Lloyd Austin, secretario de Defensa, asume la responsabilidad de ocultar su hospitalización
Lloyd Austin, secretario de Defensa, presentó un testimonio ante los miembros del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes a través del cual reconoce haberse equivocado al no informar que sería hospitalizado, lo cual puso en riesgo la seguridad de la nación
Lloyd Austin da por hecho tener el respaldo del presidente Joe Biden y minimiza la posibilidad de ser relevado como secretario de Defensa. Crédito: Alex Brandon | AP
Al presentarse ante una comisión del Congreso para explicar la razón que lo llevó a no informarle al presidente que sería hospitalizado en enero pasado poniendo en riesgo la seguridad de la nación durante varios días, el secretario de Defensa asumió por completo la responsabilidad.
Reunido con los miembros del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Lloyd Austin, aceptó no haber manejado incorrectamente el tema de su salud, lo cual terminó por generar un escándalo.
“Nunca tuve la intención de ocultar mi hospitalización a la Casa Blanca ni a nadie más. Debería haber informado de inmediato al presidente, a mi equipo, al Congreso y al pueblo estadounidense sobre mi diagnóstico de cáncer y su tratamiento posterior”, expresó.
Cuestionado sobre la posibilidad de que pudiera ser removido de su cargo, el funcionario de Alabama señaló que el presidente, Joe Biden le ha expresado su confianza para continuar al frente de la labor que desempeña.
Sin embargo, los legisladores republicanos arremetieron en su contra por haberse atrevido a revelar su diagnóstico de cáncer de próstata, su cirugía y su posterior hospitalización.
“Me parece muy preocupante que el secretario pueda ser hospitalizado durante tres días sin que nadie más en la administración se dé cuenta. Eso sugiere que el consejo del secretario Austin no es buscado ni tenido en cuenta en la Casa Blanca, incluso mientras se llevaban a cabo operaciones militares en el Medio Oriente”, expresó Mike Rogers, presidente del comité.
Por su parte, Nancy Mace, representante por Carolina del Sur, fue todavía más tajante al señalar que cualquier trabajador que hubiera hecho lo mismo que Austin habría sido despedido.
“Ellos no son el número dos en la cadena de mando de la fuerza de combate más grande y letal del mundo”, subrayó.
El punto controversial en torno a la hospitalización del afroamericano Lloyd James Austin III, la cual se produjo en enero, es que nadie en la Casa Blanca estaba enterado e incluso ni Antony Blinken, secretario de Estado.
Sin embargo, resulta improbable que el presidente Biden vaya a remover su secretario de Defensa, pues los conflictos bélicos que se desarrollan en el mundo ligados a Estados Unidos lo hacen complejo de llevar a cabo.
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