Terrorismo en Ecuador: Autoridades confirman la explosión de un segundo coche bomba en la capital
Horas después de que un coche bomba estalló cerca de una zona comercial de Quito, ciudadanos de la capital alertaron sobre una segunda explosión que generó pánico
Tras darse a conocer la explosión de un coche bomba la noche del miércoles en una zona comercial de Quito, autoridades del país informaron sobre un segundo vehículo que también estalló en la capital.
Al igual que el primer caso, la unidad tenía en su interior cilindros de gas y fue apostada afuera del edificio del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), es decir, el departamento estatal encargado del control y custodia de las cárceles de Ecuador.
De acuerdo con la Policía, la explosión únicamente causó daños materiales en el inmueble, y ya se realizan las investigaciones correspondientes para dar con los responsables.
Sobre esta jornada de violencia, la cadena de televisión Teleamazonas difundió imágenes de una camioneta incinerada, con los cilindros de gas, frente a una universidad, en una zona cercana al sitio donde anoche explotó el primer vehículo.
Ciudadanos que viven por el sector alertaron en la madrugada sobre la explosión, ocurrida unas dos horas después del estallido del primer coche bomba, según reveló EFE.
Al respecto, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, dijo a Teleamazonas que desde el miércoles se vivió “un día y una madrugada compleja y rara”, comenzando con la detonación, de forma controlada, de tres granadas en una zona de Quito.
Posteriormente se registró el estallido del primer coche bomba, y ahora se sabe que durante la madrugada del jueves hubo una segunda explosión de otro vehículo.
Represalias del crimen organizado
Por su parte, el general de Policía Pablo Ramírez atribuyó el atentado a una presunta represalia del crimen organizado por una serie de traslados de presos realizados entre distintas cárceles durante la jornada del miércoles.
Con ello se busca desarmar a las bandas criminales que controlan los centros carcelarios, y evitar nuevas masacres como las que desde 2020 han dejado más de 400 presos asesinados por enfrentamientos entre estos grupos criminales.
De acuerdo con EFE, las cárceles de Latacunga, Cuenca y Azogues están presuntamente controladas por la banda criminal Los Lobos, entre cuyos cabecillas está Luis Arboleda, más conocido como “Gordo Luis”, detenido en julio en Colombia y, según una fuente oficiosa, trasladado a la cárcel de máxima seguridad de La Roca.
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