Despliegan nuevos asesinos de portaaviones con capacidad furtiva
Los nuevos buques furtivos están especialmente diseñados para destruir portaaviones un objetivo clave en caso de un conflicto bél
Taiwán espera incluir más buques de guerra de clase Tuo Jiang en los próximos años Crédito: Wikimedia Commons
Taiwán ha comisionado recientemente dos nuevas corbetas de clase Tuo Jiang, nombradas An Jiang y Wan Jiang, mejorando sus capacidades navales en medio de crecientes tensiones con China. Estas avanzadas naves de guerra están diseñadas para fortalecer la estrategia de guerra asimétrica de Taiwán contra la significativamente más grande flota del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Capacidades avanzadas de sigilo y combate
Las corbetas de clase Tuo Jiang están equipadas con tecnología avanzada de sigilo, lo que las convierte en unos de los barcos de guerra más sofisticados del mundo. Su diseño minimiza la sección transversal del radar, permitiéndoles operar sin ser detectadas en aguas costeras y poco profundas donde los barcos más grandes tendrían dificultades.
Midiendo 60,4 metros de largo y 14 metros de ancho, estas embarcaciones presentan un casco catamarán rompedor de olas que mejora la estabilidad y la velocidad, alcanzando hasta 45 nudos (83 km/h).
Estas corbetas están fuertemente armadas, contando con un conjunto completo de armas diseñadas para varios escenarios de combate. Están equipadas con misiles antibuque Hsiung Feng II y III desarrollados localmente, capaces de atacar grandes embarcaciones, incluidos portaaviones.
Además, los misiles antiaéreos Hai Chien II proporcionan una robusta defensa contra amenazas aéreas. Los barcos también cuentan con un cañón naval de 76 mm, sistemas de armas de proximidad Phalanx para defensa contra misiles y ametralladoras T74 para enfrentamientos cercanos.
Capacidades de guerra asimétrica
El despliegue estratégico de estos “asesinos de portaaviones” por parte de Taiwán tiene como objetivo contrarrestar la superioridad numérica del EPL. Al aprovechar la tecnología avanzada y la maniobrabilidad superior, estas corbetas pueden participar en tácticas de golpe y fuga, interrumpir formaciones más grandes y proteger las aguas territoriales de Taiwán de manera más efectiva.
La comisión de estas naves marca un paso significativo en los esfuerzos de Taiwán por desarrollar capacidades de defensa autóctonas y reducir la dependencia del apoyo militar extranjero.
Taiwán planea seguir expandiendo su flota con cinco corbetas más que se espera sean completadas para 2026. Este desarrollo continuo resalta el compromiso de Taiwán con el fortalecimiento de su postura defensiva frente a la creciente presión militar de Beijing. El despliegue de estas avanzadas corbetas envía un claro mensaje de disuasión, mostrando la determinación de Taiwán para defender su soberanía y mantener la estabilidad en la región.
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