EE.UU. capacita a agentes mexicanos para responder a atentados con explosivos

Para aventajar a las fuerzas de seguridad, el narco en México ha usado explosivos en distintas presentaciones -coches bombas, minas antipersona, misiles lanzados por drones- lo que ha sorprendido a los elementos de seguridad causando tragedias, por ello algunos agentes mexicanos han recibido capacitación de Estados Unidos para saber cómo actuar ante estas situaciones.

De acuerdo con el diario mexicano Milenio, fueron 39 los agentes mexicanos que recibieron la capacitación en Mérida, Yucatán, para enfrentar una nueva realidad que crece considerablemente, durante el entrenamiento se recrearon los artefactos explosivos en escenas del crimen que el narco suele usar contra los uniformados, principalmente los miembros del Ejército mexicano.

Según la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, la mejor forma de preparar a cualquier autoridad policial, investigadora o de seguridad ante un atentado con explosivos es con bombas reales.

El Gobierno de Yucatán donó cinco autos chatarra, los cuales fueron explotados con diversos Artefactos Explosivos Improvisados (IED), para que, un día después, los oficiales mexicanos, organizados por equipos, pusieran a prueba sus capacidades de analizar la evidencia y determinar diversas líneas de investigación, como los materiales utilizados, el tipo de dispositivo e incluso la forma de detonación.

La recreación de los explosivos

El pasado mes de junio ocurrió un atentado en Michoacán que dejó un saldo de cuatro militares heridos y una camioneta del Ejército destrozada, el primer ejercicio de las autoridades estadounidenses recreó este hecho con una mina improvisada.

Guanajuato es la cuna del Cártel de Santa Rosa de Lima, el cual a menudo usa explosivos con metralla, para recrearlos se utilizó una caja de herramientas en la que tornillos y tuercas salieron disparados para dañar a cualquiera que estuviera dentro del vehículo.

Para el tercer ejercicio se usó un tubo de PVC, normalmente detonado con un teléfono celular y que trabaja de forma similar a la caja de herramientas, esto se ha visto en atentados en Michoacán, Jalisco, Chiapas y Guanajuato.

En el cuarto caso se usó uno de los métodos favoritos del narco, una bomba lanzada o atada a un dron. Con esta agresión normalmente se daña el techo de los autos, pero también afecta a quienes viajan dentro.

Finalmente, en el quinto ejercicio, se usó una olla de presión con material explosivo dentro, con el que se busca preparar a los agentes para estar siempre un paso delante del crimen organizado, pese a que esto aún no se ha visto en México.

Stephen Galloway, agregado de la ATF en México, dijo a Milenio que “Sin protocolos, sin un proceso establecido, la investigación se cae, hay pasos necesarios que deben tomarse para recolectar evidencia para demostrar los elementos de un crimen”. Por ello buscaron recrear los posibles escenarios a los que los agentes mexicanos se enfrentarán.

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