispositivos electrónicos con puertos más universales obligaron a Apple a adoptar este estándar de conectividad. Sin embargo, parece que la compañía está buscando una manera de recuperar el control y ejercer su estilo distintivo.
La particularidad que está en boca de todos sugiere que Apple planea diferenciar sus modelos de iPhone en función del tipo de puerto USB-C que incluyan. Si bien no existe ninguna reglamentación que dicte qué tipo de cable debe acompañar a estos puertos, Apple estaría considerando utilizar esta falta de especificación a su favor. De acuerdo con las filtraciones, los modelos más económicos de iPhone podrían incluir soporte para USB 2.0, una opción que brinda funcionalidad básica pero que no permitiría tasas de transferencia de datos particularmente veloces.
Por otro lado, los modelos más costosos de los nuevos teléfonos de Apple podrían incluir puertos USB-C estándar 3.0. Este estándar, que ofrece velocidades de transferencia de datos significativamente más rápidas, permitiría a los usuarios transmitir archivos y realizar tareas de manera más eficiente.
Este enfoque estratégico podría ser interpretado como una especie de venganza por parte de Apple, que se habría visto forzada a adoptar el estándar USB-C en sus dispositivos a pesar de su inicial resistencia. La compañía siempre ha sido conocida por su deseo de controlar todos los aspectos de sus productos, desde el hardware hasta el software y los accesorios, y la inclusión de USB-C inicialmente no encajaba en ese enfoque. Así, ofrecer diferentes versiones de USB-C en función del modelo permitiría a Apple mantener cierta influencia sobre la experiencia del usuario y, al mismo tiempo, satisfacer las normativas internacionales.
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