Trastorno de ansiedad social: causas, síntomas y estrategias para superarlo

El trastorno de ansiedad social es un temor persistente a ser observado y juzgado por los demás, especialmente cuando te expones al público como hablar con otros en el trabajo o en la escuela, asistir a una entrevista o responder una pregunta en clase. Si el miedo es intenso, lo has sentido por lo menos seis meses y te dificulta realizar las tareas cotidianas, puedes estar entre los afectados por esta condición.

Las personas con trastorno de ansiedad social sienten que otros pueden estar analizándolos, evaluándolos o juzgándolos. Hacer cosas tan básicas como beber o comer delante de otras personas puede desencadenar el temor debido a la preocupación de ser humillado o rechazado.

Esta angustia ocasiona que el paciente no acuda al trabajo, a la escuela o deje de hacer otras actividades rutinarias para evitar participar en una situación social.

Los que padecen esta afección no necesariamente tienen ansiedad con las interacciones sociales en general sino con las actividades que deben hacer frente a mucha gente como dar un discurso, competir en un juego deportivo o tocar un instrumento en un escenario.

El trastorno de ansiedad social generalmente comienza durante la infancia tardía, indica el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés). Además, ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres, en la adolescencia y en adultos jóvenes.

El riesgo de padecer este trastorno puede ser hereditario, en algunas familias solo unos miembros la sufren mientras que otros no. Los investigadores están explorando si el estrés y los factores ambientales pueden desempeñar un papel en el desencadenamiento de los síntomas pero aún no hay estudios firmes.

Síntomas de la ansiedad social

Si eres de las personas que padecen ansiedad social puedes presentar los siguientes síntomas cuando estás rodeado de otras personas o tienes que actuar frente a alguien.

1. Enrojecerte, sudar o temblar
2. Sentir como se acelera tu ritmo cardíaco.
3. Sentir que tu “mente se pone en blanco” o tener malestar estomacal
4. Tener una postura corporal rígida o hablar con voz baja
5. Tener dificultad para establecer contacto visual o hablar con personas desconocidas en situaciones sociales, aunque quieras hacerlo.
6. Pensar que te están juzgando o sentirte inseguro de ti mismo
7. Evitar lugares porque hay otras personas.

La terapeuta Kelly McKenna indicó en su cuenta de la red social Instagram la importancia de detectar qué factores pueden desencadenar en ti la ansiedad o el temor. El autoconocimiento ayudará a establecer un plan para lidiar con los síntomas. “Para algunas personas, esto significa una exposición gradual al desencadenante para desensibilizarse. Para otras, significa utilizar mecanismos de afrontamiento como ejercicios de respiración. Para la mayoría de las personas, es una combinación de estrategias”, apuntó.

Estrategias para mitigar la ansiedad y el temor

1. Planifica tu escape: al salir de la zona de confort para probar cosas nuevas, es probable que se desencadene una respuesta inesperada. Para ello, debes tener una excusa lista para usarla en caso de que no puedas controlar la ansiedad o el temor.
2. Escucha reflexiva: la ansiedad social provoca que muchas veces no sepas llevar a cabo una conversación, si haces uso de la escucha reflexiva puedes mejorar en este aspecto. Por ejemplo, si respondes reflejando las cosas que dice la otra persona y luego haces preguntas basadas en eso, puedes entablar un diálogo fluido.
3. Hablar de trivialidades: si tienes temas triviales que puedes hablar con cualquier persona, puedes tener más control de la conversación y menos miedo o ansiedad.
4. Invita a un amigo: en situaciones sociales es importante que un amigo te acompañe para sentirte más seguro.
5. Regula tu sistema nervioso: prueba cosas nuevas que te gusten o practica la meditación para sentir paz y tener controlado tu sistema nervioso. Así cuando se presenten estas situaciones podrás manejarlo mejor.

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