Supremo suspende ejecución de latino condenado por asesinar a una anciana en Texas
Texas esperaba ejecutar a un hispano que durante años ha pedido pruebas de ADN que asegura que le ayudarían a demostrar no es culpable del crimen al que lo vinculan
Rubén Gutiérrez había sido condenado a muerte por el apuñalamiento de Escolástica Harrison en 1998 en su casa en Brownsville, supuestamente durante un intento de robar más de $600,000 dólares, sin embargo, él y su defensa siempre han asegurado que no hay evidencia física ni forense que lo relacione con el asesinato.
Pese a ello, la Corte Suprema suspendió la ejecución programada para este martes minutos antes de la hora señalada y argumentó que está pendiente de resolución una solicitud para que el caso de Gutiérrez sea revisado por una instancia judicial más alta que la que lo juzgó.
Durante años, Gutiérrez ha pedido pruebas de ADN que asegura que le ayudarían a demostrar que no apuñaló y mató a una mujer de 85 años hace décadas.
Gutiérrez defiende su inocencia y sus abogados habían solicitado la suspensión de la ejecución argumentando que Texas le negó el derecho a hacer un test de ADN posterior a su condena que aseguran lo exoneraría del asesinato.
Sus abogados argumentan que varios elementos recuperados de la escena del crimen, incluidos raspados de uñas de Harrison, un cabello suelto enrollado en uno de sus dedos y varias muestras de sangre del interior de su casa, nunca fueron analizados.
Por su parte, las autoridades aseguran que Gutiérrez, junto a otras dos personas – René García y Pedro Garza- entraron por la fuerza al sitio donde vivía Harrison para robar un dinero que ella tenía guardado en una caja fuerte.
La anciana fue golpeada repetidamente y apuñalada varias veces en la cabeza, lo que provocó su muerte. El sujeto y sus cómplices huyeron de la residencia con un mínimo de $56,000 dólares, según las autoridades penitenciarias texanas.
En 1999, un jurado condenó a Gutiérrez y desde entonces, ha estado tras las rejas. Su ejecución ha sido aplazada en varias ocasiones, principalmente porque el abogado del reo ha pedido que un sacerdote esté presente cuando se le aplique la inyección letal a su cliente.
Los fiscales han dicho que la solicitud de pruebas de ADN es una táctica dilatoria y que Gutiérrez fue condenado gracias a varias pruebas, incluida una confesión en la que admitió haber planeado el robo.
El nieto de Harrison, Alex Hernández, iba a estar presente durante la ejecución, que tendría lugar en el Centro Penitenciario Estatal en Huntsville, al norte de Houston, según informaron medios locales.
Actualmente en EE.UU. hay 2,244 prisioneros en el corredor de la muerte, la mayoría de ellos en California, Florida y Texas, según datos de la organización Death Penalty Information Center.
Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo en 1976 la pena de muerte, han sido ejecutadas en Estados Unidos 1,591 personas, 588 de ellas en Texas.
*Con información de EFE.
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