Casos de melanoma se han incrementado en Estados Unidos: qué debemos saber
El diagnóstico de melanoma está aumentando en los EE. UU., especialmente entre personas mayores de 50 años, debido a una mayor exposición al sol y mejoras en la detección temprana
En los Estados Unidos, los médicos están observando un incremento en el número de personas diagnosticadas con melanoma. Aunque el melanoma representa aproximadamente solo el 1 % de todos los cánceres de piel, es responsable de la mayoría de las muertes relacionadas con el cáncer de piel, según informa la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS).
El cáncer de piel es el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado en el país. Entre 2015 y 2019, los nuevos casos de melanoma aumentaron entre un 2 % y un 3 % anualmente, según un informe de Tina Reed de Axios. Este incremento es especialmente notable en las personas mayores de 50 años, como señala Shanthi Sivendran, vicepresidente senior de apoyo a la atención del cáncer en ACS. La ACS estima que en 2024 se diagnosticarán alrededor de 100.640 nuevos casos de melanoma.
El dermatólogo Henry Lim, del Henry Ford Health en Detroit y ex presidente de la Academia Estadounidense de Dermatología, menciona que las personas que se queman frecuentemente con el sol tienen un mayor riesgo de desarrollar melanoma. La conexión entre la exposición al sol y los cánceres de piel, como el de células basales y el de células escamosas, es clara.
No obstante, “más exposición al sol” no es la única razón detrás del aumento en los diagnósticos de melanoma. La detección más eficaz del cáncer de piel y el hecho de que muchos estadounidenses están viviendo más tiempo también contribuyen a este incremento, según Sivendran. Las mejoras en las técnicas de detección permiten identificar el cáncer en etapas más tempranas y en más personas, lo que, paradójicamente, puede contribuir a un aumento en las estadísticas de diagnóstico.
El uso de protector solar se destaca como una medida esencial para prevenir no solo el cáncer de piel, sino también las arrugas y la decoloración de la piel. Es crucial seguir varios consejos para evitar el daño solar: permanecer en la sombra, usar sombreros y ropa protectora mientras se está al sol, y aplicar y reaplicar el protector solar de manera regular.
Los cambios en los hábitos de vida también juegan un papel en la prevención del cáncer de piel. Limitar la exposición al sol durante las horas pico, típicamente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., puede reducir significativamente el riesgo. Además, se recomienda realizar autoexámenes regulares de la piel para detectar cualquier cambio inusual y consultar a un dermatólogo ante cualquier duda.
La creciente conciencia sobre el melanoma y otras formas de cáncer de piel ha llevado a más personas a buscar evaluaciones médicas preventivas. Las campañas educativas y los programas de cribado son herramientas vitales en la lucha contra el cáncer de piel. Sin embargo, la educación debe continuar enfocándose en la importancia de la protección solar y las prácticas preventivas desde una edad temprana.
Es fundamental que las políticas de salud pública también apoyen estas iniciativas. La promoción del uso de protector solar y la implementación de programas de educación sobre el cáncer de piel en escuelas y comunidades pueden tener un impacto significativo en la reducción de casos futuros.
El melanoma, aunque es solo una fracción de todos los cánceres de piel, tiene consecuencias potencialmente mortales. La clave para combatir este cáncer radica en la combinación de una detección temprana eficaz, la adopción de hábitos preventivos y la educación continua sobre los riesgos y las medidas de protección contra el sol.
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