Llega la magia y aparece un Milagro de Navidad en la Calle Primera de Boyle Heights

Cientos de niños del este de LA reciben juguetes en el Hollenbeck Youth Center

Marisela Salvador y sus hijos Abigail, Aiden y Jacob, junto a Mickey Mouse y Minnie Mouse en el Hollenbeck Youth Center.

Marisela Salvador y sus hijos Abigail, Aiden y Jacob, junto a Mickey Mouse y Minnie Mouse en el Hollenbeck Youth Center. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Sandra López no sabía cómo iba a decirle a sus hijos, Abigail de 2 años, Aiden de 9 y Mason de 11, que esta Navidad no habría regalos, pero, como hace 41 años comenzó la tradición, se produjo el llamado “Milagro en la Calle Primera”.

De oficio cuidadora de una persona adulta, Sandra y sus pequeños se formaron desde las 6:00 de la mañana, a un costado del Hollenbeck Youth Center para estar entre las primeras familias de bajos recursos cuyos hijos recibirían juguetes y se tomarían fotografías con los personajes de Disney: Mickey Mouse y Minie Mouse.

“Mi esposo metió papeles para su mamá y ahorita anda en Ciudad Juárez, Chihuahua”, contó la señora López. “La abuelita de mis niños ya pasó la primera prueba con inmigración y tiene un segundo examen el lunes”.

Si todo sale bien, la señora Margarita Manuel Basilio, de 68 años y originaria de Oaxaca, emigrará a Estados Unidos como residente, acompañada de su hijo Gregorio López.

En la foto aparece el exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, el ex pugilista Sugar Ray Leonard y Danny López (al micrófono), fundador del evento.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Como ya es tradición, Danny Hernández reunió a centenares de voluntarios asociados a los llamados Inner City Games de Los Ángeles, personal del Consejo Empresarial de la Policía de Hollenbeck y del Hollenbeck Youth Center.

“Es increíble la alegría de ver a los niños felices”, destacó Hernández, un exmarine estadounidense condecorado, y, graduado de la escuela secundaria Roosevelt, pero que desde 1981 se incorporó al Centro Juvenil Hollenbeck como director ejecutivo.

Hernández recordó que en los años 1960 y 1970 había disturbios en los barrios latinos y se creó el Hollenbeck Youth Center para poder unir a la comunidad, a los policías y las empresas del área de Boyle Heights, y convertir el caos en una comunidad positiva.

Abel Álvarez (chamarra roja), conductor de noticias en Estrella TV, fue el encargado de entregarle su bicicleta al niño Gabriel Rodríguez.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

“Luego, durante los disturbios de 1992, el alcalde [Tom] Bradley me preguntó si podíamos extender el centro y yo le pregunté a Arnold Schwarzenegger. Me dijo sí, hagámoslo”, expresó Hernández. 

“Diez años después, nuestros programas ya estaban en 20 ciudades de todo Estados Unidos”, añadió. “Esto se convirtió en movimiento social, y hoy en día, continúa con una serie de programas diseñados para responder a las necesidades crecientes y los intereses de los niños y jóvenes en el Este de Los Ángeles”. 

Schwarzenegger entrega regalos 

A Danny Hernández se sumaron personajes célebres como el actor y productor Gabriel Luna, (Terminator; Dark Fake/ 2019) el ex quíntuple campeón mundial de boxeo, en cinco diferentes categorías, Sugar Ray Leonard y el exgobernador de california, Arnold Schwarzenegger.

“Los niños sonríen de felicidad, de la misma manera que yo sonreí hace 55 años cuando vine a este país”, dijo Schwarzenegger, a La Opinión.

“Recuerdo que llegué aquí poco antes de la Navidad, y miembros de la familia de fisicoculturistas de Gold’s Gym me invitaron a su casa. No tenía nada. Yo era un extranjero y fueron muy amables conmigo”, agregó. “Me dijeron que cuando tuviera dinero hiciera lo mismo con alguien más, y desde hace tres décadas y media donamos juguetes y los enviamos a los niños que los necesitan”.

Arnold Schwarzenegger entrega regalos a las familias de Boyle Heights.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Por su parte, Leonard, copresidente de Embajadores del Hospital de los Niños de Los Ángeles (CHLA) y presidente internacional de la Caminata de la Fundación para la Investigación de una Cura para la Diabetes Juvenil, expresó que él tuvo una vida difícil de niño y la causa de; “Milagro en la Calle Primera” era motivador en su vida.

“El boxeo salvo mi vida porque yo andaba en las calles”, declaro a La Opinión. “Fue difícil crecer en las calles de Washington, D.C”.

El afamado expugilista dijo que, haber sido parte del evento en Boyle Heights le permitió a él y a todos los colaboradores tener “un corazón cálido”.

“Les deseo a todas las familias las más felices fiestas navideñas”, enfatizó. “Y que Dios los bendiga a todos”.

La Navidad de un cubano

Entre los presentes estaba, además, el cubanoamericano Abel Álvarez, conductor de noticias de Estrella TV, quien festejó como niño la felicidad de los menores acompañados por sus familias.

“Por muchas décadas, en Cuba la Navidad se canceló con la llegada de Fidel Castro [al poder], y se reanudó después de la visita del papa Juan Pablo II (en enero de 1998), aunque las familias celebraban de manera clandestina”.

Álvarez recordó que el mejor regalo navideño que tuvo en su infancia fue “una escopeta que sacaba chispas”, y lo que más disfrutaba era la cena familiar del 24 de diciembre, donde se cocinaba el cerdo, lechón al pincho, el típico arroz Moros y Cristianos o los tostones rubicundos (plátano frito)”.

El inmueble del Centro Juvenil Hollenbeck fue decorado con trineos, renos, osos polares, árboles de Navidad, nieve artificial para la delicia y alegría de las familias.

Acudieron también los personajes de la Guerra de las Galaxias, Santa Claus y su esposa (David y Daphne Salas).

“Mi padre Rudy Salas era antes el Santa Claus; murió durante la pandemia en 2022”, dijo Daphne. “Nosotros queremos seguir la tradición porque ¡ay! Cuando miro a los ojos de los niños su sonrisa mi corazón se derrite de amor por ellos”.

El dinero no alcanza

Y entre la enorme fila de familias para que sus hijos recibieran un regalo de Navidad estaba Marisela Salvador, oriunda de Pátzcuaro, Michoacán, con sus hijos Jacob, de 11 años y Ángel, de seis meses.

“Jacob quiere un juego ocular de tercera dimensión pro vale $350 y, aunque se le prometió que se le compraría, creo que no se va a poder”, explica Marisela. “Todo está bien caro, vivimos tiempos difíciles y apenas el dinero alcanza para pagar la renta”.

Coincidió con ella, su esposo Walter Mazariegos, originario de Totonicapán, Guatemala.

“No vamos a poder darle ese regalo a mi hijo”, dijo el conductor de Uber. “No se puede, y más porque se arruinó el motor de mi carro Honda y componerlo saldrá en unos $2,000; lo único que tendremos en Navidad será una cenita con tamalitos y un pavo que va a cocinar mi esposa”.

Al final del evento, tanto los hijos de Sandra como los de su comadre Marisela con el semblante lleno de alegría y con sus regalos, los cuales estuvo recolectando desde siete meses antes Priscilla López, hija de Danny López, el creador de “Milagro en la Calle Primera”.

“Esto empezó hace 42 años; crecí con esta celebración, y para mí, no es Navidad a menos que ocurra el milagro de reunir todos los regalos”, declaró Priscilla. “Y cuando tenemos un milagro, realmente se siente la temporada navideña que alegra el corazón de todos los que participamos”.

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