Así era el narcolaboratorio VIP que el Cártel de Sinaloa instaló en medio de la sierra

Hace más de 14 años que el Ejército mexicano encontró un mega narcolaboratorio en la sierra de Tamazula, en el estado de Durango, el sitio era a su vez un campamento VIP en el que vivieron los altos mandos del Cártel de Sinaloa. Su infraestructura sorprendió a todos y, pese al paso del tiempo, el sitio sigue siendo recordado.

Los soldados llegaron por tierra, caminando, habían sobrevolado el lugar, pero estaba construido para no ser visible desde el aire, tenía vegetación que lo camuflajeaba a la perfección, por ello fue perfecto para que figuras como Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ismael “El Mayo” Zambada e Ignacio “Nacho” Coronel se instalaran allí durante un tiempo.

Corría el mes de agosto del año 2009 cuando se localizó el sitio, fue calificado como uno de los narcolaboratorios más grandes de América Latina y aunque el hecho ya era noticioso en sí, cobró más relevancia conforme se descubrió por completo el lugar y se supo que allí no habitaban empleados de “bajo nivel” del cártel.

Ubicado en la región conocida como Triángulo Dorado –uno de los sitios de mayor producción de heroína y marihuana en México, según dijo la ahora extinta Procuraduría General de la República (PGR) – este narcolaboratorio VIP contaba con 240 hectáreas y 22 módulos usados para diferentes propósitos.

El lugar era excelente para esconderse, pues su geografía de difícil acceso lo hacía ideal para los narcos, por lo que los líderes del Cártel de Sinaloa lo escogieron para esconderse, pero no como si fueran cualquier persona, pues lo acondicionaron para ser un sitio de alto nivel.

Cabañas VIP

Luego de su descubrimiento, la cadena CNN reportó que las autoridades mexicanas dijeron que el narcolaboratorio contaba con una tecnología de alto nivel y lo calificaron como “el primer complejo en su tipo” localizado en México.

Allí se fabricaba una droga sintética conocida como “Ice”, en una de las cabañas del complejo se encontraron también precursores químicos para elaborarla, así como los tambos almacenadores y otros aditamentos.

Las otras cabañas cumplían diferentes funciones, algunas eran gimnasios, otras lavanderías y otras dormitorios de lujo, en una se encontró conexión a internet de alta velocidad, una pantalla de plasma, aire acondicionado, camas king size, mini bares y baños completos.

En la habitación construida para alguien de mayor rango se encontró un catálogo con mujeres de todas las nacionalidades que brindaban sexoservicio, según reportó el semanario Proceso en aquel entonces.

Pero lo que realmente sorprendió a las autoridades y los medios de comunicación fue el planeamiento del narcocomplejo, el cual mostró que con el crimen organizado colaboran todo tipo de personas, incluso profesionistas.

El lugar tenía un mirador en el que se podía ver hacia todas las direcciones en un rango de 24 kilómetros. Allí se instalaban los guardias armados que vigilaban que nadie ajeno a la organización se acercara.

Además, el sitio funcionaba por tres plantas generadoras de energía eléctrica a base de combustible, lo que permitía que todas las instalaciones tuvieran iluminación y ventilación. También permitía el funcionamiento de bombas para la distribución de agua potable en toda la montaña.

Sin embargo, todo cambió en 2009 y un megaoperativo de las Fuerzas Armadas terminó con la clandestinidad de este narcolaboratorio VIP del Cártel de Sinaloa.

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