A un año de la tragedia en Ciudad Juárez, cierran centros migratorios en México para mejorar seguridad
A un año de la tragedia en un centro migratorio en Ciudad Juárez, el Instituto Nacional de Migración en México informó sobre los trabajos de mejora y modernización en sus espacios de alojamiento, con el fin de garantizar la integridad y seguridad de las personas migrantes
De los 54 centros migratorios en todo México, 33 se encuentran temporalmente suspendidos para “certificar sus condiciones”. Crédito: Christian Chavez | AP
El Gobierno de México informó sobre los trabajos de mejora que se están llevando a cabo dentro de sus espacios de alojamientos a migrantes, para evitar se repita la tragedia sucedida hace un año en Ciudad Juárez, dónde murieron 40 migrantes, principalmente de América Central y del Sur.
El Instituto Nacional de Migración dio a conocer mediante comunicado que, a fin de garantizar la seguridad e integridad de las personas migrantes extranjeras que se encuentren dentro de alguno de los centros de migración del país, se trabaja en la mejora, infraestructura y modernización de sus instalaciones migratorias, con el propósito de cumplir con su misión de atender con perspectiva humanista y de respeto a los derechos humanos.
Entre las tareas realizadas en todas las áreas de tránsito y flujo interno de cada centro, sobresalen:
- La eliminación de candados y cerrojos en puertas de acceso internas de estaciones migratorias y estancias provisionales,
- La sustitución de barrotes en puertas y ventanas por acrílicos,
- Instalación de puertas de emergencia,
- Instalación de 1,511 detectores de humo,
- Colocación de tomas de agua para incendio,
- Establecimiento de 23 alertas sísmicas.
El INM señaló que los trabajos comenzaron el pasado 29 de abril de 2023, cuando el instituto solicitó formalmente a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) certificar sus condiciones y determinar cuáles deben cerrar, rehabilitarse o continuar.
De los 54 centros migratorios que tiene el país, 33 se encuentran cerradas temporalmente, ya que luego de la revisión y supervisión de la CNDH se acondicionaron en materia de protección civil y mecanismos de desalojo inmediato en casos de emergencia.
También agregó que otros 17 centros ofrecen atención integral y cuentan con capacidad para alojar al menos a 4,786 personas; cuatro de estas sedes con alta capacidad de concentración cada uno ubicado en Chiapas, Veracruz, Tabasco y Ciudad de México.
De 2019 a la fecha, más de 33 mil representantes de algunas instituciones como; el Área de Especialidad de Control Interno en el Ramo Gobernación de la Secretaría de la Función Pública (SFP); Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar); CNDH; Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) entre otras organizaciones civiles y religiosos, han ingresado a observar instalaciones migratorias.
En ese mismo periodo, el INM registró el tránsito por territorio mexicano de más de 13 millones de personas migrantes irregulares, lo que convierte a México en uno de los países en el mundo con mayor flujo de seres humanos que buscan llegar a los Estados Unidos por cualquier medio.
Con misa recuerdan a migrantes
Luego de la tragedia sucedida hace casi un año, en el que fallecieron 40 migrantes que estaban en una instalación del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, los obispos, José Guadalupe Torres Campos, de Ciudad Juárez y Mark Seitz, de El Paso celebraron este lunes una misa en la que hicieron un llamado a la comunidad y autoridades para proteger a los migrantes, así mismo, exigieron justicia para los afectados y cambios en las políticas migratorias.
“Esta misa es para pedir por los migrantes difuntos y también por los migrantes en general. Ha pasado un año, siempre es importante que haya justicia y que propongamos todos ser siempre mejores y dar una respeta a la justicia y la paz”, señaló el obispo Torres Campos.
“Llegan en condiciones tristes, deplorables, quieren pasar a Estados Unidos, llegan, se enfrentan a maltratos, un bloqueo, muros, se topan con ese muro físico, pero también un muro de espíritu y de corazón”, dijo el religioso.
“Este es un llamado a los dos países (México y Estados Unidos), a las autoridades y a las sociedades, a dar una respuesta de fraternidad, a cada país a que seamos como Betania, dispuestos a recibir y acoger a nuestros hermanos migrantes, acoger con respeto por su dignidad”, indicó el obispo de Ciudad Juárez.
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