Diez años de la AB60, la ley que cambió la vida de los inmigrantes en California con una licencia de manejo
Miles de inmigrantes se han beneficiado y pueden manejar sin miedo con seguro de auto
Pedro Rodríguez aún suspira de gusto al recordar el día que pudo obtener una licencia de manejo para conducir en California.
“Cuando pasé el examen, me temblaban las manos de la emoción, y quería hasta levantar en brazos a la persona del DMV que me había hecho la prueba de manejo”, recuerda Pedro, un trabajador en la cocina de un restaurante en Inglewood, California.
El 3 de octubre se cumplieron diez años de que el gobernador de California, Jerry Brown firmó en Los Ángeles, la ley AB 60 que ordena al DMV expedir licencias de manejo a cualquier residente de California que sea elegible, independientemente de su estatus migratorio, lo que significaba que un inmigrante indocumentado podía obtener la licencia de manejo.
Se trató de una gran victoria para las comunidades inmigrantes, tras una lucha por décadas encabezada por el exasambleísta, el exsenador y exconcejal de Los Ángeles, Gil Cedillo, a quien incluso sus enemigos le llamaron “el legislador de una sola ley”, todo por su tenacidad para asegurar licencias a los inmigrantes sin documentos. Él estaba convencido de que eso mejoraría la vida de miles de familias y haría más seguras a las carreteras de California.
Además, le había jurado a su esposa Ruby, en su lecho de muerte, que no descansaría hasta lograr las licencias de manejo para las personas que no tenían su situación legal en regla.
Fueron los entonces exsenadores Kevin de León y Ricardo Lara quienes lograron llevar a votación a la Asamblea y al Senado la propuesta de ley de las licencias, luego de que Luis Alejo, el asambleísta a quien Cedillo había encomendado la medida cuando él dejó la legislatura estatal, la había matado ante la presión de algunos sindicatos que no querían que la licencia para los inmigrantes tuviera la leyenda de que no podía usarse para propósitos federales.
De León y Lara revivieron la medida tras reunirse con el gobernador Brown, y saber que estaba dispuesto a firmar la ley.
De León y Lara consiguieron los votos en la Asamblea y el Senado, y la enviaron al escritorio del gobernador Brown, quien pasó a la historia al firmar en octubre de 2013, la ley AB60 que da licencias de manejo a los indocumentados.
La oficina del DMV dio a conocer que han entregado desde 2015 a la fecha, más de 1 millón 274 mil 262 licencias de manejo AB 60.
Con los nervios de punta
Antes de la AB 60, Pedro vivía con los nervios de punta con miedo a perder su carro, por no tener una licencia de manejo.
Sus temores se hicieron realidad cuando lo multaron por manejar a baja velocidad y le decomisaron su medio de transporte.
“Cuando lo quise ir a sacar del corralón un mes después, me cobraban $1,800 más la infracción. La verdad no pude pagar esa cantidad y perdí mi carro. Pagué la multa por manejar sin licencia, haciendo servicio comunitario, limpiando baños en una iglesia a la que podía ir caminando cerca de mi casa”.
Pedro dice que a partir de que perdió su vehículo, comenzó a ir a su trabajo en el transporte público.
“Era un problema cuando tenía que comenzar muy temprano o salir tarde por la noche, pero no estaba dispuesto a comprar otro carro y a ponerme en riesgo de perderlo”.
No fue hasta que entró en vigor la ley AB 60 que volvió a adquirir un auto.
“A la semana que me dieron la licencia, me compré un carro, pero no me vas a creer, que en todos estos años que he manejado con licencia, nunca me ha vuelto a parar un policía”.
Pedro no titubea para decir que “es una gran felicidad manejar sin miedo, ya con mi licencia”
El primer día
Maribel Solache dice que obtuvo cita para sacar la licencia de manejo el primer día que se comenzaron a expedir bajo la ley AB 60 en enero de 2015.
“Es más, ayudé a 2,000 personas a sacar cita para su licencia en el DMV; y organizamos talleres para preparar a nuestra gente y que pudiera pasar el examen. Muchos no sabían que se podía hacer de manera oral, y eso fue muy bueno para quienes no sabían leer ni escribir en español”.
Maribel incluso se hizo promotora de la licencia y se unió al grupo de la activista de Riverside, Erika Paz que creó en Facebook la página Preparándonos para las Licencias para apoyar a los migrantes en su proceso de obtener la licencia AB 60.
Recuerda que la expedición de licencias para indocumentados fue toda una gran experiencia.
“Ya con mi licencia y sin el miedo a que me fueran a detener y a bajar del carro cuando llevaba a mis hijos a la escuela, se me relajó el cuerpo, se me quitó la ansiedad y el miedo a pasar por un retén policiaco”, dice Maribel, quien en aquella época trabajaba cuidando niños.
Cuenta que en especial, durante los días festivos, sus temores aumentaban porque era cuando más retenes se ponían por las calles.
“Mi licencia de manejo me dio mucha seguridad, y pude sacar una aseguranza buena, con mejores costos y coberturas”.
Comparte que en una ocasión, un agente de la policía la detuvo, cuando ya contaba con su licencia de manejo AB60, precisamente en un retén montado en una comunidad latina.
“Le di la licencia y me preguntó si no era falsa pasando sus dedos por el plástico. Le contesté, que sí pensaba eso por mi color de piel. Se sacó de onda por mi pregunta y me dejó ir”.
Un cambio al 100%
José Estrada, quien se gana la vida en la construcción, sostiene que la licencia de manejo AB 60 fue un cambio grandísimo en su vida.
“Antes de que entrara esa ley, yo llevaba 10 años manejando sin licencia, encomendado a Dios, en un auto que compré y puse a nombre de otra persona”.
Al hacer una evaluación de sus ocho años, conduciendo con una licencia válida bajo la ley AB 60, dice que su vida cambió 100% de manera positiva. “La licencia es una herramienta de gran beneficio”.
Revela que ya con la licencia de conducir entró a la escuela y obtuvo su licencia como contratista general de la construcción.
En caso de un accidente comenta que tener una licencia y una buena cobertura de salud, hacen una gran diferencia.
“Nada menos que el 2 de octubre, en Studio City, por el bulevar Ventura, llegué para hacer unos mandados, y minutos después, un carro que venía a alta velocidad, me chocó estando mi auto estacionado. Lo dejó arruinado. Fueron pérdidas totales. Por fortuna, yo no estaba dentro del carro”.
Dice que lo primero que le pidieron los oficiales de la policía cuando llegaron al lugar, fue su licencia y el registro de su carro. “Ahí me di cuenta de lo importante que es contar con una licencia de manejo”.