Campeón en Italia, se retiró a los 22 y se convirtió en monje: “Encontré la felicidad”
Lidin vio cortada su prometedora carrera como jugador profesional por un constante tema de lesiones que poco a poco le hicieron bajar el rendimiento hasta que finalmente decidió colgar los botines
Las constantes lesiones y también una pandemia hicieron tomar una decisión que finalmente lo llevaron al mundo de los monjes donde consiguió la plena felicidad. Crédito: Massimo Pinca | AP
A sus 22 años de edad se vio obligado a dejar el primero de sus más grandes amores, el fútbol, luego de que una serie de lesiones le complicara poder llegar al máximo de su potencial y condiciones con las que se proyectaba. Kevin Lidin sin embargo, afirma haber conseguido la felicidad plena lejos de un campo de juego y la clave de ello estuvo en un cambio más que radical e impresionante en su vida personal.
El sueco se hizo instructor de yoga en Ko Pha-ngan, una paradisíaca isla que se encuentra ubicada en el sureste de Tailandia. Su historia se ha hecho muy viral y reconocida a través del mundo y especialmente en las redes sociales, mucho más cuando el ahora monje budista suele hacer publicaciones con mensajes en los que explica sus motivos y razones para haber tomado la decisión de dejar a un lado el fútbol ya que entiende que hoy en día es una mejor persona.
¿Quién es Kevin Lidin?
Nació el 4 de marzo de 1999 en Lund, y llegó al mundo del fútbol italiano con tan solo 18 años de edad en donde fue visto por el Bologna, quienes de inmediato al percatarse de su gran talento y proyección, lo incorporaron a su equipo en la categoría Sub 19. Allí se destacaría a un muy buen nivel en la posición de centrocampista. Tuvo la oportunidad de jugar en otros clubes del ascenso en la península como el Paganese y el Pisa y con este último consiguió hacerse con el campeonato de la Serie C en 2019.
Llegaron los tiempos oscuros para el joven Lidin
Sin embargo, cuando todo parecía color rosa y que el futuro solo le deparaba grandes cosas en el campo de juego, su sueño de llegar a disputar algún día la Serie A se vio interrumpido con constantes lesiones que le jugaron una mala pasada y a ello se sumó la pandemia del COVID-19 y por ello se vio en la obligación de colgar los botines para el año 2021, una decisión que no fue nada sencilla para el joven jugador, quien en aquel entonces decidió poner rumbo a ‘buscar su felicidad’.
Viajó a Tailandia y allí fue donde consiguió la paz y tranquilidad que tanto buscaba: “En 2021 mi carrera futbolística profesional terminó debido a lesiones. Empecé a preguntarme qué es la felicidad y cuál es el propósito de la vida”, admitió Lidin en 2023.
El joven abandonó por completo el consumo de bebidas alcohólicas y el consumo de las redes sociales o alimentos poco saludables en lo que él consideró era la búsqueda de la ‘verdadera felicidad’.
Filosofía de vida que lo cambió
“La mayoría de las personas nunca sabrán cuál es el propósito de la vida; los que sí lo hacen, a menudo creen que ser financieramente libres o famosos los hará felices”, aseguró el ex jugador en su cuenta de Instagram, en la que tiene casi 13 mil seguidores.
“Después de estudiar la ciencia de la felicidad, convertirme en monje y practicar yoga, encontré la respuesta de qué es la felicidad. Aprendí cómo conseguirla y cómo conservarla”, reveló.
Lidin considera que en la vida se debería aprender a dar sin esperar a recibir nada a cambio: “Los monjes reciben comida y a cambio les dan una bendición o una enseñanza. Sin esto, los monjes no tienen comida. Recibir comida de personas que viven una vida muy sencilla fue difícil. Muchos occidentales no practican la donación. Porque piensan que la felicidad es el dinero y las cosas materiales. Y regalarlo sería lo mismo que regalar la felicidad. Por eso nos aferramos a las cosas, siempre queremos más y no pensamos en los demás”.
“Hasta que me convertí en monje, no entendí realmente la importancia de dar a otras personas. Cuando le das a alguien, y sale de tu corazón (no siendo forzado) y el receptor acepta el regalo y lo aprecia. La felicidad se experimenta para ambos”, agrega.
“Eres el único responsable de tu propia felicidad. No hay relación más importante que la que tienes contigo mismo. No culpes a los demás por tus propias reacciones. La ira, la desesperación y la frustración nunca vienen del exterior”.
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