Es momento de una acción binacional contra las armas entre México y Estados Unidos
Mucho se habla de los tiroteos masivos en este país y de la violencia de los cárteles al sur de la frontera, pero poco es el enfoque que se le da a la distribución de armas con las que mueren anualmente miles de estadounidenses y mexicanos
Movimientos individuales en México y en los Estados Unidos para terminar o disminuir la violencia de armas de fuego no han tenido mucho éxito hasta ahora; no obstante, hay un esfuerzo binacional que pudiera cambiar la historia.
No es raro escuchar los noticieros y a la gente hablar de la violencia de armas de los cárteles en México y de la violencia de armas a través de balaceras masivas que año con año deja miles de víctimas mortales y miles de familias hundidas en el dolor en los Estados Unidos.
Desafortunadamente, hasta la fecha, en la mayoría de los protestas y quejas contra la violencia de armas en ambos países, se habla de los cárteles, los gobiernos y la corrupción en México, mientras que en los Estados Unidos generalmente una balacera masiva queda sintetizada a las acciones de un “lobo solitario”, una persona con problemas mentales, pero nunca se habla de las armas y la responsabilidad de quiénes las producen y las distribuyen.
Una pregunta muy básica, pero que hasta el momento no se tiene respuesta, pues todos sabemos en los Estados Unidos, que si hubiera un mejor control de armas, esos 650 tiroteos masivos que se generan anualmente, posiblemente se disminuiría drásticamente y con ello, el número de víctimas.
Lo mismo sucede en México, si el número de armas que fluye de los Estados Unidos al sur de la frontera disminuyera, estamos seguros que el nivel de violencia y de víctimas también, especialmente porque las autoridades mexicanas han encontrado que de las más de 200,000 armas que son traficadas anualmente a México desde Estados Unidos, un 70% terminan en manos de delincuentes del narco, con las que masacran o desalojan a poblaciones.
Es por eso que aplaudimos el esfuerzo binacional del Movimiento Popular por la Paz y la Justicia (PMPJ) que reúne a una coalición de organizaciones y familias víctimas de la violencia de los dos países para pedir al Congreso de los Estados Unidos la aprobación de las leyes Detengan el armamento de los cárteles y La venta de armas.
Ambos proyectos son apoyados por los políticos mexicoamericanos Jesús “Chuy” García (IL-04) y Joaquín Castro (TX-20) entre otros, para lograr lo impensable: disminuir la violencia de armas en ambos países.
Si la ley La venta de armas es aprobada, se espera que haya una movilización de recursos en el gobierno federal para interrumpir el tráfico de armas de fuego desde Estados Unidos, no solo hacia México, sino hacia América Latina y el Caribe, implementará más transparencia, habría una mejor rendición de cuentas y una mejor supervisión de las exportaciones de armas estadounidenses.
“Hace casi cuatro años, la administración Trump trabajó con la Asociación Nacional del Rifle para flexibilizar las regulaciones de exportación de armas y desatar una avalancha de armas de fabricación estadounidense en el hemisferio occidental”, dijo el congresista Castro durante la presentación de la iniciativa en diciembre de 2023.
“Mientras trabajamos con nuestros aliados y socios para abordar desafíos regionales compartidos, incluida la migración forzada y el tráfico de drogas, el Congreso debe abordar el papel de las exportaciones de armas de Estados Unidos como impulsoras de la violencia y la inestabilidad en el extranjero”.
Mientras que la medida Detengan el armamento de los cárteles, presentada hace unas semanas, se basa en la Ley bipartidista de comunidades más seguras. El objetivo es abordar la venta y el tráfico de armas de fuego desde los Estados Unidos a organizaciones criminales transnacionales en México y en todo el mundo. Además, prohíbe la venta adicional de rifles de alto calibre y establece nuevas vías para las víctimas que buscan justicia con fabricantes y distribuidores que violan las leyes estadounidenses.
El congresista Jesús García ha expresado que en EEUU se habla mucho de la violencia de los cárteles de la droga en México, pero no se habla lo suficiente de dónde se originan las armas.
“La violencia armada es un problema binacional y abordar las causas fundamentales de esta violencia y sus efectos interconectados requiere un enfoque binacional. Requiere el compromiso y la participación de la sociedad civil, los líderes electos, los defensores y los sobrevivientes”.
García enfatizó que recientemente una filtración de datos de inteligencia militar mexicana reveló que 78 mil armas de fuego recuperadas en México provenían de armerías y contrabandistas en Estados Unidos.
Además, el PMPJ presentó la Agenda Binacional para la Paz y la Justicia, que incluye 10 propuestas para frenar el tráfico ilegal de armas y drogas, el flujo migratorio, proteger el medio ambiente y defender los derechos de los pueblos indígenas.
Marco Castillo, codirector ejecutivo de Global Exchange y miembro fundador del PMPJ, dijo que las armas de guerra están cobrando miles de vidas en Estados Unidos y México cada año y no se puede seguir operando en forma dividida.
“Hay más de 200,000 armas de fuego que ingresan anualmente a México desde Estados Unidos, más de 110,000 desaparecidas en México y más de 650 tiroteos masivos anualmente en Estados Unidos; es por eso que hemos venido a Washington para hacer oír nuestra voz; el tiempo de acción binacional es ahora”.
Así que esperamos que las historias de Kimberly Rubio, quien su hija de nueve años fue una de los 19 niños y dos adultos que perdieron la vida en Ugalde, Texas, en el 2022; mientras que Cristina Bautista, madre de Ascencio, uno de los 43 estudiantes que fueron desaparecidos en el 2014 por las autoridades y grupos criminales en México, hagan eco en ambos lados de la frontera, pero principalmente en el Congreso de Estados Unidos para que estas dos propuestas sean aprobadas.
Creemos con las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos y la primera mujer elegida presidenta de México, el momento es propicio para poder imaginar que los pueblos de ambos lados de la frontera puedan por fin respirar vientos de paz y sin tanto dolor y muerte.
Impacto en México
Según un registro oficial del gobierno mexicano, más de 111,000 personas en México han sido desaparecidas forzadamente.
En promedio, seis mujeres son asesinadas con armas de fuego cada día en México.
Más de dos millones de migrantes transitaron por México rumbo a Estados Unidos el año pasado.
Una encuesta reciente de migrantes que buscan asilo en la frontera de Estados Unidos encontró que más de la mitad había experimentado “disparos persistentes e implacables” antes de llegar a Estados Unidos.
Más de 379,000 personas en México se han visto obligadas a huir de sus hogares como resultado del conflicto violento, hasta principios de este año, con cifras récord de desplazados en 2021.
Impacto en EEUU
Se han realizado un promedio de 650 balaceras masivas en los Estados Unidos en los últimos cuatro años.
Hasta el mes de junio de 2024, se llevan contabilizadas 224 balaceras en forma masiva.
El aumento de los tiroteos masivos coincidió con un aumento general de la violencia armada durante la pandemia.
La tasa de homicidios con armas de fuego en Estados Unidos en 2020 fue la más alta registrada desde 1994.
En el 2023, hubo 43,161 víctimas de la violencia de armas de fuego en todas las causas, según el Archivo de la Violencia de Armas