EE.UU. ha recopilado 1.5 millones de muestras de ADN de inmigrantes y las etiqueta como delincuentes
El Departamento de Seguridad Interna lleva recopilado 1.5 millones de muestras de ADN extraídas de manera forzada a inmigrantes con el objetivo de establecer una base de datos de personas a las cuales etiqueta como delincuentes
De acuerdo con un informe divulgado por el Centro de Privacidad y Tecnología de Georgetown, en los últimos cuatro años, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) lleva recopilado 1.5 millones de muestras de ADN extraídas de inmigrantes con el objetivo de establecer una base de datos de personas a las cuales considera delincuentes, esto por el hecho de haber ingresado a Estados Unidos sin la documentación que acredite su estancia en el país.
El reporte conocido como “Raiding the Genome: How the United States Government Is Abusing Its Immigration Powers to Amass DNA for Future Policing” (Asalto al genoma: cómo el Gobierno de Estados Unidos está abusando de sus poderes de inmigración para acumular ADN para futuras actuaciones policiales) encontró que la recolección de muestras de ADN se ha incrementado hasta en 5,000%.
Posteriormente, dicha información genética es clasificada y guardada en el Sistema de Índice Combinado de ADN (CODIS), pero lo controversial es que se le agregan etiquetas bajo el término delincuentes, lo cual viola los derechos de la Cuarta Enmienda de quienes están sujetos a él.
De esa manera, las autoridades pueden disponer de dichos datos en cualquier momento que lo requieran para llevar a cabo una investigación ligada a presuntos actos delincuenciales.
Durante las dos primeras décadas de haber entrado en operación, este sistema de recolección de información concentraba cerca de 25,000 perfiles de ADN de inmigrantes, pero después de que Donald Trump asumió la presidencia de la nación y, gracias a la continuidad que le ha dado Joe Biden, la base de datos creció rápidamente.
No obstante, en el informe divulgado se considera que el DHS “engaña e intimida a las personas para recopilar las muestras”.
Frente a dicha anomalía, los investigadores le recomiendan a la administración Biden y al Congreso poner fin de inmediato al programa, el cual también se considera peligroso para la integridad de las personas que forman parte de la base de datos, esto a partir “de los rápidos avances en la tecnología del ADN, la falta de límites legales estrictos sobre lo que el gobierno puede hacer con esas muestras y la creciente inestabilidad política en Estados Unidos”.
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