Graduada de la Secundaria Garfield sueña con ser abogada de migración

Con un promedio de 4.4 fue aceptada en 17 universidades, pero se decidió por la universidad de sus sueños, UCLA

Destiny Rivera se gradúa de la Secundaria Garfield en Los Ángeles. (Fotos Susana Carrillo)

Destiny Rivera se gradúa de la Secundaria Garfield en Los Ángeles. (Fotos Susana Carrillo) Crédito: Cortesía

Graduada con el más alto promedio de su clase en la Secundaria Garfield del este de Los Ángeles, Destiny Rivera, sueña con ser abogada en migración para ayudar a su padre indocumentado y a la comunidad sin un estatus migratorio.

Si puedes apoyar a Destiny con donativos, visita su página en GoFundMe: Empower a Future Attorney’s Journey.

“Me gustaría trabajar por un tiempo como abogada de migración, y ya que haya ayudado suficiente, ir a trabajar para el gobernador o para el gobierno, en una oficina donde pudiera aún hacer más”, dice Destiny de 18 años.

Destiny es la primera en graduarse de su pequeña familia, formada por su madre y su hermana de 15 años. 

Destiny Rivera Carrillo. (Cortesía Fotos Susan Carrillo)

Su madre Susana Carrillo es nacida en Los Ángeles, pero es hija de padres que emigraron de México; su padre, Pedro Pablo Rivera, es un trabajador de la construcción de origen hondureño.

Destiny se graduó con un promedio de 4.4 y fue la estudiante con el mayor puntaje de su academia en la Secundaria Garfield.

“Es una niña única, dedicada, noble, enfocada en lo que quiere cumplir y no deja que ningún obstáculo la tumbe”, dice Susana, la mamá de Destiny.

Destinity Rivera con sus amigas. (Cortesía Fotos Susana Carrillo)

Agrega que se siente muy bendecida por Dios al ver a su hija graduarse de la secundaria.

“La felicidad que siento es algo que el dinero no puede comprar. Nos ha costado lágrimas de sangre, pero lo ha logrado”, dice.

Confía que siempre ha inculcado a sus dos hijas su deseo porque sean mejor que ella y que estudien y se preparen para que sean mujeres independientes.

“Qué se valgan por ellas mismas, y no tengan que depender de un hombre”.

Tras su graduación, Destiny tiene sentimientos encontrados. “Estoy feliz, orgullosa y emocionada, pero a la vez triste porque la secundaria se ha terminado”, dice.

Sin embargo, concluir esta etapa en sus estudios, la considera un paso adelante de lo que quiere lograr.

A finales del mes de septiembre, comenzará a estudiar ciencias políticas en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

“Apliqué en 17 universidades, y en todas me aceptaron, entre ellas UC Berkeley, pero escogí ULCA porque es la universidad de mis sueños. Desde niña, siempre quise. Fue uno de mis maestros, Mr. Pérez, quien me platicaba de UCLA; y luego cuando la visité, me gustó el campus, y ver que es una escuela de la comunidad”.

La joven rechazó una beca de $20,000 que le ofrecía UC Berkeley, para hacer realidad su sueño de ir a UCLA.

“Ahora estoy buscando becas para UCLA, porque aunque me dieron una ayuda, aún tengo que pagar $10,000 el primer año; y le hice una promesa a mi mamá, de que iba a conseguir becas para pagar las colegiaturas”, dice.

Destiny Rivera junto a sus padres Susana Carrillo y su padre Pedro Pablo Rivera. (Fotos cortesía Susana Carrillo)

Relata que su deseo por convertirse en abogada de migración, está motivado por su padre, un inmigrante de Honduras.

“Cuando yo era chiquita, vivía con miedo de que lo fueran a deportar. Recuerdo que una vez lo arrestaron cuando iba caminando. Los policías le hablaban en inglés, pero él no entendía”, dice.

Pero también la motivación para ir a la universidad, le viene de su madre. 

“Después de que ella y mi papá se separaron, he visto sus sacrificios, y cómo ha luchado sola por sus dos hijas. Al verla a ella, digo que yo la puedo hacer”.

Dice además que escogió UCLA porque quería quedarse en Los Ángeles, debido a que su madre está un poco enferma.

“Ella tiene asma y artritis, y ya sufrió un mini stroke (pequeño ataque). Así que prefiero estar cerca de la casa, y no a seis o siete horas de distancia. La idea de no poder estar cerca de mi mamá si algo ocurre, me preocupa”.

Pese a todos los retos que enfrenta, Destiny comenta que se siente muy bendecida y motivada para aprender.

“Siempre me ha gustado tener un desafío”, platica.

Destiny Rivera quiere ser abogada de migración. (Fotos cortesía Susana Rivera)

A la vez que ha sido una estudiante muy esforzada, Destiny ha podido tener un balance.

“Durante cuatro años, y desde que estaba en la Middle School fui también porrista. A veces terminábamos de ensayar tarde y llegaba a mi casa a las diez de la noche a hacer tareas”.

Al mismo tiempo, se daba el espacio para hacer voluntariado en los albergues para personas sin hogar y en el reparto de juguetes, y otras actividades de ayuda social.

“También participo activamente en mi iglesia”, revela.

Destiny Rivera además de estudiante de excelencia fue porrista de la Secundaria Garfield. (Cortesía Susana Rivera)

Después de graduarse de UCLA, Destiny quiere ir a la escuela de leyes de la Universidad de Yale para ser abogada en migración y en justicia criminal.

Revela que su familia es su mayor inspiración para llegar a ser alguien de bien.

“Me da mucho orgullo al salir de mi cuarto, ver a mi mamá y hermanita, para quien quiero ser un ejemplo”.

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