Residentes de Pomona celebran los valores de César Chávez y Dolores Huerta
Los manifestantes además de recordar a los líderes latinos, pidieron un alto al fuego en Gaza
Como hace más de dos décadas, residentes de la ciudad de Pomona recordaron la lucha social por los derechos humanos que lideró César Chávez, fundador de la sindicato de trabajadores agrícolas (UFW) junto con la icónica activista Dolores Huerta y esta vez, se manifestaron a favor de una declaración del cese al fuego en el conflicto Israel-Palestina.
La caminata fue considerada como una forma de celebrar a la comunidad y el compromiso con los valores que Chávez y Huerta enseñaron. Servir a otros, no violencia, justicia para todos, determinación y el espíritu de Sí se puede.
“Hacemos un llamado por los derechos humanos, la paz y el cese al fuego en Medio Oriente”, dijo la activista Ángela Sanbrano, quien leyó una declaración adoptada por el Comité de la Caminata y el “reconocimiento a la violación de los derechos humanos en Palestina”.
La declaración debía ser leída frente a la Escuela Gary High School, desde donde era tradicional iniciar la caminata, pero Roberta Perlman, miembro de la Junta Escolar y el superintendente Darren Knowles se opusieron, considerando que cualquier uso de instalaciones escolares sería ilegal.
“Si bien es cierto que el antisemitismo contribuyó al sionismo, hay que reconocer la historia del pueblo palestino que sufre de desplazamiento, segregación y discriminación a manos de los judíos que han tomado control del país”, dijo Madeline Newman-Ríos, una mujer judía que trabaja como traductora en Pomona.
Newman-Ríos declaró a La Opinión que, tanto la resolución del Concejo Municipal de Pomona como la declaración que se aprobó para la caminata reconocen a los 1,200 fallecidos en el lado de Israel y también los secuestrados el 7 de octubre de 2023.
En efecto, el pasado 22 de enero, seis concejales de Pomona votaron a favor de la Resolución del Congreso H.R. 786 en la que se pidió al Congreso y a la administración Biden que exigieran un alto al fuego, la liberación inmediata de todos los rehenes que tomó Hamás, el paso seguro y urgente y entrega de ayuda humanitaria sustancial y suficiente a Gaza; y una resolución política duradera que proteja las vidas, la salud y la seguridad de todos los civiles inocentes.
En la resolución aprobada, el concejal Robert Torres, hijo de la congresista Norma Torres se abstuvo de votar.
“También hay que reconocer que más de 33,000 personas en Gaza, que son palestinos han muerto”, dijo Madeline Newman-Ríos.
Según un reporte de Al Jazeera en la guerra contra Palestina, Israel ha matado a 34,049 palestinos y herido a otros 76,901 desde el inicio del conflicto. Al menos dos terceras partes de las víctimas han sido niños y mujeres.
“Consideramos que esta guerra entre Israel y Palestina se está convirtiendo en una masacre”, añadió Newman-Ríos. “No he usado la palabra genocidio, porque se está debatiendo [usar el término genocidio] en la Corte de Justicia Internacional, pero sí es algo desproporcionado, una masacre”.
En defensa de estudiantes arrestados
Jaime Gutiérrez, abogado que defiende a los estudiantes que fueron arrestados por la policía el 5 de abril por manifestarse en el Alexander Hall de Pomona College, tras el intento de la presidenta G. Gabrielle Starr de eliminar un simulacro de muro de apartheid.
“Ella dijo que la pared estaba molestando a los estudiantes judíos y que ellos sentían que eso era antisemitismo”, dijo el abogado. “Pero no se estaba hablando nada malo del judaísmo, sino de que el estado de Israel estaba cometiendo genocidio en Palestina”.
Los arrestos de 20 estudiantes se produjeron una semana después de que integrantes de Pomona Divest From Apartheid (PDFA) permanecieran de noche en el césped frente al Smith Campus Center (SCC) como parte de una manifestación por la Semana de la Liberación de Palestina. Fueron acusados de allanamiento de morada y recibieron suspensiones provisionales.
“Los estudiantes solamente querían promover su causa”, dijo Gutiérrez. “Ni el mural ni sus frases impedían el paso a nadie en el colegio”.
Sin embargo, algunos de los manifestantes asaltaron y ocuparon la oficina de la presidenta del Pomona College.
Muchos policías para los arrestos
¡Sí se puede! “Educación, no deportación”, “El pueblo unido, jamás será vencido” fueron solo algunos de los mensajes en pancartas de los integrantes de la caminata que comenzó el sábado desde el edificio de la alcaldía de Pomona hasta la intersección sur del Park Avenue y el oeste de la calle Grand, en el parque Tony Cerda.
“Jorge González”, uno de los estudiantes que participo en la protesta frente al edificio de los administradores del Pomona College, expresó que todos los estudiantes arrestados estaban “protestando pacíficamente”.
“No estaban causando ningún tipo de violencia o inseguridad”, dijo el estudiante a La Opinión. “Pero la presidenta Gaby [G. Gabrielle Starr] tomó la decisión de hablar a varios departamentos de policía, 20 fueron detenidos, arrestados y lamentablemente ya se encuentran bajo suspensión”.
“Muchos ya no tienen acceso a sus dormitorios ni a las cocinas estudiantiles”, añadió González. “Ha sido una batalla y queremos que esos estudiantes reciban justicia porque el motivo de nuestra protesta es que peleamos por la liberación de Palestina; como estudiantes a nosotros solamente nos importa la libertad y la justicia de la gente Palestina”.
En el arresto de los estudiantes de Pomona College intervinieron oficiales del Departamento de Policía de Claremont, Pomona, Azusa y La Verne.
La lucha de los jornaleros
La caminata en honor a César Chávez y Dolores Huerta fue amenizada por el grupo musical de Los Jornaleros del Norte, miembros afiliados a la Red Nacional de Jornaleros (NDLON) que dirige Pablo Alvarado.
“Alto a la injusticia. Alto a la explotación. Fuera la pinche migra. Fuera la explotación”, cantaron los integrantes de la banda, en recuerdo a las vicisitudes que pasan a diario los jornaleros.
“Cuando se paran en la calle, nadie sabe si los van a contratar, si van a agarrar chamba para el día, no se sabe si van a encontrar un trabajo, van a ir y se van a accidentar y no saben si tendrán ayuda, o si les van a pagar…no lo saben”, dijo Pablo Alvarado.
“Si la policía llega a la esquina a molestarlos; o un grupo racista llega para gritarles epítetos raciales, ellos aguantan porque tienen que trabajar”, añadió. “Ellos no saben si va a llover, si el sol va a apretar fuerte, ellos solamente saben que tienen que trabajar para sobrevivir”.
Alvarado manifestó que, hasta ahora, no han encontrado la manera de resolver de una vez por todas el robo de salarios a los jornaleros.
“El robo es inherente a la avaricia de que existe y es parte del capitalismo”, dijo el líder de los jornaleros, y ejemplificó que en el condado y la ciudad de Los Ángeles antes no tenían una sección para ayudar a los trabajadores a recuperar salarios.
“Ahora la tienen, pero el problema, aparte de instruir nosotros en la comunidad de jornaleros, es que solamente toman casos donde el robo de salario es mayor a los $1,000, y a la gente que le roban un día de trabajo de $200 o hasta $500 no les ayudan. Al final, uno lleva el caso a la Comisión Laboral y lo único que le dan es un papel que nadie puede llevar a la policía, porque nunca van a arrestar al patrón que no quiso pagar”.
En la marcha que concluyó en el parque Tony Cerda los caminantes fueron recibidos por Carla Marie Muñoz, nieta de Cerda, un líder tribal Costanoan Rumsen Carmel de la zona costera del centro de California, cuya población indígena existió durante miles de años, antes de que llegaran los misioneros españoles en la década de 1760.