La capital mexicana va con todo contra borrachos
La Ciudad de México escaló desde hace meses el acto de conducir bajo efectos del alcohol a nivel de delito y dejó claro que en adelante cancelarán licencias de conducir a todo aquel que ande por la CDMX embriagado
MÉXICO- El gobierno de la Ciudad de México apretó la tenaza en contra de los borrachos justamente cuando más beben alcohol los mexicanos: en las fiestas de Navidad, también conocidas como Puente Guadalupe-Reyes porque inician el 12 de diciembre con el aniversario de la aparición de la virgen y terminan el Día de Reyes.
Para este período dispuso de 200 patrullas y más de 500 policías que operarán en sus 16 municipios con el alcoholímetro en la mano que va rotando, itinerante, para sorprender a los ebrios.
El alcoholímetro cumplió recientemente 20 años con fama de “incorruptible” en un país donde los sobornos son el pan de todos los días y, por tanto, ha servido de ejemplo a otras ciudades del país a donde se ha imitado.
Cuando los conductores ven a las patrullas con las torretas encendidas y durmientes color naranja sobre una avenida, se echan a temblar.
“No quiero pasar la Navidad en El Torito, el lugar donde llevan a quienes rebasan los 0.8 gramos de alcohol en la sangre o con más de .4 miligramos de alcohol por litro en aire respirado, aunque haya pavo”, dicen.
En las dos décadas de operación del programa Conduce Sin Alcohol en la Ciudad de México, se han tenido a más de 250,000 chóferes que dieron positivo en el consumo de bebidas embriagantes en más de 10,000 jornadas que permitieron hacer 2.2 millones de pruebas y 17.9 millones de entrevistas.
A través de las cifras ofiales se deduce que por esta estrategia se evitaron miles de muertes, a pesar del aumento de automóviles.
Los siniestros de tránsito relacionados con el consumo de alcohol han disminuido en 56%, pasando de 13, 499 en 2003 a 7,596 en 2022, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 2023.
Pero no ha sido suficiente y justamente en la víspera de la aparición de la virgen de Guadalupe un borracho arrolló a un grupo de peregrinos motoclistas que viajaban desde Puebla.
Hubo más de 10 heridos y tres muertos cuyos cuerpos fueron trasladados a la comunidad rural de La Candelaria y San Sebastián Villanueva Acatzingo. Ahí fueron velados con mariachis que les cantaron “Adios, adios amor” mientras el conductor era puesto a dispoción de un juez.
DEL DOLOR AL DELITO
La Ciudad de México escaló desde hace meses el acto de conducir bajo efectos del alcohol a nivel de delito y dejó claro que en adelante cancelarán licencias de conducir a todo aquel que ande por la CDMX embriagado independientemente del estado que sea oriundo; lo obligarán a pagar una terapia de rehabilitación y le negará por un tiempo los trámites oficiales.
“Si una persona se ve involucrada en un siniestro de tránsito vehicular y está bajo el influjo de alguna sustancia (alcohol o drogas) el incidente ya no se considera accidente o infracción, se convierte en delito”, explicó Gerardo Loyo, director de Análisis, Protección y Seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Un percance de este tipo desata un catálogo de delitos por los que el inculpado puede ser procesado y que va desde las lesiones hasta el homicidio.
Según el Informe sobre la Situación de la Seguridad Vial en México en 2020 fallecieron 13,630 mexicanos por lesiones de siniestros viales, lo que da un promedio de 11 muertes por cada 100,000 habitantes.
Los mexicanos consumen en promedio 4.25 litros de alcohol puro al año (3.72 litros provienen de la cerveza y solamente 0.19 litros son de vino, 0.19 de licores y 0.15 litros de otros tipos de alcohol), lo cual coloca al país en la posición 91 del ranking realizado por The World Factbook de la CIA, muy por debajo de la mayoría de los europeos, pero a la hora de un accidente la tiene fácil.
En la mayoría de los estados, se permite pasar fuera de la prisión el proceso legal a un borracho que asesinó a alguien bajo el argumento de que no fue un delito premeditado o bajo diversas atenuantes.
En un incidente que atizó el debate en Guanajuato este año. Un joven de 19 años que conducía ebrio en la ciudad de León mató a otros chicos de su edad y el juez le permitió llevar el proceso en libertad condicional, aunque los padres de las víctimas temen que huya.
“Dijeron que como no huyó de la escena de los hechos tiene puntos a su favor, pero si no huyó de la escena de los hechos fue porque lo detuvieron”, dijo a medios de comunicación Luz Adriana Gutiérrez, mamá de Luis Hasseil.
Aldo Yahir y Luis Hassiel fueron embestidos por el Mustang rojo del borracho a toda velocidad y perdieron la vida al instante. El chofer se detuvo y se puso a llamar por teléfono con tranquilidad. ¿Viste que los mataste cabrón? Los mataste, ¿viste cómo venías perro?…”, filmó uno de los testigos. Por la familia se supo que los chicos atropellados planeaban realizar un viaje a Cancún este mes para que Aldo, celebrará su cumpleaños número 18.
“Dejan libre al asesino y ahora tiene tiempo de pensar, de saber si va a responsabilizarse o se puede dar a la fuga”, añadió Carlos Zamora, papá de Aldo Yahir. “Queremos que se hagan reformas a la ley para que los conductores en estado de ebriedad que ocasionen la muerte de inocentes se queden en prisión”.
Generalmente los borrachos que llegan hasta los tribunales por atropellar a otras personas es porque son detenidos infraganti.
En noviembre trascendió un caso de una pareja que murió cuando viajaba en un triciclo y los arrolló un hombre que se dio a la fuga. Una automovilista que vio el accidente lo persiguió hasta obligarlo a detenerse, encararlo y lograr la solidaridad de otros peatones para evitar que pusiera pies en polvorosa.
Modificar los Códigos Penales de los estados para agravar la penalidad de aquellos que en estado de ebriedad cometan delitos de lesiones en cierto nivel de gravedad u homicidio ha sido un debate de poco interés en los congresos del país. “De alguna manera se tolera que haya esas personas en la calle porque en algún momento podrían ser esos mismos legisladores”, advirtió Georgina Armenta, activista del tema en Veracruz.
Los datos de INEGI reflejan que 7 de cada 10 accidentes en las carreteras se relacionan directamente con el consumo desmedido de alcohol por parte del conductor.
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