Sin querer queriendo, el trabajo duro y profesionalismo llevan a un inmigrante a convertirse en contratista
Félix Aranda prefiere trabajar lento y seguro que hacerlo dos veces; a sus 57 años dice que sigue aprendiendo
El mes pasado, Félix Aranda se dio cuenta de que le robaron casi $5,000 dólares de herramienta de la parte trasera de su camioneta afuera de su casa.
Sin la herramienta, le es imposible trabajar y terminar o empezar proyectos de construcción como los que él solo puede hacer.
En vez de desanimarse, se puso a guardar dinero y poco a poco va recuperando las herramientas que le hacen falta para proyectos grandes.
Aranda explica que no se desespera y afirma que la paciencia y el esfuerzo son lo que le han dado tanto éxito en cualquier trabajo que termina.
El trabajador es un inmigrante de Taxco, Guerrero que llegó a los Estados Unidos cuando tenía 19 años.
Desde temprana edad se dio cuenta de lo difícil que era ganar lo suficiente en México para poder vivir, es por eso que cuando surgió la oportunidad de venir a California a trabajar, no lo pensó dos veces.
“Cuando tienes hambre, no se te hace muy difícil dejar a la familia, aunque llore uno, pero tenía que ir a mejorarme para lograr algo”, explicó Aranda.
En California llegó a Trabuco Canyon y empezó a trabajar en jardinería donde vivía con otros trabajadores en una autocaravana.
Poco a poco fue aprendiendo todo sobre jardinería y paisajismo como es la preparación de pasto, cemento, instalación de aspersores y cortar flores.
Poco a poco fue reconociendo la importancia del inglés, que luego de las reuniones con amigos en cantinas, ganaba confianza y empezaba a practicar con compañeros de trabajo.
Una vez que pudo avanzar con su nuevo idioma, logró una etapa de estabilidad que lo ha llevado a mantenerse en la construcción y la jardinería por 30 años.
No obstante, luego de escasear el trabajo de construcción, decidió iniciar su propio negocio como contratista en el condado de Orange.
De acuerdo con Aranda, uno de los beneficios de trabajar en la misma industria laboral es que todo los trabajos que le han tocado fueron por recomendación.
Hasta la fecha, Aranda no tiene la necesidad de llevar tarjetas de negocio ni se enfoca en tratar de poner anuncios para conseguir trabajos.
Aunque tenga varios años y experiencia trabajando, el ahora emprendedor es humilde porque dice, siempre hay algo nuevo que aprender.
En el trabajo más reciente que obtuvo aprendió de un nuevo sistema de drenaje para baño en que el sistema fluye hacia arriba en vez de abajo como normalmente se usa.
Con un poco de paciencia y un manual de instrucciones aprendió cómo armar el nuevo sistema y le quedó bien al primer intento.
Normalmente Aranda prefiere trabajar solo sin ayudantes porque trabaja de forma meticulosa que a veces deja a los ayudantes desesperados.
Pero para él le importa más hacer los trabajos lentos, seguros y precisos para evitar accidentes y para no tener que hacer doble trabajo.
De vez en cuando le acompaña su hija y trata de enseñarle un poco de lo que sabe.
Aranda comenta que a veces los clientes le comentan a su familia del buen trabajo que hace, lo que los hace sentirse orgullosos del éxito y reconocimiento en sus trabajos.
A los cinco años de estar trabajando en jardinería, un jefe le dijo que le podía echar la mano para que Aranda tenga su propio negocio, pero en esos tiempos él no tenía la confianza para hacerlo.
Hoy, Aranda dice que se arrepiente de no haberse animado.
“Tristemente la cultura hispana viene con la mentalidad de ser trabajador, y cuando tienes esa mentalidad siempre quieres hacer lo mismo y dejas ir oportunidades”, dijo Aranda.
A los 57 años de edad, Aranda sabe que tal vez no va poder seguir trabajando como contratista toda la vida.
Agrega que no puede durar mucho tiempo inclinado porque tiene problemas con su hígado, es por eso que toma los suficientes descansos para mantenerse sano.
Es por eso que la próxima meta de Aranda es buscar la forma en que pueda tener otro negocio donde pueda descansar más para poder disfrutar de su familia y de la pesca, su pasatiempo favorito.