Biden: el primer presidente de Estados Unidos en participar con huelguistas en un piquete

El presidente Joe Biden hizo historia el martes cuando se unió a un piquete de trabajadores de la industria automotriz en huelga frente al Centro de Redistribución Willow Run de General Motors en Belleville, Michigan, en una comparecencia que subrayó el compromiso de largo plazo del presidente con una economía centrada en los trabajadores, una de las guías políticas que ha prometido continuar siguiendo si resulta reelecto en las elecciones de 2024.

Biden, que sostiene que es el más prosindicalista de todos los líderes que han ocupado la Casa Blanca, acudió a Detroit, en Michigan, invitado por el presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain.

Biden llegó a Detroit hacia las 12.00 p.m. hora local y fue recibido en el aeropuerto por el propio Fain, que se hizo con el liderazgo del sindicato UAW a principios de año y que por primera vez en la historia de la industria automotriz de EE.UU. convocó a una huelga simultánea en plantas de Ford, Stellantis y General Motors (GM), conocidos como los Tres Grandes de Detroit.

El presidente Biden, con una gorra de béisbol de la UAW, utilizó un megáfono para dirigirse a los miembros del sindicato UAW en huelga. “El hecho es que ustedes, UAW, salvaron la industria automotriz en 2008 y antes”, dijo Biden.

“Hicimos muchos sacrificios, rendimos mucho y las empresas estaban en problemas. Pero ahora les está yendo increíblemente bien y, adivinen qué, a ustedes también les debería ir increíblemente bien. Amigos, sigan así porque se merecen el aumento significativo que necesitan y otros beneficios”, continuó el presidente.

La participación de Biden en un piquete de trabajadores en huelga es un acto que algunos expertos consideran aparentemente sin precedentes en la historia política moderna, algo que la Casa Blanca se ha apresurado a promocionar.

Biden había subrayado anteriormente que tenía la esperanza de que las respectivas negociaciones lleguen a buen puerto y había destacado que los empleados merecen una parte “justa” de los beneficios que ayudaron a crear.

“Hoy el enemigo no es un país extranjero a miles de millas. Está justo aquí en nuestra propia zona. Es la avaricia corporativa”, recalcó por su parte el líder sindical Fain. “Los directivos creen que el futuro les pertenece. Pertenece a los trabajadores del automóvil. Nosotros hacemos el verdadero trabajo. Nosotros tenemos el poder”, añadió el sindicalista.

UAW comenzó la huelga el 15 de septiembre en una planta de cada uno de esos fabricantes y la semana pasada la amplió a otros 38 centros de producción de Stellantis y General Motors ante la falta de avance en las negociaciones con estos últimos, al tiempo de reconocer que se avanzó en las conversaciones con Ford.

“Cerraremos los centros de distribución de GM y Stellantis hasta que esas dos compañías recuperen el sentido y acudan a la mesa con una oferta seria”, declaró la semana pasada Fain, cuyo sindicato representa a unos 400,000 trabajadores en Estados Unidos, de los que unos 145,000 forman parte de GM, Stellantis y Ford.

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