Por novatadas militares como la que mató a 7 cadetes en Ensenada deserta la mitad de los aspirantes
Las novatadas o ritos de iniciación hacia cadetes que buscan ingresar al Ejército mexicano pueden abarcar diversas formas de violencia, provocando la deserción de varios aspirantes, o incluso su muerte, como ocurrió recientemente
Desde hace varios años se ha hablado sobre los tratos inhumanos que en ocasiones reciben los cadetes en México, e incluso algunos videos han circulado en redes sociales, pero la muerte de siete jóvenes durante un entrenamiento puso sobre la mesa otra práctica habitual: las novatadas.
De acuerdo con datos de la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), las novatadas son la causa de que la mitad de los aspirantes deserten, pues en ellas se realizan maltratos físicos, psicológicos, sexuales y torturas.
En el caso de Ensenada, Baja California, las cosas escalaron al grado de provocar la muerte de siete cadetes que junto a otros cuatro fueron obligados a meterse al mar pese a la advertencia de oleaje severo, el océano ahogó los sueños y las vidas de aquellos que deseaban ser militares.
Pero estas prácticas no son algo nuevo, en septiembre de 2023 el sitio N+ publicó un reportaje sobre las novatadas, en él plasmó una realizada durante la hora de la comida, en la que un cadete debía comer una bola de migajón llena de saliva que fue metida en la boca de seis compañeros de grado superior.
Tuvo que hacerlo y aguantar las ganas de vomitar, en caso de no poder contenerlas debería hacerlo en la olla de los frijoles y sería obligado a comerlos junto a sus compañeros. Esto es una muestra de lo que se vive en las academias militares.
El argumento es que se debe “curtir” a los soldados, quienes durante su servicio se enfrentarán a condiciones difíciles, pero esas prácticas muestran que la crueldad es algo que sale a flote a menudo, y los datos dados por la Oficina de Transparencia de la Sedena lo muestran.
No solo son las novatadas, también son los castigos los que deben sosportar los cadetes, entre ellos destacan golpizas con tablas en los gluteos, con los puños en el abdomen, pasar la noche en vela, posiciones de mortero mientras les cae agua helada, extorsiones económicas, tareas casi de esclavitud, ser envuelto bajo las cobijas al borde de la asfixia y deshidratación.
Lo anterior es solo un poco de lo que los cadetes de segundo a cuarto grado hacen pasar a los de primero, provocando que la mayoría deserte, como lo indica el sitio La Silla Rota. En 2019, de 576 aspirantes ingresados, solo lograron graduarse 292.
La suerte de los “potros”
A los cadetes de primer año se les conoce como “Potros”, son víctimas constantes de una especie de subgobierno de los cadetes de cuarto año, basado en las novatas, las cuales son tradiciones de las que nadie puede salvarse.
Cabe señalar que algunos de estos aspirantes provienen de hogares en los que se vive pobreza y marginalidad o incluso violencia intrafamiliar, lo que los hace especialmente vulnerables.
“Pócima” es el nombre con el que se le conoce a las novatadas, según Víctor Hernández Ojeda, profesor e investigador en seguridad nacional de la Universidad Panamericana, se trata de “ritos de iniciación o bienvenida que consisten en 3 formas de violencia (física, psicológica y sexual), que termina convirtiéndose en métodos de tortura”.
A quienes salen de la academia militar se les llama desertores, y quienes están dentro de ellas o del Ejército mexicano los llaman ardidos cuando exponen los abusos que sufrieron, buscando así desestimar lo que se vive en la institución.
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