“Químicos eternos”: qué son y cómo afectan nuestra piel sin que sepamos
Científicos han descubierto que los químicos PFAS pueden atravesar la piel humana y entrar en el torrente sanguíneo, planteando preocupaciones sobre su seguridad en productos cotidianos
En un avance científico sin precedentes, los investigadores han descubierto que las sustancias químicas tóxicas conocidas como PFAS (sustancias alquílicas perfluoradas y polifluoradas) pueden atravesar la piel humana y entrar en el torrente sanguíneo. Este hallazgo plantea serias preguntas sobre la seguridad de estos compuestos en productos de uso diario y el alcance real de nuestra exposición.
Los PFAS, utilizados en una amplia variedad de productos como papel higiénico, envases de alimentos, cosméticos e hilo dental, son conocidos por su durabilidad y resistencia a la degradación. Debido a su capacidad para persistir en el medio ambiente, estos compuestos se han ganado el apodo de “químicos para siempre”.
La presencia de PFAS en el suelo, océanos y cuerpos de agua es alarmante. Un estudio del Servicio Geológico de los Estados Unidos en 2023 reveló que casi la mitad del agua corriente del país contiene algún tipo de PFAS.
La preocupación por los PFAS radica en su vínculo con diversos problemas de salud. La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos ha encontrado asociaciones entre la exposición a PFAS y el aumento del colesterol y la presión arterial, la reducción de la inmunidad, problemas reproductivos y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Tradicionalmente, se sabía que los PFAS podían ingresar al cuerpo humano a través de la inhalación o la ingestión, pero se pensaba que no podían atravesar la barrera cutánea debido a sus propiedades ionizadas. Esta creencia ha sido desafiada por la reciente investigación de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido.
No está claro el nivel en qué afectan lo PFAS
Oddny Ragnarsdóttir, investigador en análisis de trazas químicas, explicó: “La capacidad de estas sustancias químicas de ser absorbidas por la piel se ha descartado anteriormente porque las moléculas están ionizadas. Se pensaba que la carga eléctrica que les da la capacidad de repeler el agua y las manchas también las hacía incapaces de atravesar la membrana cutánea”.
Sin embargo, el estudio dirigido por Ragnarsdóttir y sus colegas, publicado en la revista Environment International, muestra lo contrario. Utilizando modelos tridimensionales de piel humana, el equipo analizó la absorción de 17 de los PFAS más utilizados. Descubrieron que 15 de estos compuestos podían ser absorbidos por la piel. Los PFAS con estructuras moleculares más cortas fueron los que se absorbieron con mayor facilidad.
Este descubrimiento es particularmente relevante porque la industria está transitando hacia productos químicos con cadenas más cortas, creyendo que son menos tóxicos. Stuart Harrad, coautor del estudio y profesor de química ambiental en la Universidad de Birmingham, advirtió: “Sin embargo, la contrapartida podría ser que absorbamos más de ellos, por lo que necesitamos saber más sobre los riesgos que implican”.
Aunque el riesgo exacto que representan estos productos químicos aún no está completamente claro, este hallazgo subraya la necesidad de realizar estudios adicionales sobre sus impactos en la salud humana. Mohamed Abdullah, profesor asociado de contaminaciones orgánicas persistentes en la Universidad de Birmingham y coautor del estudio, señaló: “Nuestro estudio proporciona una primera visión de la importancia de la vía dérmica como vía de exposición a una amplia gama de sustancias químicas persistentes”.
Dado el amplio espectro de PFAS existentes, Abdullah enfatizó la importancia de que futuros estudios evalúen el riesgo de una gama más amplia de estos químicos en lugar de centrarse en uno solo a la vez. Este enfoque permitirá una mejor comprensión de los riesgos asociados y facilitará la implementación de medidas de seguridad más efectivas.
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