“Lo siento por todo el mal que he hecho”: Texas ejecutó a un reo que secuestró y mató a una niña en 2001
David Santiago Renteria fue ejecutado por el crimen de una menor de 6 años, a quien secuestro y luego asesinó en 2001, además de quemar su cuerpo
En noviembre de 2001 un terrible crimen estremeció a Texas, pues una niña de seis años fue secuestrada, estrangulada y quemada; 22 años después el responsable del atroz hecho, David Santiago Renteria, fue ejecutado a sus 53 años con una inyección letal de pentobarbital, a tan solo dos días de que se cumpliera el aniversario luctuoso de la víctima, Alexandra Flores.
Caía la lluvia a las afueras de la prisión del Departamento de Justicia Penal de Texas, la familia de Alexandra y la de Rentería llegaron a presenciar la ejecución, aunque no compartieron sala de observación, según informó El Paso Times, que apuntó que a las 19:11 horas se declaró la muerte del sujeto.
A la ejecución también acudió una víctima de Renteria por otro hecho delictivo y su madre, así como 14 funcionarios gubernamentales y policiales estatales. Los asistentes lo vieron atado a una camilla en la Unidad de Huntsville y lo escucharon pronunciar sus últimas palabras.
“Lo siento por todo el mal que he hecho. Y a aquellos que han pedido mi muerte, que están a punto de asesinarme, los perdono”, dijo Renteria.
El sentenciado entonó una alabanza religiosa, tras ello le dijo a la familia de la víctima -la hermana de Alexandra, Sandra Frausto, y su hermano, Ignacio Frausto- que no había día en que no pensara en lo que hizo y agregó: “no hay palabras que puedan describir lo que están pasando”.
A través del cristal le dijo a su hermana Esperanza que la amaba, ella acudió junto con una amiga de la familia, al ver la escena la mujer se desplomó y lloró.
El crimen de Alexandra
De acuerdo con AP, los fiscales dijeron que el 18 de noviembre de 2001 Alexandra, quien era la menor de ocho hermanos, se encontraba de compras navideñas con su familia en una tienda de El Paso, cuando fue secuestrada, después del plagio fue estrangulada y su asesino quemó su cuerpo, el cual fue encontrado al siguiente día en un callejón a 25 kilómetros del sitio donde desapareció.
Las investigaciones dieron con un video de la tienda en el cual se veía a Renteria siguiendo a la niña, por ello dieron con él, aunque en un principio dijo que la secuestró porque unos pandilleros, pertenecientes a Barrio Azteca, lo obligaron y aseguró que fueron ellos quienes la asesinaron.
Cabe señalar que en el momento del asesinato, Renteria estaba en libertad condicional y era catalogado como un delincuente sexual. Sus abogados alegaron que él no lo hizo y señalaron a un pandillero conocido como “El Flaco”.
Este alegato se sustentó en la declaración de una mujer que dijo a la policía que su esposo estaba involucrado en la muerte de la niña, pero en 2018 un juez dijo que esas declaraciones estaban llenas de inexactitudes.
Sin embargo, los fiscales dijeron que la sangre encontrada en la camioneta de Renteria coincidía con el ADN de la niña asesinada, además, la huella de su palma fue encontrada en la bolsa de plástico que le pusieron sobre la cabeza a la menor antes de que le prendieran fuego al cuerpo.
Renteria fue sentenciado a muerte dos veces, en la primera se interpuso una apelación, pero el falló del juez volvió a ser el mismo.
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