Honduras pide a Estados Unidos más apoyo en su lucha contra las maras
El canciller hondureño Eduardo Enrique Reina consideró que la violencia de las maras afectan también a EE.UU., por lo que debería apoyar más en la lucha contra este mal
El ministro de Asuntos Exteriores de Honduras, Eduardo Enrique Reina, propuso este miércoles que Estados Unidos les apoye más en su lucha contra la violencia de las maras, cuyos efectos se extienden también al país.
“Creo que deberían ver cómo nos apoyan en ese tipo de lucha, no hay que olvidar que las maras también les afectan a los Estados Unidos“, afirmó Reina en un evento que se celebró en Madrid.
El canciller hizo esta afirmación en referencia a la oposición de la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, al proyecto del Gobierno de la presidenta Xiomara Castro de construir una cárcel en Islas del Cisne, en el Caribe hondureño, que también cuenta con el rechazo de defensores del medioambiente y otros colectivos.
“Creo que en lugar tal vez de generar espacios que permitan alimentar a la oposición, atacarnos, creo que deberían ver cómo nos apoyan en ese tipo de lucha (…); lo que esperamos de Estados Unidos más bien es un respaldo a combatir estos flaqueos de seguridad”.
No obstante, el canciller insistió en que, a pesar de algunas diferencias, trabajan bien con Estados Unidos; “seguimos trabajando juntos en el tema de defensa y seguridad”, subrayó, y puso como ejemplo que durante la presidencia de Xiomara Castro se ha tramitado la extradición a Estados Unidos de más de 30 personas acusadas de narcotráfico y otros crímenes graves.
Reina explicó que el objetivo del gobierno hondureño es combatir la criminalidad y, en ese contexto, se incluye la construcción de cárceles en lugares remotos para tratar de aislar a los cabecillas de las maras, como es el caso de la prisión planeada en las islas Cisne.
“Lo que buscamos precisamente es, al menos en un tiempo prudencial, aislar a estos grupos criminales que hasta el momento han venido funcionando desde las cárceles. Desde las cárceles se dirigen los secuestros, desde las cárceles se dirige la extorsión en el país“.
Afirmó que la estructura criminal que vivió el país en años anteriores “se infiltró en todos los niveles” y recordó una frase que repite la presidenta Castro: “se fue la cabeza pero el cuerpo sigue ahí”, en referencia al expresidente Juan Carlos Orlando, que el pasado mes fue condenado a 45 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico.
Insistió en todo caso en que el Gobierno de Castro busca un equilibrio entre la lucha contra la criminalidad, con medidas como la suspensión de determinadas garantías en algunos lugares o el refuerzo de la policía, y el respeto a los derechos humanos, aunque reconoció que “es muy difícil, en una situación muy compleja en la que tenemos que combatir el crimen”.
Reina aseguró que Honduras no hace “oído sordos a los mensajes de Naciones Unidas” para que Tegucigalpa reconsidere el estado de excepción impuesto en 2022 y progrese en la desmilitarización de las cárceles ante el riesgo de violaciones de derechos humanos.
Por último, destacó la importancia de la cooperación con otros países centroamericanos en la lucha contra la violencia de las maras, un problema que Honduras, enfatizó, también combate con medidas sociales, con inversiones en salud, educación o empleo que mejoren las condiciones de vida de los ciudadanos y los alejen de los grupos violentos.
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