Brasil acabó el sueño de México en la Copa Oro W con triunfo de 3-0
El seleccionado de México no pudo contrarrestar la superioridad de las brasileñas, que aprovecharon la expulsión de Nicolette Hernández para doblegar a la oncena mexicana. Las brasileñas sumaron su 15ª victoria por dos triunfos de las aztecas
El momento exacto de la expulsión de la defensa mexicana Nicolette Hernández en una marcación exagerada del VAR y que aumentó los problemas del seleccionado azteca que culminaron con una contundente victoria de Brasil 3-0 en las semifinales de la Copa Oro W. Crédito: Eloisa Sánchez | Imago7
Con una superioridad desde los primeros minutos, el seleccionado de Brasil acabó con el sueño mexicano de poder llegar a la gran final de la Copa Oro W de la Concacaf al imponerse 3-0 y de esta forma sumar su victoria quince en los dieciocho juegos en que se han enfrentado a lo largo de su historia.
Con el triunfo de la oncena brasileña en esta semifinal celebrada en el estadio Snapdragon Stadium de la ciudad de San Diego, California, le permite al cuadro sudamericano disputar la gran final el próximo domingo contra el ganador de la otra semifinal entre Estados Unidos y Canada.
Las jugadoras mexicanas, no obstante, que dejaron hasta la piel en el terreno de juego, cometieron graves errores que le abrieron el camino de la victoria a las sudamericanas, que tomaron lo que les dejó el rival.
Se podrá decir que el VAR de esta competencia marcó el destino del equipo mexicano al generar la revisión de una jugada que derivó en la rigorosa expulsión de Nicolette Hernández en el primer tiempo, pero la realidad es que Brasil aunque se hubieran mantenido once contra once, habría mostrado su superioridad en la cancha.
Por un momento se llegó a pensar que el seleccionado mexicano dirigido por Pedro López sería capaz de replicar las actuaciones contra República Dominicana, Estados Unidos y Paraguay, pero la realidad es que los nervios les jugaron una mala pasada en el duelo contra Brasil y en el pecado llevaron la penitencia.
Lo cierto es que desde el primer minuto quedó claro que la mejor técnica de las amazónicas fue veneno puro para las mexicanas, que tuvieron que hacer el gasto en busca de alcanzar el balón. Mientras las sudamericanas dieron la impresión de saber lo que querían a lo largo del encuentro.
Porque sin utilizar el “jogo bonito”, Brasil fue superior en la cancha y si a eso le sumamos los errores de la portera mexicana Esthefanny Barreras, que dio su partido más bajo de nivel, sentenciaron el destino de las mexicanas.
Además, jugadoras como Lizbeth Ovalle, Diana Ordoñez y Kiana Palacios no tuvieron comunicación en la cancha y quisieron ganar la guerra en luchas individuales y en la mayoría de los avances terminaron en los pies de las zagueras amazónicas.
Para colmo de males, como ya dijimos, la portera Esthefanny Barreras llegó sin la personalidad de otros partidos y con muchos nervios, jamás atinó a hilvanar un pase a sus compañeras.
Precisamente, Brasil abrió el marcador en el minuto 20 por conducto de Adriana que aprovechó una mala salida de la portera Barreras ,dejando el balón en el área. Y como Nicolette Hernández no supo donde quedó el esférico, permitió que la brasileña solo empujara a las redes el esférico para poner adelante a su equipo.
Ese gol aumentó los miedos de las mexicanas, que en lugar de ir al frente se replegaron y permitieron que las brasileñas se fueran al ataque, provocando la expulsión de Hernández en el minuto 27 cuando el marcador todavía era controlado por las brasileñas, en una falla de apreciación del VAR, pero que solo fue un detalle, pero no determinante en el resultado.
Luego vino el 2-0 por conducto de Antonia en el minuto 30 con disparo desde fuera del área que mandó al descanso el juego con el triunfo en la bolsa de las brasileñas.
Para la segunda mitad, México fue más corazón y quizá el ingreso de Mayra Pelayo dio la leve demostración de una reacción, pero al final el gol a los dos minutos de iniciar el tiempo complementario fue el cerrojo para el ataúd de las mexicanas.
Si, porque por más jugadas y chispazos generados por una fe inquebrantable de Jacqueline Ovalle, al final Brasil demostró su superioridad y ratificó su superioridad y jettatura sobre México en los 18 partidos que han disputado, con 15 victorias de las brasileñas, dos de las mexicanas y un empate.
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