Comida en envases plásticos y partos prematuros: cómo se relacionan según un estudio
El estudio revela que los ftalatos, químicos comunes en envases de alimentos y productos de cuidado personal, podrían ser responsables del 5% al 10% de los nacimientos prematuros en EE. UU. en 2018. Estos disruptores hormonales podrían desencadenar inflamación placentaria, aumentando el riesgo de parto prematuro
El aumento alarmante de los nacimientos prematuros está generando preocupación entre la comunidad médica, y mientras los expertos buscan respuestas, un nuevo estudio arroja luz sobre una posible causa: los ftalatos, unos químicos sintéticos omnipresentes en envases transparentes de alimentos y productos de cuidado personal.
El Dr. Leonardo Trasande, director de pediatría ambiental en NYU Langone Health y autor principal del estudio, explicó que los ftalatos, conocidos como “sustancias químicas en todas partes”, tienen el potencial de afectar el funcionamiento de la placenta, un órgano vital que proporciona oxígeno y nutrientes al feto en desarrollo. Estos químicos, clasificados como disruptores hormonales, podrían desencadenar inflamación en la placenta, aumentando así el riesgo de parto prematuro.
El estudio, publicado en la revista Lancet Planetary Health, encontró que el ftalato más comúnmente asociado con el parto prematuro es el di(2-etilhexil) ftalato, o DEHP. Además, se identificaron otras tres sustancias químicas similares que podrían estar contribuyendo significativamente a los nacimientos prematuros. Según las estimaciones del estudio, estos ftalatos podrían ser responsables de entre el 5% y el 10% de todos los nacimientos prematuros en Estados Unidos durante 2018, lo que representa aproximadamente 57,000 casos, con un costo socioeconómico de casi 4,000 millones de dólares ese mismo año.
La Dra. Alexa Friedman, científica senior de toxicología del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG), señaló que si bien el estudio se centró en la relación entre la exposición a ftalatos individuales y el parto prematuro, las personas suelen estar expuestas a múltiples ftalatos a través de diversos productos de consumo, lo que podría aumentar aún más el riesgo.
Sin embargo, el Consejo Estadounidense de Química advierte contra la generalización de los efectos de los ftalatos, argumentando que no todos son iguales y que agruparlos como una clase puede ser engañoso. Los ftalatos se utilizan en una amplia gama de productos, desde juguetes hasta productos de cuidado personal y automóviles, con el propósito de hacer que el plástico sea más flexible y resistente.
A nivel mundial, se consumen alrededor de 8.4 millones de toneladas métricas de ftalatos y otros plastificantes cada año, según datos de European Plasticisers. Estos químicos se encuentran en una variedad de productos cotidianos, desde juguetes hasta champús, y se han relacionado con una serie de problemas de salud, que van desde la obesidad infantil hasta problemas reproductivos y cáncer.
Los nacimientos prematuros, definidos como aquellos que ocurren antes de las 37 semanas de gestación, pueden poner en riesgo la salud tanto del bebé como de la madre. Los bebés prematuros enfrentan un mayor riesgo de complicaciones médicas y pueden requerir atención médica especializada desde el momento de su nacimiento. Además, pueden experimentar problemas de salud a largo plazo, como trastornos del desarrollo y enfermedades crónicas en la edad adulta.
En resumen, mientras la comunidad científica continúa investigando los factores que contribuyen al aumento de los nacimientos prematuros, el papel de los ftalatos como posibles disruptores hormonales y desencadenantes de la inflamación placentaria ofrece una nueva perspectiva sobre esta creciente preocupación de salud pública. La regulación y reducción de la exposición a estos químicos podrían ser pasos importantes para abordar este problema emergente de salud.
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